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Pepa Charro, ‘La Terremoto de Alcorcón’: “A mi sobrina de 11 años le pregunto si tiene novia o novio, y no se escandaliza”

La vedete y actriz inaugura una rotonda con su nombre en la ciudad madrileña que la vio nacer, en el marco del Orgullo del municipio: “Quiero empezar el Proyecto Rotonda, que cada persona que haya hecho algo por la diversidad tenga una”

Pepa Charro La Terremoto de Alcorcón
Pepa Charro, conocida también como 'La Terremoto de Alcorcón', el 17 de junio en el Centro Joven Yolanda González de Alcorcón (Comunidad de Madrid).Jaime Villanueva
Javier Caballero

“Soy La Terremoto y vengo de Alcorcón / y hoy estoy aquí de promoción”. Con estos versos Pepa Charro (Madrid, 46 años, según Wikipedia, ella ni lo confirma ni lo desmiente: “Las vedetes no tenemos edad”) se hizo viral en 2005. “Fue muy fortuito, totalmente inesperado, entonces no había ni YouTube. Gastarte 30 euros en una producción, cambiar la letra de una canción y juntarte con cuatro amigas travestis, y conseguir ser el segundo vídeo más descargado del mundo es fuerte”, cuenta la vedete y actriz sobre el éxito de Con Loli. Y recapitula sobre la gira mundial que siguió: Nueva York, Buenos Aires, Amberes, premios en festivales en Hungría, en Turín… En 2007 fue elegida para hacer la canción oficial del Europride, Libérate, que se celebró en Madrid.

Ahora, la ciudad madrileña que puso en el mapa de todos los españoles le devuelve el favor en forma de rotonda. El 17 de junio, Alcorcón inauguró, en el marco de las celebraciones del Orgullo del municipio, la glorieta Pepa Charro – La Terremoto de Alcorcón. “Enrique Cascallana, el alcalde de entonces, me ofreció ponerme una plaza o una calle, pero yo le pedí una rotonda. A mí me hace ilusión pasar con el coche y que el GPS diga: ‘En la rotonda La Terremoto de Alcorcón, coja la segunda salida”, afirma en una sala del Centro Joven Yolanda González, pocas horas antes de participar en la inauguración. Dos días después, viajará a Santorini (Grecia), donde estará actuando en verano.

Pregunta. ¿Qué supone para usted esta rotonda?

Respuesta. Era una petición tan surrealista que jamás pensé que lo lograría. Cuando la reclamé [en 2007, cuando fue nombrada hija predilecta de la ciudad] estaba la fiebre esa de hacer rotondas en todos los municipios. En ese momento, sobre los escenarios, reivindicaba eso y un hospital en Alcorcón, que entonces no había. Quiero arrancar el Proyecto Rotonda, que es darle a gente que ha hecho algo por la diversidad una rotonda a su nombre. Kika Lorace y Supremme Deluxe deberían tener una en Fuenlabrada. Maricones, lesbianas, trans… hay en todos lados, como rotondas, y si les dio por construir tantas, pues vamos a ponerles nombres. Creo que la mía debe de ser la primera rotonda dedicada a la diversidad en el mundo.

P. Ha llegado hasta aquí gracias a La Terremoto. ¿Cree que su carrera habría sido diferente sin este personaje?

R. Supongo que sí, porque son tan pocas las oportunidades que tengo de hacer de actriz... He sido afortunada por trabajar con maestros como mi queridísimo Agustí Villaronga, con el que he hecho cuatro películas. También es importante haber sido conocida por La Terremoto, porque vengo muy virgen a la interpretación y me dejo moldear. Yo cuando empiezo lo hago desde muy abajo por miedo, creo que me va a salir La Terremoto, y creo que eso debe de dar mucha realidad en cámara.

P. ¿En qué se parecen y en qué se diferencian?

R. Las dos somos muy echadas para delante. A veces me encuentro pensando: “Madre mía, pero cómo he dicho que sí a esto”, pero esa sensación me gusta porque soy muy disfrutona. Nos diferenciamos en la poca vergüenza, no es que yo tenga mucha, pero La Terremoto es capaz de presentar un partido de fútbol o las campanadas, a Pepa le cuesta un poco más.

P. ¿Alguna vez intentó deshacerse de La Terre?

R. Seriamente, a los dos años de Con Loli descubrí que podía hacer cosas en el escenario, me quería asomar al maravilloso mundo de la interpretación, y estaba estigmatizada por La Terremoto por completo, era imposible salirme de ahí. Un amigo heredó unos nichos y nos ofreció a unas amigas travestis, a La Prohibida, a Vivian Caoba y a mí, uno a cada una y dijo: “El día que queráis matar a vuestros alter egos, hacemos una gran fiesta, enterramos las pelucas, los tacones y los pintalabios y empezamos una etapa nueva”. Pero en ese momento apareció doña Elvira Vázquez, la dueña de El Molino de Barcelona, me propuso ser supervedete y decidí que era lo mejor que le podía pasar a La Terremoto.

P. ¿Cómo se entierra a La Terre cuando hay que interpretar un papel?

R. Los ojos ayudan mucho, La Terre los tiene siempre muy abiertos, porque es una mujer 360 y tiene que estar a todo. Además, escucha muy poco. Pepa, que es una mujer 180, tiene que esforzarse mucho, y escuchar mucho más.

Pepa Charro, el pasado lunes en Alcorcón (Madrid).
Pepa Charro, el pasado lunes en Alcorcón (Madrid).Jaime Villanueva

P. La rotonda se inaugura enmarcada en las celebraciones del Orgullo y ha sido pregonera de varios ¿Qué ingredientes necesita una persona para ser un icono LGTBI?

R. Me he comportado como me han educado en casa. He tenido una escuela importante, como el grupo Diabéticas Aceleradas, he aprendido a moverme en el escenario mirando a una travesti. Eso se impregna y se queda en todos lados.

P. Hace casi 20 años, nadie hubiese imaginado que existirían estos Orgullos periféricos. ¿Por qué son necesarios?

R. Igual que el metro llegó a Alcorcón, el Orgullo también, es lo mismo, es seguir creciendo; con el metro lo hizo en tamaño, con el Orgullo de cabeza, de corazón, de sentimientos. El sábado [15 de junio] hubo una polémica aquí porque unas drag queens vinieron a leer libros infantiles. ¿Tú crees que a un niño que ve una travesti contando un cuento le importa? Lo que le fascina es la purpurina, la peluca… Debemos seguir pico y pala, pico y pala. Igual que tienes dinero para construir 2.000 centros comerciales, tienes que invertir en las cabezas, y eso es educar, e igual tienes que hacer un Orgullo para dar información.

P. Se critica mucho el carácter festivo y lúdico de esta reivindicación, ¿se puede hacer activismo desde la fiesta o incluso el humor?

R. Yo creo que es muy efectivo, hay discursos que hemos repetido tantas veces que cansan. Hay que ser inteligentes, y la mejor manera de explicar las cosas es con humor. ¿Qué tiene de malo pegarse una fiesta sin camiseta, o desnudo? Con lo bonito que es un torso. Entiendo que en un metro no, porque sudas y molestas, pero en una carroza… Me cuesta mucho ver el mal. Gracias al humor, las pelucas, la purpurina, los colores... hemos dado pequeños pasos. Por ejemplo, tengo una sobrina de 11 años, y le pregunto si tiene novia o novio, y no se escandaliza.

P. En 2018 dio un discurso muy reivindicativo por la igualdad en los Goya, ¿ha mejorado la situación?

R. Se les ha dado voz a muchas mujeres que a lo mejor habrían tardado 10 años más en llegar. Sé que hay entidades además que piensan que tiene que haber un 50%. Pero es que llevamos 20 siglos con un 0%, así que soy de las que piensan: “Chicos, igual os toca un poquito aguantaros ahora”. Porque ¿quién miró por mi abuela, mi bisabuela o mi tatarabuela? ¿Quién dijo pobres estas?

P. La ultraderecha sube como la espuma en Occidente, ¿peligran los derechos?

R. Me niego a pensarlo, pero sé que hay gente que piensa que una transexual no es una persona como yo. A veces me da un poco de pánico, pero suelo ser bastante positiva y pienso que es muy difícil que nos quiten estos derechos, no me queda otra. La primera que me voy al traste soy yo, con el discurso que tengo y los proyectos que hago.

P. ¿Qué papeles busca?

R. Si es que yo no los busco, tengo tan pocas opciones que lo que me llega lo disfruto igual. Nunca he elegido como Pepa; como La Terremoto, sí. Si pudiera, haría dramones todo el rato, porque me cuesta y me gustan los retos.

P. Ya tiene su rotonda, ¿qué sueño le queda por cumplir?

R. No soy nada de objetivos, me encanta que me pongan retos y me lanzo a ellos, pero no soy muy competitiva. Cuando jugamos al bingo en casa, me pongo a sacar las bolas porque no me gusta el estrés de si ganas o no. Lo que me gusta es inventarme proyectos imposibles, montarlos y que salgan adelante.

P. Hablando de proyectos, ¿cuáles tiene ahora?

R. Estoy involucrada en Fiction for Change, que nace en Nairobi de la mano de la actriz Marina Gatell y su pareja Nico Mallol. Fueron a hacer unas prácticas allí, vieron la realidad de los suburbios y decidieron montar una escuela-refugio donde los niños van a hacer sus películas. Escriben el guion, hacen la iluminación, el vestuario, dirigen… No es un documental donde ves la miseria, es una película infantil. Como si hicieras los Goonies en Nairobi. Estamos buscando gente de la industria que se apunte a formar parte de estos equipos y a formar a los niños.

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