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El príncipe Enrique retira su demanda por difamación al tabloide británico ‘Mail on Sunday’

El duque de Sussex demandó al editor ANL por un artículo relacionado con las medidas de seguridad cuando visitaba el Reino Unido al considerar que la historia sugería que había intentado manipular a la opinión pública

El príncipe Enrique, en un partido de hockey sobre hielo en Vancouver, el 20 de noviembre de 2023.
El príncipe Enrique, en un partido de hockey sobre hielo en Vancouver, el 20 de noviembre de 2023.Icon Sportswire (Icon Sportswire via Getty Images)

No pasa un día sin que un miembro (o varios) de la familia real británica protagonice un titular. Si el pasado miércoles fue por la cirugía abdominal a la que fue sometida la princesa de Gales, por la que estará dos meses de baja, y el anuncio de la operación de próstata a la que Carlos III se va a someter la semana que viene, el jueves fue por la visita de Guillermo de Inglaterra a su esposa en el hospital privado de Londres en el que permanece ingresada y por las palabras de la reina Camila asegurando que su esposo “está bien”. Este viernes es el turno de Enrique de Inglaterra, en un nuevo capítulo de su enfrentamiento con los tabloides británicos. Según se ha conocido hoy, el duque de Sussex ha retirado ante el Tribunal Superior de Londres la demanda por difamación que había presentado contra el editor del tabloide Mail on Sunday, por un artículo relacionado con las medidas de seguridad solicitadas por el hijo menor del rey Carlos III cuando visitaba su país.

Enrique de Inglaterra, de 39 años, demandó a Associated Newspapers Limited (ANL), que publica ese dominical, por el artículo publicado en febrero de 2022 que afirmaba que había intentado mantener en secreto su petición de obtener protección policial cuando se encontrara en Reino Unido, seguridad que le fue retirada cuando dejó de ser miembro activo de la realeza en 2020 y se mudó con su familia a Estados Unidos. Los abogados del duque habían afirmado que el texto periodístico “pretendía revelar, en términos sensacionalistas”, que había una contradicción sobre “las declaraciones públicas que había hecho anteriormente sobre su voluntad de pagar la protección policial para él y su familia mientras se encontraba en el Reino Unido”. El príncipe consideró que la historia sugería falsamente que había “mentido” y había intentado manipular a la opinión pública, además consideraba que afectaba a su integridad. Sin embargo, ANL rechazó tal afirmación y consideró que el artículo expresaba una “opinión honesta” y no causaba “daño grave” a su reputación. El largo titular del artículo era el siguiente: How Prince Harry tried to keep his legal fight with the government over police bodyguards a SECRET... then - just minutes after the story broke - his PR machine tried to put a positive spin on the dispute (Cómo el príncipe Enrique intentó mantener en SECRETO su lucha legal con el gobierno por los guardaespaldas de la policía... y luego, apenas unos minutos después de que se conoció la historia, su máquina de relaciones públicas intentó darle un giro positivo a la disputa).

Sin embargo, el príncipe ha retirado la demanda poco antes del límite que había ordenado la Justicia para que el duque presentase los documentos legales relacionados con el caso, tal y como ha confirmado este viernes un portavoz de la compañía editora. Según un portavoz del duque, la decisión viene motivada porque quiere centrarse en la seguridad de su familia y en su caso contra el Gobierno británico por su decisión de no proporcionarle seguridad cuando se encuentra en el Reino Unido. Ese caso es el foco de Enrique, y no la denuncia por difamación que “daría una plataforma continua a las afirmaciones falsas del Mail“, ha afirmó un portavoz del duque en unas declaraciones recogidas por la agencia Reuters.

El pasado mes de diciembre, Enrique de Inglaterra perdió en su intento de conseguir que el magistrado fallara a su favor sin necesidad de tener que ir a juicio, algo que el juez rechazó al considerar que el periódico podía demostrar que las declaraciones emitidas en su nombre no eran ciertas. Eso significaba que Enrique de Inglaterra habría tenido que dar pruebas y documentos ante el Tribunal Superior de Londres a finales de este año para sostener su denuncia. El Daily Mail, tabloide del mismo grupo editor que el Mail on Sunday, ha informado que el príncipe ha abandonado su caso horas antes que sus abogados fueran obligados a entregar los documentos pertinentes. Además, añade que ahora se enfrenta al pago de 250.000 libras al medio (unos 290.000 euros), en concepto de costes legales, además de los honorarios de su propio equipo de abogados, lo que podría costarle, unas 750.000 libras (unos 850.000 euros), según asegura el Daily Mail. Por su parte, un portavoz del príncipe ha afirmado que los costes legales aún no se han determinado.

El caso por difamación, ahora retirado, es independiente de las acusaciones del príncipe —además de otras figuras destacadas, como Elton John— contra Associated Newspapers por obtener información de forma ilegal, que esto sí se espera que llegue a juicio. Además de este, Enrique de Inglaterra tiene otros tres casos abiertos en la justicia, dos contra dos grupos de comunicación y su petición al Gobierno para que le protejan a él y a su familia en territorio británico.

En otro caso separado, el príncipe ganó el mes pasado la demanda que había interpuesto contra el grupo Mirror, que publica varios tabloides británicos, por el pinchazo de su teléfono móvil para obtener exclusivas sobre su vida privada. El Tribunal Superior de Londres dio la razón al duque de Sussex en 15 de los 33 artículos periodísticos que aseguró que habían sido elaborados a partir de información obtenida por medios ilegales entre 2003 y 2009. El magistrado Timothy Fancourt condenó a Mirror Group Newspapers a pagar más de 160.000 euros de indemnización al duque de Sussex, una tercera parte del medio millón que reclamó. “La prensa ha sido hostil conmigo desde que nací”, “¿Cuánta sangre más deberán manchar esos dedos que teclean antes de que alguien ponga fin a esta locura?”, clamó en una declaración de testigo sometida al juez durante ese litigio. Entonces, se convirtió en el primer miembro de la familia real británica en los últimos 130 años que declaraba como testigo en un juicio.

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