Carlos Alcaraz responde con traje y zapatos a los que decían que solo Federer es elegante

“Creo que mi favorito era el traje gris. Me hacía sentir preparado para los negocios”, declaraba Carlos Alcaraz a WWD, coincidiendo con el lanzamiento, en verano de 2023, de su primera campaña como embajador de Louis Vuitton. Y precisamente un traje de color gris era el elegido para presentar el partido amistoso en el que venció este fin de semana a Rafael Nadal en Las Vegas, organizado por Netflix.

En la rueda de prensa previa al partido, Andre Agassi y el CEO de Netflix, Greg Peters, posan junto a Nadal y Alcaraz. Todos, menos el tenista murciano, tienen en común una cosa: que junto a sus trajes lucen zapatillas de deporte: ese socorrido estilo híbrido que los últimos años ha aniquilado el look formal. Carlos Alcaraz, a pesar de que es un fanático del universo sneaker, se mantiene fiel a los códigos clásicos de la elegancia masculina y deja ver que, tal vez, vestirse para la ocasión vuelve a ser tendencia.

Con su atuendo de este fin de semana, Alcaraz acalla a quienes criticaron la decisión de Louis Vuitton de vestirlo con prendas sofisticadas en su campaña del pasado verano: algo que “solo encaja con Roger Federer”, afirmaban algunos fans del tenista suizo. Otro comentario al anuncio de Vuitton decía: “Le ponen a hacer cosas ridículas, cuando no es ni Nadal, ni Federer, ni Djokovic”. O “a baby Carlitos se le da muy mal posar”.

Las fotos de aquella campaña, sin embargo, dejaban ver que Carlos Alcaraz se tomaba en serio su papel como hombre de moda. La sesión de fotos tuvo lugar en los salones del hotel de Maisons, un palacete del siglo XVIII que fue residencia de Karl Lagerfeld durante más de 30 años. El tenista realizaba sus mejores movimientos vestido con diferentes modelos de la colección. Poco después Pharrell Williams presentaría su primera colección como director creativo de la firma. “Es un icono”, se pronunciaba entonces Carlos Alcaraz, “¿hay algo que no pueda hacer? Como todo el mundo, estoy deseando ver qué hace en Louis Vuitton”.

El interés de Alcaraz por la moda es particular: valiente en la cancha (sus camisetas sin mangas homenaje a su ídolo y rival cosechan titulares) y básico en el día a día. Su uniforme se compone de pantalones de talla perfecta, zapatillas de deporte y, sobre todo, cazadoras de cuero, corte recto o la típica bomber universitaria. Y, al igual que en Las Vegas se puso un dos piezas, el murciano también sabe enfundarse en un esmoquin, como el que llevó para la cena que cada año organiza el campeonato de Wimbledon en Londres. Llámenlo madurez, ese bendito momento en el que se agradece saber adaptar el estilo a la ocasión. Todavía más si, añadiendo unos zapatos al traje, te colocas entre los primeros de la clase.

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