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El reloj de bolsillo del pasajero más rico del ‘Titanic’ se vende por una cifra récord: 1,3 millones

La pieza de oro del magnate estadounidense John Jacob Astor IV, que murió en el hundimiento, alcanza el precio más alto pagado nunca por un artículo del famoso buque, según la casa de subastas

El País
Retrato de  John Jacob Astor IV, considerado el pasajero más rico del 'Titanic'
Retrato de John Jacob Astor IV, considerado el pasajero más rico del 'Titanic'.Bettmann Archive/Getty Images

El magnate estadounidense John Jacob Astor IV no era un pasajero cualquiera del Titanic: era el más rico de todo el buque. Cuando la noche del 14 de abril de 1912 el barco chocó contra un iceberg, el empresario primero no creyó que este se fuera hundir. Pero cuando la cosa se puso seria, se aseguró de que su esposa, Madeleine, se subía a uno de los botes salvavidas para luego esperar su turno fumando un cigarrillo. Un turno que nunca le llegó. Astor, a sus 47 años, se hundió con el barco. Ahora, el reloj de bolsillo de oro que llevaba en ese trágico momento ha sido vendido por 1,175 millones de libras (1,37 millones de euros), una cifra que, según la casa de subastas Henry Aldridge & Son, es la más alta alcanzada nunca por un objeto del Titanic en puja.

El precio más alto hasta la fecha pagado por un objeto de memorabilia del buque era un poco inferior: 1,1 millones de libras por un violín que fue tocado en los momentos finales por el director de la orquesta del barco. Se vendió en 2013 en la misma casa de subastas, considerada una de las principales autoridades del mundo en la valoración de recuerdos del Titanic. Ahora, 11 años después, la compra del reloj por parte de un coleccionista privado estadounidense el pasado sábado, 27 de abril, ha elevado un poco más esa cifra, según a confirmado Henry Aldridge & Son. Su nuevo dueño ha pagado siete veces el precio de salida que tenía la pieza en la puja.

Los precios obtenidos por este y otros objetos del Titanic subastados fueron “absolutamente increíbles”, dijo el subastador de la firma Andrew Aldridge. “Reflejan no solo la importancia de los artículos en sí mismos y su singularidad, sino también muestran el atractivo y la fascinación perdurables por la historia del Titanic. 112 años después seguimos hablando del barco, de los pasajeros y de la tripulación”, aseguró en unas declaraciones recogidas por The Guardian. “Lo que pasa con la historia del Titanic es que son 2.200 historias [el número de pasajeros y tripulación]. 2.200 subtramas, cada hombre, mujer y niño tenía una historia que contar y la memorabilia cuenta hoy esas historias”.

La de Astor, magnate empresarial, promotor inmobiliario —sus intereses comerciales, que eran principalmente inmobiliarios, incluían el hotel Waldorf-Astoria original—, inversor y escritor, terminó esa trágica noche. Según Aldrige, se sabe que no solo era el pasajero más acaudalado del Titanic, sino también una de las personas más ricas del mundo, con una fortuna estimada entonces en unos 87 millones de libras, lo que hoy equivaldría a miles de millones. John Jacob Astor IV fue representado en la película de James Cameron de 1997, y fue interpretado por el actor Eric Braeden. Su cuerpo fue recuperado del Atlántico el 22 de abril de 1912, siete días después del hundimiento. Entonces es cuando se le encontró su reloj de bolsillo marca Waltham en oro de 14 quilates, que tenía grabadas las iniciales JJA. Cuando el CS MacKay-Bennett recuperó su cuerpo, localizado cerca de donde se hundió el barco, también llevaba gemelos de oro, un anillo de diamantes con tres piedras y una cartera con dinero, entre otros objetos. Le identificaron por las iniciales que llevaba bordadas en su chaqueta.

Su esposa Madeleine Astor, con quien se casó en septiembre de 1911, cuando él tenía 47 años y ella 18, sobrevivió al hundimiento. La pareja regresaba a Estados Unidos después de una larga luna de miel que les había llevado por Europa y Egipto con el objetivo de apaciguar el escándalo que había producido su enlace en la sociedad de la época. El reloj de Astor fue heredado por su hijo, Vincent (que era un año mayor que su nueva esposa), fruto de su primer matrimonio. Este lo recuperó totalmente restaurado y lo llevó durante algunos años. Hasta 1935, cuando le regaló la joya a William Dobbyn, secretario ejecutivo de su padre y uno de sus mayores confidentes, como regalo de bautizo para su hijo recién nacido, de quien iba a ser su padrino —Dobbyn continuó trabajando con Vincent tras la muerte de su padre—. Según la propia casa de subastas, los Dobbyn conservaron el reloj hasta finales de la década de los noventa, cuando se lo vendieron a un coleccionista. Desde entonces, se ha exhibido en varios museos, como el National Geographic Exhibition de Washington, o el Titanic Museum, en Missouri. Hasta tener nuevo propietario desde el pasado fin de semana.

En la misma subasta, que se celebró en Wiltshire (Inglaterra), se pudo pujar por la maleta que contenía el violín de la banda del barco (se vendió por 360.000 libras; unos 420.000 euros) o una carpeta con documentos sobre los viajes programados para el Titanic (vendida por 85.000 libras; casi 100.000 euros).

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