El Tribunal Supremo estadounidense estudia si es constitucional ejecutar a reos deficientes
La Corte decidirá si hay consenso social en contra de la medida por ser un castigo "cruel e inusual"
Este caso, que será discutido el próximo otoño, puede originar la decisión legal más importante al respecto de la pena de muerte en los últimos años en Estados Unidos. Según los expertos, casi un 10% de los 3.600 prisioneros en el corredor de la muerte en la actualidad son deficientes. Los médicos considen como tal a todo aquel cuyo coeficiente de inteligencia no supere los 70 puntos; la media en el ser humano está en torno a los 100 puntos.
El Tribunal Supremo examina los "cambiantes estándares de decencia", según palabras de uno de sus jueces, para dictaminar si un castigo es "cruel o inusual". Bajo este paraguas, la Corte ha decidido en los últimos años en contra de la ejecución de enfermos mentales y menores de 16 años acusados de asesinato, y de violadores.
Para decidir sobre el asunto, los jueces han acordado llamar a declarar a Ernest P. McCarver, condenado a muerte con un coeficiente de 67. El debate se ha reavivado hace unas semanas a raíz de la ejecución de McCarver, que estaba prevista para el pasado 1 de marzo y fue aplazada por decisión de la Corte Suprema. El reo fue condenado a muerte en 1987 por robar una cafetería y matar a un empleado del local.
El Tribunal Supremo estudió esta cuestión por última vez hace 12 años, pero rechazó tomar la decisión de prohibir las ejecuciones por 5 votos contra 4 . Los jueces declararon no haber hallado entonces un consenso nacional lo suficientemente firme. Aún así, los estados de Georgia y Maryland sí cambiaron su legislación a raíz de la discusión.
Desde entonces, 11 estados más han dado ese paso, y muchos otros se encuentran en proceso de hacerlo. Pero al menos la mitad de los 50 que forman Estados Unidos aún ejecutan a deficientes mentales.
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