Una ONG confirma que los niños del barco nigeriano iban a ser vendidos como esclavos
El barco Etireno, de bandera nigeriana, transportó niños para ser vendidos como parte de una red de trabajo clandestino, según ha confirmado una importante organización no gubernamental (ONG) suiza, Tierra de Hombres.
Esta ONG señala en un comunicado que, aunque los testimonios de los niños fueron a veces "poco claros y contradictorios" debido principalmente a su corta edad, "en la mayoría de los casos ha quedado confirmada una descripción relacionada con el tráfico de niños".
Algunos menores hablaron de transacciones financieras antes del comienzo de su viaje, según esta ONG, que alcanzaron hasta los 10.000 francos CFA (unos catorce dólares).
"Todos los que tenían la edad suficiente para comprender lo que estaba pasando afirmaron que iban a Gabón para trabajar -y reunirse con algún miembro de su familia allí- en el comercio, la agricultura o la tareas domésticas".
El comunicado de Tierra de Hombres dice que "hará todo lo que esté en su poder para devolver a los niños a sus familias, comunidades o países de origen". La ONG helvética ha reiterado su compromiso y determinación para intensificar sus actividades en contra de toda forma tráfico Infantil tras la petición de ayuda del Gobierno de Benin que a juicio del Ejecutivo africano, "es producto de la pobreza y el subdesarrollo"
La ONG suiza, UNICEF y el Gobierno de Benín han emitido hoy en Cotunu un comunicado conjunto en el que dicho Gobierno se compromete "a realizar una investigación sobre el caso del Etireno". Las autoridades de Benin han encargado a la ONG suiza hacerse cargo de los niños más pequeños.
El Etireno llegó en la madrugada de los pasados 16 a 17 de abril a Cotonu, después de haber navegado dos semanas y de haber sido rechazado de puertos de Gabón y Camerún. En el barco había un total de 43 niños y jóvenes, entre ellos 23 de entre 5 y 14 años de edad. El número de niños era mucho menor de los 250 que barajaron con anterioridad fuentes humanitarias.
El capitán del barco, Lawrence Onome, también nigeriano, ha negado en todo momento que transportara niños para ser esclavizados y ha afirmado que no tenía nada que ocultar.
El tráfico infantil es uno de los problemas en alza en todos los países de Africa occidental, principalmente en Benin. Familias económicamente desesperadas confían, por bajas sumas de dinero, a sus hijos a personas que dicen van a encargarse de su educación y de su futuro laboral.
Estos niños son generalmente llevados a Gabón, Camerún, Nigeria o Costa de Marfil, donde reciben una muy baja remuneración por su trabajo y son, incluso, maltratados.
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