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De Lladró al ‘design thinking’: Cómo Valencia ha conseguido ser Capital Mundial del Diseño

La ciudad lleva décadas en la industria, pero la capitalidad y la multitud de proyectos que ha desencadenado ha hecho que la ciudad por fin se convenza de ello. Recorremos sus calles para hablar con sus protagonistas

Obra de Jaime Hayon para Lladró, ciudad de las artes y las ciencias de Calatrava, butaca Element de Andreu World y fachada de Bombas Gens.
Obra de Jaime Hayon para Lladró, ciudad de las artes y las ciencias de Calatrava, butaca Element de Andreu World y fachada de Bombas Gens.Pol Anglada

¿Valencia? Ha amueblado las oficinas de gigantes como Google y una vez Michael Jackson se desvió más de 300 kilómetros del trayecto de una de sus giras para visitar la fábrica de Lladró en Tavernes Blanques, pero cuando hasta hace poco la mayoría de valencianos escuchaba la palabra diseño, se encogía de hombros y señalaba en dirección a Barcelona. Se lo dijo Brandon Grein, miembro del comité de la World Design Organization, al presidente de la Generalitat Valenciana durante la visita que hizo la organización en 2019 para valorar la candidatura de Valencia como Capital Mundial del Diseño 2022. “Valencia ya es una capital mundial del diseño. Ahora solo hace falta que se sepa”, fueron las palabras exactas que ahora recuerda Xavi Calvo, director general de la capitalidad.

Tres años después, Valencia y el resto del mundo han empezado a enterarse. Las actividades programadas por Calvo y su equipo durante la primera mitad de este año de capitalidad han tenido como objetivo que la idea de diseño fuera calando en la ciudad y su agenda cultural, algo que fundamentalmente han conseguido mediante exposiciones. Una de las que más éxito ha tenido es la que aún puede visitarse en el IVAM sobre los carteles y flyers de las discotecas de la ruta del bakalao, un legado gráfico que, según Calvo, “se ha valorado poco y se ha guardado mal”.

En el área de la artesanía destaca Diseñar el Aire, una muestra de las versiones realizadas por veinte diseñadores internacionales del clásico abanico valenciano con la colaboración de Ángel Blay, último maestro especializado en el abanico de nácar. De este material está hecho el de Inma Bermúdez, actualmente una de las diseñadoras más destacadas de Valencia. Nacida en 1977, Bermúdez es la única española que ha diseñado para Ikea y pertenece a una de las primeras generaciones de valencianos que no tuvo que irse de su ciudad para encontrar buenos profesores de diseño. Inma Bermúdez estudió en la escuela de diseño industrial del CEU, fundada en 1986. “Los fundadores de CuldeSac o Jorge Díaz (director de diseño de Seat) estudiaron allí antes de pasar por el Royal College of Art de Londres. Fui afortunada de tener referentes valencianos”. Tras vivir un tiempo en Suecia, decidió regresar a su ciudad y continuar desde allí su colaboración para Ikea y otras firmas, un paso que en los últimos años también han dado otros diseñadores como Jaime Hayon, Premio Nacional de Diseño 2021. Para sus colegas, que Hayon ni siquiera fuese valenciano entrañaba un puñado de buenos augurios. “Cuando Jaime decidió mudarse a Valencia pensé: si él se viene, entonces yo también estoy muy bien aquí”, afirma Bermúdez.

El madrileño Jaime Hayon será el protagonista de otra de las exposiciones del programa, aunque no será hasta octubre cuando se inaugure la retrospectiva de su trabajo como diseñador para firmas como Cassina o Lladró.

Taburete dúplex de mariscal.
Taburete dúplex de mariscal.Pol Anglada

Otra exposición que ha tenido muy buena acogida es Per qué soc així?, comisariada por Juli Capella en el Centre del Carme. Se trata de una muestra de objetos cotidianos (desde clips a exprimidores de naranja) procedentes de la colección Pérez de Albéniz-Bergasa. El diseñador barcelonés ha querido derribar con ella los prejuicios de quienes entienden el diseño como una etiqueta elitista o superficial y demostrar que es algo fundamental que nos acompaña durante todo el día. “¿Tú sabes algo que no esté diseñado? Dime algo que no lo esté. Bueno, ese árbol, pero estas sillas de aquí sí y además son la Spanish Chair de Casas. Otra cosa es que la gente lo sepa”, dice Capella en una terraza del Centre del Carme minutos antes de presentar el catálogo de su exposición. “A lo que voy es a que igual este año de capitalidad no hace que el diseño valenciano mejore, pero sí servirá para que sea más conocido. Es lo que siempre ha diferenciado esto de Barcelona. En Valencia hay industria y muy buenos diseñadores, pero hasta ahora no lo han sabido comunicar”.

En la ciudad de la pirotecnia, la programación de la capitalidad design irá de menos a más. En junio, se pasará a una nueva fase con la inauguración en la plaza del Ayuntamiento de Ágora Valencia, un pabellón sostenible que se convertirá en la sede de varias de las actividades del programa. Lo ha diseñado el arquitecto Miguel Arraiz con la ayuda del artista fallero Manolo García, autor del espectacular techo de vareta que lo culmina. “No lo vamos a quemar”, aclara Arraiz, quien explica que terminado este año de capitalidad el edificio se trasladará a la Marina de Valencia a hacer compañía a otros edificios icónicos como el Veles e Vents de David Chipperfield. Será también en junio cuando se celebre el primero de los siete eventos principales del programa, coorganizados con la World Design Organization: el día 13 arranca Experience, un festival internacional de charlas y talleres de diseño que traerá a Valencia a figuras como David Navarro, director de diseño de producto de Twitter, Brian Collins, fundador de Collins, o Caterina Bianchi, fundadora de Studio Nari.

En septiembre y octubre, la agenda de la capitalidad entroncará con otras organizaciones relacionadas con el diseño como la feria del mueble Hábitat o la Fundación Arquia, que este año celebrará en Valencia su festival de arquitectura joven, mientras que en noviembre habrá varios foros de diseño y una gran gala en la que Valencia cederá el testigo a la siguiente Capital Mundial del Diseño.

El desafío es que, una vez concluido 2022, Valencia no se deshaga del legado de su capitalidad como si fuese una corona de laureles secos. Con este objetivo nació el año pasado la Fundació del Disseny de la Comunitat Valenciana, aunque según Xavi Calvo la Capital Mundial del Diseño ya ha dado algunos frutos que quedarán en la ciudad. La organización ha promovido la creación de un consejo de diseño municipal que elaborará informes sobre diseño para las distintas concejalías y la alcaldía, mientras que proyectos como NollaMap (una aplicación que permite mapear la cerámica Nolla por el mundo) seguirán desarrollándose.

En marcha está también la creación de un distrito del diseño en la Marina, un proyecto que se enmarcará dentro del movimiento New European Bauhaus de la Comisión Europea. Si todo va bien, habrá una Bauhaus mediterránea y tendrá más colorcito que la de Mies van der Rohe.

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