Detienen en París a tres delincuentes con cinco gramos de uranio enriquecido
Tres hombres, dos cameruneses y un francés, han sido detenidos esta semana en París por la policía gala, que se ha incautado de cinco gramos de uranio 235 enriquecido, que podrían haber servido a la fabricación de una bomba atómica, según informa hoy Le Journal du Dimanche.
Ese uranio, que está siendo analizado para determinar su origen preciso -se especula con un laboratorio de investigación, un arma nuclear o un submarino de propulsión atómica-, era probablemente una muestra que debía servir para mostrar a eventuales compradores la mercancía que podían ofrecer, ya que para fabricar un arma nuclear hacen falta al menos una decena de kilos.
La operación policial comenzó, según el dominical, con el seguimiento de Serge Salfati, un hombre de unos 30 años que acababa de salir de la cárcel después de que fuera condenado en enero por una estafa relacionada con inversiones bursátiles.
Los agentes de la Brigada de Investigaciones Financieras (BRIF) creyeron en principio que preparaba una nueva estafa, pero al detectar emisiones radiactivas en la furgoneta de su cómplice, la operación cambió de rumbo, y pasó a interesar a los servicios de contraespionaje de la Dirección de Vigilancia del Territorio (DST).
Los policías detuvieron a Salfati, al propietario de la camioneta, Yves Ekwella, y a Raymond Lobé (de unos 50 años y camerunés como el segundo), en cuyo domicilio se encontraron varios billetes de avión con destino a países del este de Europa y certificados de análisis de productos nucleares en alfabeto cirílico.
Lobé es, según los investigadores, el cerebro del grupo, aunque según su versión trabaja en la construcción. Los cinco gramos de uranio 235 estaban enriquecidos al 80% y se encontraban en una ampolla introducida en un cilindro de plomo.
La operación policial, que ha sido "seguida de cerca por la DST y por las más altas autoridades del Estado", según Le Journal du Dimanche>, es la trigésimo segunda en todo el mundo desde comienzos de año en la que hay por medio material nuclear, según la contabilidad de la Agencia Internacional de la Energía Atómica.
Sin embargo, su particularidad es que todas las anteriores eran de residuos radiactivos no militares, a excepción de la aprehensión en enero pasado en la frontera entre Grecia y Bulgaria de 245 placas de plutonio 239 y de americio 241.
Los servicios de espionaje estadounidenses consideran que los clientes potenciales de este tipo de mercancía nuclear son países como Irán, Irak, Libia o Corea del Norte, aunque tampoco descartan grupos terroristas, en particular por algunas pistas relacionadas con el grupo del multimillonario saudí Osama Bin Laden.
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