Sacha Baron Cohen le gana la batalla a Rebel Wilson en el Reino Unido: su biografía se publica con frases tachadas sobre él

Las memorias de la actriz Rebel Wilson (Sídney, 44 años), Rebel Rising, llegaron a las librerías británicas este jueves 25 de abril. El capítulo 23 se titula Sacha Baron Cohen y otros imbéciles, pero está publicado con líneas negras que bloquean varios párrafos después de que los abogados de Sacha Baron Cohen (Londres, 52 años) se opusieran al contenido. El actor y comediante, conocido por sus papeles en películas como Bruno, Borat o El dictador, se ha adjudicado así una victoria en su batalla con la intérprete australiana, que lo acusaba de conducta sexual inapropiada en el libro, como sí ha podido leerse en Estados Unidos, donde la biografía se publicó antes. Aunque eso no esté en el libro que vayan a comprar los británicos, estos no se quedarán sin conocer esa parte de la historia: se han publicado decenas de noticias sobre ello en todos los medios del mundo (británicos incluidos).

En esos pasajes eliminados de sus páginas, Wilson relata un incidente con Baron Cohen cuando ambos eran coprotagonistas en la película de 2016 Agente contrainteligente, en la que interpretaban a una pareja con nueve hijos. Ella lo describe como “la peor experiencia” de su vida profesional, que la dejó “sintiéndose intimidada, humillada y comprometida”. La actriz, también conocida por sus papeles en Dando la nota o La boda de mi mejor amiga, lamenta que esas declaraciones no se pueden imprimir en la edición británica “debido a las peculiaridades de la ley en Inglaterra y Gales”. Así lo explica al principio de ese vigésimo tercer capítulo, que continúa con 33 líneas tachadas que se entiende que contienen esas acusaciones de conducta sexual inapropiada.

Un portavoz de Baron Cohen aseguró que las afirmaciones redactadas eran “demostrablemente falsas” y “difamatorias”. La declaración, recogida inicialmente por Deadline, decía: “Harper Collins [la editorial] no verificó los hechos de este capítulo del libro antes de su publicación y dio el paso sensato, pero terriblemente tardío, de eliminar las afirmaciones difamatorias de Rebel Wilson una vez que se le presentaron evidencias de que eran falsas”. El portavoz también insistía en que imprimir falsedades va en contra de la ley en el Reino Unido y Australia. “No se trata de una ‘peculiaridad’, como ha dicho la señora Wilson, sino de un principio jurídico que ha existido durante muchos cientos de años. Esta es una clara victoria para Sacha Baron Cohen y confirma lo que dijimos desde el principio: que esto es demostrablemente falso, en un esfuerzo vergonzoso y fallido por vender libros”, consideró el portavoz de Baron Cohen.

La editorial Harper Collins ha justificado los vacíos en la edición del Reino Unido alegando que ha sido “por razones legales”, pero que esas líneas silenciadas son “una parte muy pequeña de una historia mucho más grande”.

El libro llegó a las librerías estadounidenses a principios de este mes de abril. En esta versión sin tachones, la actriz afirma que Baron Cohen, que también era guionista y productor de Agente contrainteligente, le pidió que realizara un acto lascivo mientras rodaban en Sudáfrica. El actor, que está en plenos trámites de divorcio de la actriz Isla Fisher después de 13 años de matrimonio, niega vehementemente haber dicho y hecho nada de lo que ella afirma. “La película fracasó, lo que para mí fue suficiente karma. No estoy a favor de cancelar a nadie y esa no es mi motivación para compartir esta historia. Comparto mi historia ahora porque cuanto más hablen las mujeres de cosas como esta, espero que menos suceda”, escribe Wilson en el libro.

Los representantes de Baron Cohen, por su parte, inciden en que las afirmaciones de la australiana están “directamente contradichas por una amplia evidencia detallada, incluidos documentos contemporáneos, imágenes de películas y relatos de testigos oculares de los presentes antes, durante y después de la producción de Agente contrainteligente”.

Durante la promoción de su biografía, Wilson ha aclarado que informó del desagradable incidente a su agente en el momento en el que ocurrió, pero como “esto fue antes del movimiento #MeToo, no tenía la fuerza ni el conocimiento para hacer nada más”, según declaró en una entrevista a People. Sin embargo, asegura que se negó a hacer tareas promocionales para esta película en concreto o asistir a estrenos como resultado de su experiencia durante la filmación.

Otro de los pasajes del libro que más están dando que hablar esta semana es uno en el que la actriz afirma que un miembro anónimo de la familia real británica, que “ocupa el puesto decimoquinto o vigésimo en la línea de sucesión al trono”, la invitó a una orgía en California donde se ofrecían drogas libremente a los invitados —y de la que dice que se fue antes de que empezara—, y que le ofrecieron dos millones de dólares para “pasar un fin de semana con un príncipe jordano”.