Rafael Matesanz: “Nuestra sanidad no es la mejor del mundo. Era una ensoñación”
El exdirector y creador de la Organización Nacional de Trasplantes afirma que los profesionales cobran muy poco
Rafael Matesanz (Madrid, 70 años) es una de las figuras más respetadas de la sanidad española, una de cuyas joyas —la Organización Nacional de Trasplantes (ONT)— dirigió durante 28 años, hasta su jubilación en 2017.
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Pregunta. ¿Ha creado el coronavirus nuevos problemas o ha puesto de manifiesto otros que no queríamos ver?
Respuesta. Nos ha abierto los ojos sobre temas que ya se venían apuntando desde hace tiempo. Se presumía de tener la mejor sanidad del mundo. Pero somos el país 25º del mundo en presupuesto per capita y el 27º con relación al PIB. Tenemos una sanidad que daba unas prestaciones muy buenas, pero con esas cifras es imposible que sea la mejor del mundo. Era una ensoñación.
P. Pero ha conseguido unos buenos indicadores durante tanto tiempo…
R. Sí, pero principalmente a base de pagar muy poco a los profesionales y de tener toda una serie de costuras que en el momento que ha llegado una prueba de esfuerzo como el coronavirus han empezado a saltar. Unas costuras que ya se debilitaron con los recortes de la última década. Lo que ha puesto de manifiesto el virus ha sido que el sistema tenía muy poco margen y, ante el esfuerzo, ha empezado a fallar por todas partes. Esto debe ser un toque de atención a las autoridades y a quien tenga capacidad de decisión para mejorar la financiación del sistema y emprender los cambios estructurales que lo puedan corregir.
P. ¿Qué problemas estructurales?
R. Con la falta de financiación el más importante es la carencia de un sistema de coordinación entre comunidades. España tiene un sistema que es prácticamente federal, pero se ha quedado sin mecanismos de coordinación.
Queremos una sanidad de Europa Occidental pagando sueldos de Europa Oriental
P. ¿Ha servido la comisión de reconstrucción para hacer un buen diagnóstico?
R. Sobre el Sistema Nacional de Salud (SNS) yo creo que se ha hecho bastante bien. Sobre la gestión de la pandemia tampoco se ha profundizado, aunque quizá tampoco era el objetivo. Pero yo estoy muy de acuerdo con las dos cartas que se han publicado en The Lancet. Hay que hacer una evaluación a fondo e independiente, no para culpabilizar a nadie, sino para ver los errores y no volverlos a cometer. Y hacerlo de forma urgente.
P. ¿Cuál sería su fórmula para mejorar la sanidad española?
R. Mejor financiación, reforzar la atención primaria y salud pública, y también mejorar las condiciones laborales del personal sanitario. Queremos una sanidad de Europa Occidental pagando sueldos de Europa Oriental. Y, por último, el ministerio debe reconsiderarse por completo. Ha ido perdiendo papel, efectivos, competencias…, y ahora hay que volverlo a poner al frente. Las comunidades prestan la asistencia, pero necesitamos a alguien que lidere el sistema, marque la pauta y que tenga la autoridad moral para hacerlo. Ahora dista mucho de eso.
P. ¿Considera que la división política es un lastre?
R. Sí, total y absoluto, y se está viendo a todos los niveles. Que sea noticia que se reúnan el presidente del Gobierno central y la de la Comunidad de Madrid a los seis meses de pandemia lo dice todo. Lo ha destacado la prensa internacional también. Es notoria la absoluta falta de entendimiento entre las comunidades y el Gobierno central, las diferencias entre las de un signo y otro y su incapacidad de trabajar conjuntamente en algo que requiere una acción conjunta. Y lo peor es que eso se traslada a la población, porque cuando esta no ve una acción unitaria de las fuerzas políticas, eso no inspira confianza ni anima a seguir las pautas. Creo que esta división ha sido y es muy negativa.
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