¿A qué huele la contradicción?

Desde sus comienzos, la firma italiana ha sabido cuestionar su alrededor para explorar diversos caminos creativos a su paso. Fundada en 1913 por Mario Prada junto a su hermano Martino, en su primigenia tienda de la galería Vittorio Emanuel de Milán ya dieron a conocer un universo singular basado en la calidad y los detalles artesanales de la marroquinería, faceta que les otorgó el papel de proveedor oficial de la familia Real Italiana.

Ese tesón de su fundador por romper las normas establecidas y dar espacio a la experimentación con un diseño propio caló hondo en su hija Miuccia Prada, directora artística de la firma desde hace décadas y una de las mentes creativas que definen el rumbo de la moda cada temporada. Esa pregunta didáctica de “¿y si hubiera otra manera?” que poco cuesta imaginar en las tormentas de ideas que se suceden en sus oficinas, ha sido también el motor de inspiración en su último capítulo olfativo: Prada Paradigme. La nueva fragancia masculina recargable de Prada crea un punto de tensión entre aparentes antagonismos como el yo interior y el mundo exterior, la simplicidad y un envoltorio complejo, o la moderación frente a ese escudo vanguardista que caracteriza a la marca italiana.

Su nombre en sí ya plantea un nuevo horizonte antes de impregnarnos con el aroma, nacido de las apasionadas conversaciones de tres de los artesanos perfumistas más relevantes del presente, Marie Salamagne, Bruno Jovanovic y Nicolas Bonneville. La palabra Paradigme: [pa-ruh-dym] elude a una nueva forma de pensar, de hacer, de ser. Esta fragancia evoca a todos los sentidos esa sinergia de nuevas posibilidades, un puente entre la fuerza y la delicadeza y el éxito como libertad para crear su propio paradigma.

Para trasladar ese mensaje a su fórmula aromática, los perfumistas invirtieron la clásica estructura en forma de pirámide que contiene una fragancia, que suele comenzar con las notas de salida seguidas por el corazón del aroma y una base persistente como final. “Invertir las convenciones de composición para crear una ‘pirámide invertida’ permitió que la fragancia se desarrollara de forma única, con las notas de fondo emergiendo primero y revelando gradualmente las notas de corazón y de cabeza. Esta inversión crea una experiencia realmente cautivadora e inesperada”, explicó el perfumista Nicolas Bonneville durante su lanzamiento.

De esta manera, emerge primero un fondo de maderas ambaradas con el bálsamo de Perú, la resina de benjuí y la madera de guayaco. Una textura ahumada, resinosa y llena de luz que embriaga al instante, contrastando con el corazón verde y floral de la fragancia formulado con extractos de geranio Bourbon recolectado de forma sostenible.

Hablamos de un perfume de autor fresco y energizante que se redondea con las notas rosadas de bergamota de Calabria y almizcles aéreos. Un continuo ‘tira y afloja’ aromático que se graba a fuego en todos los sentidos. “Paradigme es una experiencia de tensión irresistiblemente armoniosa, a través de la cual los sentidos navegan sin cesar, entre la suavidad y la frescura, la fuerza y la delicadeza, la potencia y la sutileza”, revela la perfumista senior, Marie Salamagne.

Un frasco y un rostro icónico para esta nueva etapa

Una fragancia, al igual que la ropa, declaraba Miuccia Prada, puede ser un poderoso instrumento en un mundo en el que los tiempos van a mayor velocidad que su ritmo natural. El nuevo frasco de la familia Prada Beauty revela esa fascinación que siente la firma desde siempre por la arquitectura atemporal, de líneas puras y minimalistas, con una silueta sofisticada y refinada que invita a la curiosidad. “Al concebir el frasco de Paradigme, recurrimos a los archivos de fragancias de Prada y buscamos formas de reinventar el diseño desde una perspectiva contemporánea”, explica Coralie Salem, Directora Creativa de Prada Beauty.

Su diseño de vidrio compacto y líneas biseladas cuenta con el emblemático triángulo que da logo a la firma, y presagia la fórmula invertida de aromas que contiene en su interior. Un gesto arquitectónico que refuerza el degradado en verde del cristal y el mismo tapón negro de Prada Paradoxe, el gran bestseller femenino de la firma. “El color verde resulta inesperado; el borde biselado del triángulo invertido surge como un detalle táctil y sorprendente. En este sentido, es característico de Prada, ya que es a la vez innegablemente sofisticado, pero con un toque de excentricidad”, puntualiza Salem.

Un complejo juego de contrastes que solo podía encarnar en su campaña de lanzamiento el actor y empresario Tom Holland, conocido mundialmente por su papel protagonista en la saga de Spider Man. El artista británico que se subió por primera vez a un escenario a la edad de 12 años, representa para la firma todos los valores que encierra el hombre Paradigme, con una personalidad eléctrica pero humilde que no teme mostrar su vulnerabilidad en el camino hacia el éxito. Un rostro de gran magnetismo que defiende su instinto natural a la hora de diseñar su propio camino, su propio paradigma.

Prada Paradigme Eau de Parfum está ya a la venta en tres tamaños (50 ml, 100 ml y 150 ml). Esta gama refuerza el compromiso de Prada Beauty de promover la sostenibilidad en sus diseños con el uso de vidrio reciclado o una recarga de 150 ml para mantener el frasco original.