Se buscan jóvenes diseñadores e inventores. Razón, aquí
Braun culmina la celebración de su centenario con una nueva convocatoria del certamen Braun Prize, un reto dirigido a jóvenes creadores para intentar mejorar el mundo a través del buen diseño
Con una filosofía enraizada en la Bauhaus, Braun revolucionó la industria cosmética con sus icónicas maquinillas eléctricas, gadgets que enfrentaban la cultura de lo desechable basándose en tres principios fundamentales: eran sencillos, útiles y duraderos. Creada por el ingeniero alemán Max Braun en 1921, la marca hizo de la forma, la función y la funcionalidad un lujo cotidiano. Cien años después, continúa celebrando y premiando el buen diseño.
Con su prestigioso Braun Prize, el certamen que desde 1968 promueve el papel del diseño industrial como agente social, la marca reta a jóvenes diseñadores, creativos e inventores a seguir sus pasos. Bajo el lema “Shape tomorrow” (diseña el mañana), ha convocado su edición más especial, dotada con 100.000 dólares en premios a las mejores ideas repartidos entre un total de 10 ganadores en dos categorías: estudiantes y jóvenes creativos con menos de 5 años de experiencia. Un título en el que entran tanto productos enfocados a problemas globales como creaciones sencillas e ingeniosas para facilitar la vida cotidiana.
Ambos preceptos han alimentado el éxito de Braun desde sus inicios. Ante un acto tan mundano como es el afeitado, la marca respondió con calidad artística, abriendo camino hacia unas maquinillas funcionales, eficientes y poderosamente estéticas. De forma ovalada y amarillo pastel, el propio Max Braun presentó en los años cincuenta la primera afeitadora de lámina, la S 50. Una innovación que lograba una rasurada limpia de una sola pasada.
De su apuesta por el talento nacerían otras creaciones, como la Micron Plus Universal, considerada la primera afeitadora de barba por su exterior punteado. Un diseño de 1979 ideado por Roland Ullman, cuya textura irregular facilitaba su uso y evitaba que se deslizara o se cayera de las superficies. Ese mecanismo de recortadora deslizante incluso sigue de moda en la actualidad.
Braun ha dado forma al pasado, presente y futuro gracias a sus inventos basados en el buen diseño. Con esta nueva edición del Braun Prize, anima a los jóvenes a afrontar con sus creaciones los retos y preocupaciones de las nuevas generaciones. ¿Qué puede hacer el diseño por nosotros? Según los datos de un estudio elaborado por la marca basado en como percibe el diseño la Generación Z, que ha inspirado esta edición, el 78% de los encuestados (un total de 2.500 jóvenes de entre 18 y 24 años) considera que el diseño puede mejorar la inclusión, corregir deficiencias y favorecer la facilidad de uso; mientras, el 56% de los jóvenes considera sostenible el diseño de calidad capaz de durar mucho tiempo.
Las candidaturas, dirigidas a estudiantes y profesionales con menos de cinco años de experiencia, pueden presentarse desde cualquier parte del mundo, entre julio y agosto, a través de su web: www.uk.braun.com/en-gb/braunprize. El fallo del jurado, compuesto por líderes internacionales del diseño, se conocerá en el mes de octubre. El objetivo es el mismo de todas las ediciones: apoyar el nuevo talento para hacer del mundo un lugar mejor a través de la creatividad.
Cien años de creatividad
Braun ha logrado conjugar funcionalidad y estética para crear cada uno de los preciosos objetos que conforman su legado. El centro de diseño de la marca en Alemania es un museo en sí mismo, del que cuelgan piezas icónicas como el Braun Wandalage, la unidad de audio creada en 1965 por Dieter Rams. “Estoy muy intrigado en lo que se considera arte o artístico. Creo que la unidad de pared para mí es una increíble forma de ver el sonido, como un objeto en sí mismo, siempre me ha parecido una obra de arte montada en una pared. ¿Es un objeto de diseño convincente?”, se pregunta Virgil Abloh en el cortometraje rodado en la increíble Farnsworth House de Mies van der Rohe en Illinois (EE UU), para presentar su última colaboración con Braun.
Como parte de las celebraciones de su centenario, la marca ha vuelto a colaborar con el polifacético director creativo y DJ –con quien ya había lanzado el colorista despertador BC02–, para reinterpretar el Wandalage original. Abloh ha analizado y explorado cada ángulo de la pieza, plasmando su personal visión conceptual, para crear una nueva pieza de arte funcional. Un nuevo equipo de sonido, en un pulido acabado metálico, que ahonda en el legado estético de Braun y mantiene el principio original de la marca: un buen diseño está hecho para durar.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.