Acusado de desorden público el bromista (sin gracia) que agarró a Ariana Grande en el estreno de ‘Wicked’ en Singapur

En las escasas 33 publicaciones de su perfil de Instagram, el australiano de 26 años Johnson Wen, que acumula 11.000 seguidores en la red social, ha dejado un reguero de fotos con famosos que podrían ser un inocente documento gráfico de cualquier fan que quiere atesorar encuentros. Pero hay más. Cualquiera que dedique unos segundos a escudriñar un poco esas imágenes verá algo raro en ellas, un rictus tenso en el rostro de esas estrellas con las que Wen posa que delata que algo no va bien, que algo no es natural.

Efectivamente, @pyjamamann (este es su usuario) lleva años colándose donde no debe para conseguir una foto de su transgresión que le sirve como una especie de trofeo. Empezó, como muestra su Instagram, entrando sin permiso en campos de fútbol, para luego pasarse al mundo de la cultura y asaltar escenarios en los que actuaban Katy Perry o The Weeknd —ahí están las fotos en las que aparece junto a ellos— y acabar, el pasado 13 de noviembre, en el estreno de Wicked: For Good, en Singapur, agarrando por sorpresa a la actriz y cantante Ariana Grande (Florida, 32 años), por lo que fue detenido, liberado y ahora, acusado de desorden público.

Tristemente para Wen, parece que esta vez no habrá foto en su perfil de la red social. El troll más famoso, como él mismo se ha bautizado en Instagram, ha podido llegar al final de su carrera de bromista sin gracia (por sus comentarios y vídeos posteriores, a él le parece muy divertido lo que hace) tras el asalto a la protagonista de Wicked. Tendrá que conformarse con ver el delito del que se le acusa en los vídeos que se viralizaron, en los que claramente se cuela entre la multitud para plantarse junto a Ariana Grande y agarrarla por detrás, ante la mirada atónita de las dos mujeres que la acompañan, las también actrices de la cinta Michelle Yeoh y Cynthia Erivo. Esta última, además, es una de las primeras en reaccionar y acercarse a Wen para forcejear con él y lograr que suelte a su coprotagonista, en medio del revuelo de gente que se forma, con la seguridad del evento interviniendo y los flashes inmortalizando la escena.

El momento —en absoluto gracioso— puede verse aún en las stories de Wen, justo entre los vídeos anteriores al evento, en los que se graba asegurando que va a conocer a “su mejor amiga Ariana Grande” y se arranca con una perturbadora risita de bruja —como la que encarna la actriz en el filme— y el vídeo en el que se le ve siendo reducido por los guardias de seguridad. La secuencia acaba con otro storie, de última hora del jueves, en la que él mismo sale admitiendo que ha sido arrestado y luego puesto en libertad. Entonces Wen aún tenía ganas de bromas, hasta que ahora un tribunal de Singapur lo ha acusado de alteración del orden público. Según la BBC, el incidente causó una gran indignación y los medios locales han informado de que el acusado, quien no ha contado con representación legal, tiene la intención de declararse culpable.

En cuanto a la cantante, en imágenes publicadas posteriores al asalto se la ve en estado de shock, siendo atendida por sus compañeras de reparto antes de que todos continuaran con el estreno que tenían entre manos con relativa normalidad. Imposible olvidar que fue a la salida de un concierto de la estrella del pop cuando tuvo lugar el atentado del 22 de mayo de 2017 en Manchester, que causó 22 víctimas mortales y más de un centenar de heridos y tras el que la artista ha admitido tener estrés postraumático y depresión.

Fue en abril de este año cuando el troll más odiado saltó al escenario de Katy Perry, durante la gira Lifetimes de la cantante en Sídney. Antes, en 2024, irrumpió en otro escenario, en un concierto de The Weeknd en Melbourne, donde acabó agarrando y abrazando al cantante hasta que la seguridad lo sacó de allí. Todo está en su Instagram, al menor por ahora. Si Wen es declarado culpable por el asalto a Ariana Grande, podría ser multado con hasta 2.000 dólares singapurenses (1.540 dólares estadounidenses, unos 1.300 euros).