¿Unas Timberland de cuatro cifras? Louis Vuitton reinventa la bota más famosa del mundo

Días antes de su desfile en París, Pharrell Williams dejó ver en su cuenta de Instagram (@skateboard) la que iba a ser una de las piezas estrella de su colección. En ella el artista y productor llevaba puestas unas clásicas botas Timberland, pero al levantar el bajo de su pantalón y mostrar el interior de la lengüeta, en ella se veía el monograma de Louis Vuitton. Los titulares lo adelantaron y acertaron: durante el desfile en el que mostraba su tercera colección como director creativo de la línea masculina de la maison se confirmó que las botas de Timberland versionadas por Louis Vuitton eran una realidad.

No es la primera vez que vemos cómo las grandes marcas de lujo se fijan en algunos de los modelos más icónicos de otras firmas para crear sus versiones, a precios bastante alejados del de los diseños originales. Uno de los casos más sonados fue el de las Stan Smith de Adidas creadas por Balenciaga. Demna, director creativo de la firma, eligió este modelo para darle su propio toque: les añadió una suela algo más fina y con aspecto usado, cambió el cuerpo por una piel más fina y horma más estrecha y les otorgó un aspecto de zapatilla vieja que, por supuesto, fue muy criticado en redes sociales. Conseguir ese efecto de años de uso, además del logo y la piel premium utilizada para su fabricación en Italia forman parte, precisamente, del proceso que encarecía el producto hasta alcanzar los 695 euros. Una cifra irrisoria, eso sí, comparada con los cerca de 2.500 euros que rondaban en las subastas de reventa.

Memorables fueron también los Crocs, esos zuecos de goma tan odiados como amados, que Chrisopher Kane decoró con piedras de colores en 2016 incrementando su valor hasta los 260 euros y que elevó a este calzado como objeto de moda irrefutable. O las Adidas Gazelle que Gucci ha reinterpretado con su lona monograma en una combinación de colores pop. O las zapatillas Nike Air Jordan 1 versionadas por Dior, una de las colaboraciones más populares de 2020 (según Business of Fashion, cinco millones de personas se registraron en el microsite creado por la casa francesa para acceder al lanzamiento, que se vendieron por cerca de 2.000 dólares y se revenden por una cifra diez veces superior a su precio original).

Pharrell Williams engrosa con esta última colaboración la larga lista de alianzas entre el lujo y marcas de calzado streetwear y que, a la vista de los precedentes, es beneficiosa para todas las partes. Aún no se conoce la fecha en que saldrán a la venta, ni su precio de venta al público, pero un vistazo a las colecciones de calzado de la firma francesa permite suponer que, si se mueven en la misma franja de precios, las nuevas Timberland podrán alcanzar las cuatro cifras. La visión propia de una firma exclusiva y la utilización de materiales de lujo explican el incremento del precio. Y, en este caso, Pharrell no se ha limitado a estampar un logo: ha sido él quien ha liderado el proceso creativo. El diseño parte del clásico modelo de la marca, el 6 pulgadas, solo que este es un 15% más grande que el original. Además, en su producción se han empleado las fábricas italianas de Louis Vuitton. La piel de nobuk impermeable en color trigo o negro característica de Timberland se complementa con el monograma de la casa francesa grabada y se añaden nuevos modelos elaborados con nobuk con textura de guijarro y nobuk de búfalo supergranulado. La verdadera joya de esta colaboración, en el sentido literal, llega con una edición muy limitada confeccionada con ojales y colgantes en la lengüeta con el monograma de Louis Vuitton en oro auténtico, presentada en baúles de lona y plexiglás con el monograma.

Este lanzamiento se enmarca en un despliegue sin precedentes de Timberland en la semana de la moda masculina de París, y también en la celebración del cincuentenario de su bota más famosa, que cumplió medio siglo en 2023. Es la primera vez que Louis Vuitton colabora con Timberland, pero no la primera para Pharrell Williams quien lleva ya varias colecciones de botas de esta marca junto a su marca Billionaire Boys Club. Podría decirse que este es el calzado fetiche que el artista ha querido llevarse consigo a París. Algo que ya hizo su predecesor, el fallecido Virgil Abloh, que llenó la centenaria firma francesa con sus zapatillas favoritas: las Nike Air Force 1s y que demostraría que, en el siglo XXI, para conocer los intereses y gustos más personales de alguien solo hay que prestar atención a sus pies.

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