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Los detalles del divorcio de Nicole Kidman y Keith Urban: custodia, casas, dinero y cómo él no apoyaba la carrera de ella

El minucioso acuerdo muestra que la ahora expareja firmó un documento sobre sus dos hijas hace semanas, que no tienen propiedades y cómo se han repartido hasta los puntos de sus tarjetas de crédito

Nicole Kidman y Keith Urban divorcio
María Porcel

Ya no hay vuelta atrás en la ruptura entre Nicole Kidman y Keith Urban. Si el lunes se supo que la pareja se había separado durante este verano, el martes se conocía que efectivamente la oscarizada actriz había solicitado formalmente el divorcio del cantante. Desde entonces, han ido cayendo con cuentagotas detalles de una relación que, como tantas en Hollywood, por mucho que brillara por fuera estaba ya vacía por dentro.

Lo que queda claro, en cualquier caso, es que el divorcio es firme, que Kidman, de 58 años, permanece en su casa de Nashville con sus hijas mientras Urban, de 57, ya está en un hogar nuevo en la misma ciudad. Los abogados de la intérprete presentaron los documentos del divorcio el martes 30 de septiembre —fijado también como la fecha formal de separación—, en el condado de Davidson, en Tennessee. Son detalladísimos. En los motivos de la demanda de divorcio, Kidman cita “dificultades maritales y diferencias irreconciliables”. Se tratan cuestiones financieras, inmobiliarias y de la custodia de sus dos hijas, aunque esta, en buena parte, estaba resuelta. Por tanto, la separación no ha sido tan inminente como pareció en el momento en el que saltó a los titulares.

Porque Urban y Kidman sellaron un acuerdo de custodia hace semanas: la firma del cantante en el mismo data del 29 de agosto, y la de la intérprete del 6 de septiembre, tal y como muestran los documentos legales a los que ha tenido acceso la revista People. Con él, Kidman pasa a ser progenitora principal de Sunday Rose, de 17 años, y Faith Margaret, de 14. Las niñas estarán con ella 306 días al año, mientras que Urban las tendrá 59 días.

El acuerdo es muy específico. El cantante estará con las niñas en fines de semana alternos, del sábado a las diez de la mañana al domingo a las seis de la tarde (tanto durante el curso escolar como en verano), además del día del padre. Kidman las tendrá cada Semana Santa y el día de la madre. La actriz pasará con ellas las vacaciones de primavera de los años pares, mientras que el músico las de los años impares. Además, también se alternarán cada año por Acción de Gracias. Con respecto a las Navidades, ahí Kidman tendrá a las niñas para ella sola en años impares (como este); en años pares, ambos compartirán equitativamente esos días. Ambos deben animar a las niñas a querer al otro progenitor, y tomarán juntos un curso para padres divorciados en los dos meses posteriores a la firma del acuerdo.

No habrá pensiones de un lado a otro. Ni para el cónyuge, ni para las niñas; cada uno cubrirá los gastos de las adolescentes cuando esté con ellas. Según el acuerdo, Urban ya ha prepagado lo necesario, y no tendrá que aportar más dinero a Kidman, pese a que esta pase cinco veces más tiempo con ellas. Él ya ha cubierto “todas las cantidades correspondientes a su parte de los gastos de la niñera y otros gastos relacionados con el cuidado de los hijos, los gastos de la escuela privada y los gastos extracurriculares de los hijos menores hasta la fecha en que cada uno de ellos alcance la mayoría de edad y se gradúe del instituto”. Tendrán que tomar decisiones educativas, médicas y religiosas en común.

“Cada parte será responsable de sus propias deudas”, cita el acuerdo, que explica que los ingresos de cada uno de ellos superan los 100.000 dólares (más de 85.000 euros) mensuales. Ambos mantienen sus cuentas bancarias e inversiones, de acciones a fondos, de manera separada. También sus bienes de propiedad intelectual, sus trabajos, son muy distintos, por lo que no hay nada que repartir ahí. El acuerdo va tan al detalle que cita, incluso, que las tarjetas de fidelización de aerolíneas y hoteles y los puntos recibidos por el uso de sus tarjetas de crédito —algo muy común y valioso en Estados Unidos— están asociadas a cada uno de ellos, y libres, por tanto, de ser reclamados por el otro.

Además, tampoco tienen propiedades a sus nombres, “ni individuales ni en común”, y, por tanto, ninguno tiene interés en dichos bienes si no queda reflejado en el acuerdo. Eso se debe a que poseen sus bienes inmobiliarios “a través de fideicomisos, sociedades de responsabilidad limitada y/u otras entidades”. Por tanto, esos bienes están repartidos según esas sociedades, y el otro no puede reclamarlos. Con respecto a “muebles, enseres, electrodomésticos, obras de arte y otros bienes personales”, deberán dividirlos. La ropa, los coches y las joyas son de cada cual.

Aunque los dos seguirán viviendo en Nashville, al menos por ahora, el ya extinto matrimonio tiene propiedades donde elegir. Además de esa granja de Nashville que compraron en 2008 por tres millones de dólares de entonces, y que contiene una casa de siete habitaciones, un cine, pista de tenis y piscina, entre otros, también poseen una granja de 40 hectáreas de terreno en Australia (donde hay una mansión de estilo georgiano de 1878) y dos apartamentos en un lujoso edificio con vistas a la bahía de Sídney; una mansión de 400 metros cuadrados y cinco habitaciones en Beverly Hills (California), y dos apartamentos en Nueva York (un piso de dos dormitorios en Tribeca y un dúplex de 300 metros en Chelsea).

El nivel de detalle de la demanda de divorcio deja entrever que la separación era algo que llevaba gestándose tiempo. Aunque para el público haya sido toda una sorpresa, en pocos días se han ido conociendo detalles sobre el mismo de fuentes cercanas. Estas han ido contando, en distintos medios, cómo la actriz se siente “herida y traicionada”, puesto que ha intentado luchar para salvar su matrimonio, y creía que podía hacerlo, mientras que el músico se ha decantado por la ruptura y ha decidido seguir adelante. “Ha sido devastador para ella, está en shock”, aseguran fuentes cercanas a la pareja a la revista People.

No se veía al ya exmatrimonio junto desde junio: ella ha pasado buena parte del verano en Londres, rodando la segunda parte de Prácticamente magia; él ha estado de gira con su High and Alive World Tour. Ahora se ha sabido que la actriz se ha apoyado en sus hijas este verano, así como en su hermana Antonia. De hecho, ella y los hijos de ambas eran protagonistas de las fotografías en las que Kidman repasaba su verano en Instagram. Su entonces aún marido durante los últimos 19 años no aparecía.

Sin embargo, quienes les conocen afirman a los medios que no se trata solo de que sus vidas hayan ido cada una por su lado, sino que él ha pasado por momentos malos y que ha tomado “decisiones cuestionables”, sin más detalle, por lo que su separación tiene más trasfondo y su círculo lo veía como algo “inevitable”. Además, al parecer, Urban no ha apoyado tanto la carrera de Kidman como ella la suya, aseguran fuentes cercanas. Cuando se casaron en 2006 y tuvieron a sus hijas, la ganadora del Oscar pasó un tiempo lejos de las cámaras, pero desde hace unos años ha buscado más papeles y más presencia en la industria y él no ha estado contento con ello. A las niñas les encanta verla en pantalla, y la apoyan, pero él, afirman, “ha sido lo contrario”: “No la ha apoyado tanto como ella pensaba”.

Como contó ella misma el año pasado en una entrevista con CBS News, fue su madre (fallecida el pasado diciembre) quien le insistió en no abandonar su carrera. “Vivíamos en una granja y mi madre me dijo: ‘Yo no lo dejaría por completo. Sigue en ello’. Y yo le respondí: ‘No, no. Ya está, he terminado’. Ella me decía: ‘Solo escúchame. Sigue adelante. No digo que tengas que hacerlo al mismo nivel que antes, pero yo no lo dejaría por completo”.

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Sobre la firma

María Porcel
Es corresponsal en Los Ángeles (California), donde vive en y escribe sobre Hollywood y sus rutilantes estrellas. En Madrid ha coordinado la sección de Gente y Estilo de Vida. Licenciada en Periodismo y Comunicación Audiovisual, Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS, lleva más de una década vinculada a Prisa, pasando por Cadena Ser, SModa y ElHuffPost.
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