El actor Ezra Miller reaparece en el estreno de ‘The Flash’ un año después de sus problemas judiciales y de salud mental

Desaparecido de la escena pública y huido de la justicia. Así ha vivido el último año el actor Ezra Miller (Wyckoff, Nueva Jersey, 30 años) después de ser el protagonista de duras y controvertidas polémicas en las que ha estado involucrado: desde intentar ahogar a una fan hasta denuncias de secuestro. Ahora el intérprete ha reaparecido en una alfombra roja de Hollywood y ante los medios de comunicación para promocionar su nueva película: The Flash, que se estrena este viernes 16 de junio. La de este lunes ha sido la primera y la última vez que publicitará uno de los estrenos más importante de la franquicia DC Studios, después de que Warner Bros haya preferido mantenerle lejos de la gira de prensa.

A pesar de que han decidido apartarle de la promoción —en parte para evitar que se hable más de su presencia que del estreno de la propia película—, Miller ha querido agradecer el apoyo que los directivos de la franquicia le han brindado en estos meses tan complicados para él: “Quiero agradecerles por su discernimiento y cuidado durante este tiempo. También por saber llevar este momento a buen término”, dijo en el estreno en Los Ángeles. Ante las continuas noticias que el intérprete protagonizó en 2022, la franquicia se reunió en numerosas ocasiones para reconducir la situación y conseguir salvar una de las mayores producciones de su historia.

En la premiere celebrada en la ciudad californiana, Miller ha estado acompañado de sus compañeros de reparto, que le han querido mostrar su apoyo ante las cámaras. Una de las actrices que más cariño le ha brindado ha sido la española Maribel Verdú, que interpreta a la madre del protagonista del filme, Barry Allen, y que será fundamental en la trama de esta nueva película. Tampoco se ha perdido el estreno Ben Affleck, que vuelve a interpretar a Batman junto a Michael Keaton, y que ha acudido a la cita con su mujer, la cantante Jennifer Lopez.

Hace tres años, las excentricidades del actor comenzaron a despertar suspicacias por sus controvertidos comportamientos. En abril de 2020, una seguidora se acercó a él en un bar de Reikiavik (Islandia), Miller reaccionó agarrándola del cuello y tirándola al suelo. El vídeo no tardó en viralizarse en redes sociales. En marzo de 2022 fue arrestado en Hawái por agredir a los clientes de un bar. Empezaron a cantar en el karaoke y Miller perdió los estribos: insultó, escupió a un hombre que estaba en la sala y quitó, de manera agresiva, el micrófono a la mujer que estaba en el escenario. Fue detenido y puesto en libertad después de que unos amigos pagasen la fianza. Una historia que no acabó ahí. La pareja que le había sacado del calabozo unas horas antes terminó pidiendo una orden de alejamiento contra el intérprete al negarse a abandonar su casa y arrojar una silla a la cara del marido. Dos meses de estancia en Hawái, junto a su amiga Gibson Iron Eyes (de 18 años), que terminaron en más de 10 altercados con la policía. A los que hay que sumar otros como amenazas de muerte, allanamiento de morada para robar alcohol... un largo historia delictivo que preocupó a sus seguidores y familiares.

Hace exactamente un año, los padres de Gibson denunciaron a Miller por impedirles ver a su hija. Se conocieron cuando ella tenía 12 años y el 23 en una manifestación contra la construcción de un oleoducto. Según los padres de la joven, el intérprete la convenció para abandonar el instituto (después de hacerse cargo de su educación) y denunciaron que esta amistad ponía en peligro la salud de su hija después de acudir a la granja del actor, donde residía por aquel entonces: “Ezra usa la violencia, la intimidación, las amenazas, el miedo, la paranoia, el engaño y las drogas para embaucarla”. Una denuncia que no pudo serle notificada porque no era posible localizarlo.

Días más tarde, una mujer de Massachusetts (EE UU) consiguió también una orden de alejamiento contra Miller por comportarse de manera inapropiada con su hijo de 12 años: “Me ponía nervioso, me daba miedo porque gritó a mi madre”, aseguró el joven. Algunas denuncias incluso hablaban de que era el fundador de una extraña secta que giraba en torno a su figura.

Meses de polémicas que terminaron el pasado mes de agosto con el actor reconociendo que estaba atravesando problemas personales: “Habiendo pasado recientemente por un momento de intensa crisis, ahora entiendo que estoy sufriendo complejos problemas de salud mental y he comenzado un tratamiento. Quiero pedir disculpas a todos los que he alarmado y molestado con mi comportamiento pasado. Me comprometo a hacer el trabajo necesario para volver a una etapa sana, segura y productiva de mi vida”. Un comunicado que ponía fin a unos meses complicados en los que pasó de ser uno de los actores con mayor proyección de la industria a caer en desgracia.

Desde entonces, ni se le ha visto públicamente ni ha estado involucrado en más polémicas. Después de interpretar papeles secundarios, ahora toma las riendas de The Flash para ser el protagonista de una producción que ha costado más de 100 millones de dólares y que se espera sea un éxito en taquilla, pero sin él en la promoción.