La primogénita del marido de la duquesa roja consigue la herencia millonaria que le corresponde
Una jueza de Soria dictamina que los cuatro hermanos de Rosario Bermúdez, a quien en 2018 el Tribunal Supremo reconoció como hija de Leoncio González de Gregorio y Martí, le abonen 1,2 millones de euros
Ha tardado 11 años, pero Rosario Bermúdez ha visto por fin recompensada esa espera. Este lunes 21 de octubre una juez de Soria ha dictaminado que sus cuatro hermanos por parte de padre, Leoncio González de Gregorio y Martí, deben abonarle 1,2 millones de euros en total en concepto de la legítima estricta que le corresponde por ser la primogénita —además de asumir también los costes del juicio—. Con esta sentencia, Rosario Bermúdez cierra un círculo que comenzó en 2013, cuando iniciaba su proceso de filiación, justo cinco años después de que su padre —al que nunca conoció— falleciera en su palacio en el municipio soriano de Quintana Redonda.
“Estoy muy contenta, pero no entiendo mucho de esto”, explica a EL PAÍS un tanto sobrepasada Rosario, al otro lado del teléfono. A esta humilde ama de casa de la localidad madrileña de Torrejón de Ardoz, que hoy tiene 72 años, la herencia de su padre va a ayudarle a compensar una vida de penurias y sacrificios que ahora saca adelante con una pensión de 800 euros, pero, sobre todo, a aliviar los problemas de salud de su marido y a ayudar a sus tres hijos. “Son muchas cosas de golpe, no sé por dónde voy a empezar”, sostiene.
Tras un duro proceso para conseguir ser reconocida como hija del viudo de la duquesa roja, que finalizó en diciembre de 2018 con un fallo del Tribunal Supremo, después de haber exhumado los restos de su progenitor y haber confirmado que la coincidencia del ADN era del 99,9%, Rosario volvió a toparse con las reticencias de sus ya reconocidos cuatro hermanos —los tres que el hidalgo y jinete soriano tuvo con la duquesa de Media Sidonia, Leoncio, Pilar y Gabriel, y otro, Javier, fruto de una relación sentimental que fue reconocida por su padre en 1995— para hacer efectiva la cantidad que legalmente le correspondía como legítima estricta.
En mayo de este año, el juzgado de Soria instaba a todos los hijos de Leoncio a llegar a un acuerdo para el abono de la herencia. Todos se avinieron a abonar una cantidad en metálico, salvo Pilar, que insistió en pagar su parte —mayor que la del resto de sus hermanos por haber sido designada heredera universal— entregando un monte de pinos en Soria. Finalmente, Leoncio también se desligó del acuerdo y se vio las caras en el juicio que se celebró el pasado 9 de octubre para dirimir el abono de la legítima estricta.
Finalmente, la jueza ha dictaminado que entre todos abonen a Rosario 1,2 millones de euros en metálico, tal y como reclamó su abogado, Fernando Osuna. De esa cantidad, Pilar es la que más proporción deberá aportar, 800.000 euros, por ser la que más heredó, según ha confirmado a este diario el propio Osuna, quien ha señalado también que su clienta está “contentísima”. Según el letrado, la sentencia especifica que el dinero deberá ser ingresado “en metálico” y no pagar una parte o el total con posesiones materiales distintas del dinero. Aunque contra la decisión de la jueza cabe recurso, la decisión permite a Bermudo pedir el ingreso del dinero por adelantado antes de presentar el recurso.
Estos 11 años no han sido solo una carrera de fondo en los tribunales. Para Rosario, sobre todo, han significado luchar por hacer valer su verdad, la verdad que su madre le transmitió desde que, tras quedarse embarazada en 1950 del hijo de los dueños de la casa en la que servía —una de las familias aristocráticas más importantes de España con un linaje que se remonta al siglo XV—, fue despedida y tuvo que refugiarse en Écija para dejar a su hija al cuidado de sus abuelos maternos. Ella, como tantas otras criadas de la época, tuvo que encubrir esa realidad cuando tuvo que marcharse a Madrid a limpiar casas para sobrevivir, pero nunca le ocultó su origen a Rosario. De hecho, en el municipio sevillano la llamaban “la duquesita”. Tuvo que esperar 66 años para que la justicia reconociera su linaje y ahora también puede considerarse legítima heredera.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.