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Gallos, desafines y malas decisiones: las actuaciones musicales que casi arruinan una carrera

La desafortunada interpretacion del himno americano por parte de la cantante country Ingrid Andress se suma a la enorme lista de ocasiones en las que buenísimos intérpretes tuvieron una mala noche.

Cantantes
Pepa Ortiz / Getty Images

Ingrid Andress es una cantante y compositora que ha sido nominada cuatro veces a los premios Grammy. Al igual que muchos artistas de estilo country, su popularidad es especialmente notable en Estados Unidos. Pero una aparición esta semana en un evento deportivo, el Home Run Derby de la MLB (Major League Baseball), ha hecho que su nombre se haga famoso en todo el mundo y no por los motivos que ella hubiese deseado. Su interpretación de The Star-Spangled Banner, el himno nacional, momento clave para cualquier artista estadounidense, estuvo llena de desafinaciones, errores de ritmo y hasta cambios de melodía y fue recibida con abucheos en el estadio y críticas en las redes sociales. Ella pidió disculpas en Instagram, confesó que estaba borracha y anunció que va a acudir a un centro de rehabilitación. Por si a Andress le consuela, no es la primera ni será la última estrella de la música cuyo talento vocal es cuestionado por un número difícil de defender. Y, casi siempre, ha habido una segunda oportunidad.

El caso de Andress ha hecho que muchas personas rememoren el momento en el que Fergie cantó el himno estadounidense antes de un partido de la NBA en 2018. La que fuera vocalista de The Black Eyed Peas no atinó con las notas y las cámaras llegaron a mostrar las reacciones de varios jugadores de baloncesto riéndose. “Soy una persona que toma riesgos artísticamente y claramente esta interpretación no alcanzó el tono deseado”, declaró la artista en un comunicado. Seis años después, algunos usuarios en YouTube comentan que ya no les parece tan terrible su actuación al compararla con la de Andress. “Estoy aquí tras escuchar el himno nacional en el Home Run Derby de 2024 y Fergie ahora suena como un ángel”, escribió un comentarista.

Si cantar el himno estadounidense en solitario es todo un reto, la situación se complica al hacerlo en grupo. The Cheetah Girls, una banda femenina con el sello Disney, se atrevió con The Star-Spangled Banner en otro partido de baloncesto en 2008. Sus esfuerzos fallidos por hacer armonías vocales y sus desacertados agudos se vieron superados por su intento de lucirse con la nota final.

La misma canción puso a prueba la garganta de Steve Tyler antes de un partido de la NFL. El público reaccionó con abucheos al ver que el líder de Aerosmith no era capaz de entonar correctamente el himno de su país. Incluso se le quebró la voz cuando trataba de hacer un agudo.

Más allá del himno

Entre los más melómanos es casi unánime la opinión de que Whiney Houston fue la mejor intérprete del himno cuando lo cantó en Tampa en 1991 y enmudeció a un estadio (y un país) entero. Pero menos de 20 años después, los titulares serían mucho más crueles con ellas. “Houston, tenemos un problema” es la frase a la que recurrían algunos medios a la hora de hablar sobre los directos de la cantanteen 2010. Los conciertos de su última gira en vida recibieron un aluvión de críticas negativas. Resulta evidente que su voz no era la de antaño y que, tras unos años durísimos y una rehabilitación que no había completado no estaba en las condiciones idóneas para defender clásicos de su repertorio, especialmente la exigente I will always love you. Muchos de sus fans creen hoy que aquella gira nunca debió suceder o debió ser pospuesta, en todo caso, hasta que la cantante estuviese en condiciones para enfrentarse a un repertorio que pocas voces podían defender. En 2011 volvió a rehabilitación para tratar su adicción a las drogas y en 2012 falleció.

Mariah Carey, otra intérprete de la escuela virtuosa de Houston, ha presumido en infinidad de ocasiones de su registro vocal de cinco octavas, pero no todas las actuaciones de la diva han estado a la altura de lo que espera el público. La guinda a los diversos problemas que tuvo en 2014 para grabar un concierto navideño en Nueva York fue la filtración del audio de lo que había registrado el micrófono mientras interpretaba All I want for Christmas is you. La reina de la Navidad pidió disculpas y dijo que la situación estaba fuera de su control: “Sabéis que nunca querría decepcionaros”.

El talento vocal de Enrique Iglesias ha sido cuestionado por muchas razones: su legendario audio viral a principios de la década de los 2000 con Rhythm Divine le llevó a ir al programa del célebre Howard Stern para cantar en directo y demostrar que aquel había sido un mal día. En todo caso, el cuestionamiento de sus dotes vocales nunca se detuvo y se seguían publicando artículos que analizan con desdén sus conciertos en 2023. En el año 2015 acudió al Starlite Festival de Marbella y le costó encontrar el tono adecuado para su versión de La chica de ayer, que fue definida por la prensa como un “destrozo”. “Qué desastre si Antonio Vega resucitara”, expresó un usuario en YouTube.

Otra versión que acaparó titulares y críticas en Internet fue la que Ramoncín hizo de Come as you are, de Nirvana, en 2010. El artista admitió que no había sido “una buena versión”. Se justificó diciendo que era algo arriesgado y que no había podido ensayar bien con su banda.

Los miembros de Take That intentaron sacar su lado más gamberro en 1995 para cantar Smells like teen Spirit, de Nirvana. Gary Barlow rompió su camiseta y se metió en el papel de una estrella del rock durante cuatro minutos que son difíciles de describir. “Más allá de la parodia. Cada segundo de esto es absolutamente insoportable”, indica un comentario en YouTube. “Como gran fan de Take That, esta es una de las cosas más extrañas que he visto en mi vida. Desearía que no existiera”, añade otro.

¿Qué sucede cuando uno de tus compañeros de grupo decide destrozar tu actuación a propósito? Es lo que ocurrió cuando los integrantes de Red Hot Chili Peppers visitaron Saturday Night Live en 1992 para cantar Under the bridge. El guitarrista John Frusciante, que no estaba satisfecho con el éxito de la banda, ignoró la partitura, tocó su instrumento de manera errática y dejó para la posteridad unos coros en forma de alaridos. El vocalista Anthony Kiedis explicó en su autobiografía que en aquel momento sintió que había sido “apuñalado por la espalda” y puesto en evidencia delante de toda América, “mientras Frusciante estaba en un rincón en la sombra, realizando algún experimento disonante y desafinado”.

También en Saturday Night Live nació, con un enorme traspiés, una carrera que luego se demostraría espectacular: la de Lana del Rey. Fue en 2012, antes de publicar su álbum Born to Die, pero cuando algunos de sus temas ya arrasaban en Internet y comenzaba la época de los éxitos virales. El periodista Brian Williams definió su actuación como una de las peores de la historia del programa. Sus múltiples cambios de voz en Blue Jeans desconcertaron al público. “Hay 20 cantantes diferentes dentro de esta mujer y da miedo”, comentó un usuario en YouTube. Otro señaló que en cuestión segundos pasaba “de rapera de la costa oeste a cowboy country y a Shakira”.

Rosa López ha compartido en varias ocasiones los problemas que tuvo con sus cuerdas vocales al inicio de su carrera. “Casi me quedo sin voz por una negligencia médica”, contó a Bertín Osborne. Debido a esos problemas, sus actuaciones en televisión, como cuando interpretó Sueña en una gala de Canal Sur en 2017 fuera de tono y de tempo, no lograron en ocasiones estar al mismo nivel que cuando conquistó al público de la primera edición de Operación Triunfo. A veces, el talento y la voz no logran anteponerse a una voz que no quiere funcionar.

Si hablamos de Operación Triunfo es obligatorio rescatar la que fue calificada como “la peor y más lamentable” actuación de la historia del programa. Tuvo lugar en una época en la que la audiencia de Telecinco se disparaba durante las duras críticas de Risto Mejide. Corría 2008 cuando Esther Aranda y Tania G versionaron Las de la intuición, de Shakira. Risto Mejide se reencontró con la primera en 2023 y le pidió disculpas: “Lo siento mucho, de verdad, ojalá no hubieras tenido que pasar por eso”.

La reunión de Led Zeppelin en 1985 para el multitudinario concierto Live Aid en Filadelfia dejó mucho que desear. Phil Collins fue incluido como segundo batería en el último momento y sin dominar las canciones del grupo, mientras que un caótico Jimmy Page iba a su propio ritmo con la guitarra. Pero lo que muchos fans recordarán de este histórico reencuentro es que Robert Plant estaba afónico. El cantante había dado varios conciertos en solitario en los días anteriores y admitió que se había quedado sin voz tras los ensayos.

Algo habitual en el mundo del pop es utilizar una versión pregrabada de tu canción, para que cuando tengas que presentarla en directo no suene igual que en el disco y puedas recurrir a ella, especialmente si tienes que seguir una coreografía exigente. Una gala benéfica en la televisión británica en 2012 mostró a Cheryl Cole bailando y simplemente susurrando algunos versos de Call my name. La pista vocal del playback no sonó y ella tardó más de un minuto en darse cuenta. Su cara al terminar lo dice todo.

La rivalidad y las tensiones entre los hermanos Gallagher acabaron provocando la separación de Oasis en 2009. Antes de tomar caminos separados, dieron un concierto en Argentina en 2006 en el que la actitud de su cantante contrasta con el entusiasmo del público. La vocalización de Liam, farfullando más que cantando Wonderwall (está en el minuto 56:12 del siguiente vídeo), no pasó desapercibida para Noel, cuyo rostro no puede ser más expresivo.

El festival de Eurovisión contó con una invitada de excepción en 2019: Madonna. Millones de personas vieron cómo la reina del pop desafinó y la criticaron por sus gallos en directo, especialmente por tratarse de Like a Prayer, un tema que ha cantado cientos de veces en varias giras. Sin embargo, la actuación subida a su canal de YouTube pasó por el filtro del autotune para eliminar sus errores vocales. La siguiente comparativa evidencia que su número necesitaba numerosos retoques.

Si hablamos de Eurovisión, Manel Navarro se adelantó a Madonna. La actuación del representante de España en el festival en 2017 quedó marcada por el gallo que le salió en el punto álgido de Do it for your lover (minuto 2:24). Años después de obtener la última posición en el festival, el cantante habló sobre el acoso que sufrió a raíz de este episodio: “Recibí amenazas de muerte, por la calle me escupieron, salía de fiesta y me tiraban hielos…”. Fue solo un gallo.

Selena Gomez fue la encargada de abrir los American Music Awards en 2019. Su actuación fuera de tono con la balada Lose you to love me resulta incómoda de escuchar y de ver, ya que deja patente que la cantante estaba atravesando un mal momento. Posteriormente salió a la luz que la intérprete había sufrido un ataque de pánico antes de salir al escenario.

El inicio del número de Rihanna en los MTV Video Music Awards en 2016 se ve beneficiado por el hecho de que muchas de sus palabras están censuradas. La cantante, que no ha vuelto a lanzar un disco desde que aquel año publicara Anti, no fue capaz de acertar con la nota exacta en un momento demasiado largo e incómodo durante su interpretación de Needed Me.

Casi todos estos artistas han continuado con carreras de éxito después de estos traspiés, demostrando que en el pop la voz es un elemento más de un conjunto. Los que no, han sabido tomárselo con sentido del humor. Y muchas de las actuaciones que fueron en su momento dianas de las críticas más despiadadas gozan hoy de una nueva mirada más comprensiva cuando conocemos las circunstancias personales que atravesaban los y las artistas que no pudieron estar a la altura de su canción. Una mala noche la tiene cualquiera.

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