Ni cebra ni leopardo: las alas de la mariposa inspiran la colección más táctil y colorista de la temporada

Chris Perani revela la belleza de la naturaleza que es invisible a los ojos. El fotógrafo californiano, afincado en San Rafael, creció rodeado de bosques y densas marismas, un layering de texturas y colores que logra capturar gracias a técnicas experimentales de macrofotografía. El proceso exige precisión y paciencia. Primero utiliza un microscopio para sumergirse en las complejidades de las estructuras orgánicas que nos rodean, creando una profundidad de campo apenas inexistente. Después, hace centenares de exposiciones, cada una de un fragmento muy concreto; un total de 2.100 exposiciones que recompone hasta crear una imagen. El resultado es extrasensorial: la textura de un mineral o el ala de una mariposa, bajo la mirada de Perani, se revelan como un tejido de alta costura, apabullante, hipnótico. Una riqueza textil que COS ha materializado en una de las colecciones cápsula más especiales de la temporada.

“Nuestra intención con esta colaboración era revisar los básicos del guardarropa y reimaginarlos como piezas llamativas. Hemos podido lograrlo combinando colores intensos y profundos, estampados digitales y apliques”, enumera Karin Gustafsson. Para la directora de diseño de COS, esta alianza es la “continuación perfecta” al hilo narrativo de sus últimas propuestas, donde la naturaleza también cobra especial relevancia. “El color es muy importante, y creo que una paleta de colores inspirada en la naturaleza asegura que una colección se mantenga atemporal, mientras que añadimos nuevos colores cada temporada para que se sienta fresca y actualizada”. Unido a la calidad de los tejidos, como la lana merino o el cachemir, COS logra así elevar las prendas cotidianas, dotándolas de una experimentación y una intelectualidad que trasciende al paso del tiempo.

El intrincado trabajo de Perani cobra vida en una colección compuesta por 24 prendas, tanto para hombre como para mujer, marcada por la riqueza de texturas y materiales táctiles. “Lo más destacado para mí es la clásica camisa blanca, que presenta un llamativo aplique de cuentas de una ala de mariposa; es una pieza clásica, pero las cuentas han aportado una capa adicional de interés”, apunta Gustafsson. Esa minuciosidad se aprecia también en las llamativas prendas vaqueras, adornadas con un sutil estampado de jacquard que insiste en la belleza del lepidóptero, y alcanza su máximo esplendor cuando se viste en clave total look.

El peso de la colección recae en la técnica. Para capturar los colores vivos y profundos de las fotografías de Perani, la marca utilizó la estampación digital, pero lo hizo con una mentalidad prácticamente artesanal. “Los estampados digitales se han aplicado a ambos lados de la tela, creando una silueta pesada, pero fluida, que imita los movimientos de la naturaleza; son los detalles sutiles los que contribuyen al efecto general”, desentraña Karin Gustafsson. Podríamos decir que son esos mismos detalles los que han convertido a COS en una firma de culto.