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Cicciolina, el mito erótico vive: “No me arrepiento de nada, aunque tal vez en otra vida sería más inteligente”

La actriz, que cumple 50 años en la industria del entretenimiento, busca productor para rodar la película sobre su vida y no descarta volver al cine X: “Por un millón de euros podría pensar en hacer una nueva película porno o erótica, tipo Lady Chatterley”

Martín Bianchi
Cicciolina
Cicciolina, en el desfile de Bottega Veneta durante la semana de la moda de Milán, el 24 de septiembre.Victor VIRGILE (Gamma-Rapho via Getty Images)

La voz de Elena Anna Staller, más conocida como Ilona Staller (Budapest, 71 años) suena tan juvenil y sensual como hace 50 años, cuando debutó en el show business italiano presentando un programa de radio erótico de medianoche llamado Voulez-vous coucher avec moi? (¿quiere acostarse conmigo?). La presentadora se dirigía a sus oyentes como cicciolini, un diminutivo afectuoso y pícaro que podría traducirse como “queridísimos”, pero también como “gorditos” o “cerditos”. Así surgió su propio apodo, con el que se hizo famosa en el mundo. Durante medio siglo, Cicciolina lo ha hecho todo y lo ha sido todo: modelo, espía, locutora, estrella del porno, cantante, bailarina, política y diputada en el Congreso italiano, musa del artista estadounidense Jeff Koons, activista medioambiental, icono gay y referente de la moda y la cultura pop. Hace unas semanas, asistió al desfile de Bottega Veneta en Milán, donde opacó a invitados VIP como el magnate francés François-Henri Pinault, propietario de la firma, y su mujer, Salma Hayek. El ruido mediático que generó la pornodiva en la semana de la moda milanesa confirma que, medio siglo después, su aura de leyenda está intacta y que el mito erótico sigue vivo. “No me arrepiento de nada, aunque tal vez en otra vida sería más inteligente”, dice al otro lado del teléfono con el mismo tono juguetón que empleaba en 1973 para hablar con sus cicciolini.

En las décadas de los ochenta y noventa, fue la actriz pornográfica mejor pagada de la industria y una de las mujeres más conocidas del planeta. El 14 de junio de 1987 fue elegida diputada en la décima legislatura del Parlamento italiano por el Partido Radical, una formación de izquierdas con raíces antifascistas y espíritu laico y liberal. La victoria electoral llegó cuando estaba en la cima de su carrera. Acababa de protagonizar la polémica película Cicciolina Number One y triunfaba con sus memorias, Confesiones eróticas de Cicciolina. Hay una fotografía que resume ese momento. En la imagen, se la ve celebrando su triunfo político en las calles de Roma rodeada de hombres que la miran lascivamente, le tocan los pechos, la manosean y la besan. Volviendo la vista atrás, no siente que haya sido tratada como un objeto.

Cicciolina, el 14 de junio de 1987, tras ser elegida diputada del Parlamento italiano por el Partido Radical.
Cicciolina, el 14 de junio de 1987, tras ser elegida diputada del Parlamento italiano por el Partido Radical.Edoardo Fornaciari (Getty)

“Me he sentido feminista porque he usado el sexo como un juego y en todo caso he sido yo quien ha usado a los hombres como objetos sexuales”, dice desde su casa en la capital italiana. Pero minutos después admite: “Lo peor de mi carrera ha sido que algunos hombres solo me han usado para sus negocios, para hacerse ricos. Qué triste”. Se refiere a su exmarido, Jeff Koons, que hizo parte de su fama y fortuna creando una serie de fotografías artísticas en clave kitsch que captaban su intimidad con la diva. Cicciolina y el escultor y pintor estuvieron casados entre 1991 y 1992 y mantuvieron una batalla legal de 15 años por la custodia y manutención de su único hijo, Ludwig. Ella asegura que nunca recibió la compensación que se merecía por ser su esposa e inspiración. “Por suerte soy una artista multifacética, soy económicamente independiente y gano mi dinero yendo a programas de entrevistas y actuando en discotecas de todo el mundo”, explica.

El artista Jeff Koons con su entonces esposa, Cicciolina, en una fotografía expuesta en la Staatsgalerie de Stuttgart, en 1993.
El artista Jeff Koons con su entonces esposa, Cicciolina, en una fotografía expuesta en la Staatsgalerie de Stuttgart, en 1993.Wolfgang Kuhn (Getty)

Ahora está buscando un productor para rodar la película sobre su vida, que no es fácil de contar. De niña sufrió abusos sexuales de su padrastro. “No necesité psicólogos, pero dejé mi casa cuando era muy joven, me escapé por desesperación”, reconoce. A los 18, mientras trabajaba como camarera en un hotel de su Hungría natal, detrás del telón de acero, los servicios secretos la captaron para que espiara a empresarios y políticos estadounidenses. “Fue durante un tiempo breve, pero el riesgo para mi vida fue grande”, apunta. A los 25 introdujo por primera vez en Italia el desnudo integral en un lugar público. A los 28 debutó en la televisión bailando y cantando en la Rai 2 solo con unos velos ―sus pechos fueron los primeros en ser expuestos en vivo en la televisión italiana―, y con 31 se inició en el cine porno duro con la película Telefono Rosso (1983), un clásico del género.

La vida de Cicciolina está llena de contradicciones. Construyó su imagen de reina del sexo recurriendo a un imaginario infantil: ositos de peluche y juguetes rosas mezclados con coronas de flores y referencias a la niñez y la inocencia. Siempre ha sido progresista y defensora de las libertades sexuales, pero se muestra tolerante con la primera ministra, Giorgia Meloni, y Hermanos de Italia, un partido conservador nacionalista que está en contra del aborto y el matrimonio igualitario. Se define como feminista, aunque le cuesta reconocer la explotación sexual y laboral que sufren muchas mujeres en la industria de la pornografía.

Pregunta. ¿Cuándo descubrió que los hombres la deseaban?

Respuesta. Descubrí la alegría de la sexualidad a los 14 años. Yo era una adolescente muy hermosa y sensual. Me cortejaban muchos hombres, algunos muy importantes.

P. Dice que nunca se ha sentido tratada como un objeto, pero hay cierto consenso entre las feministas en que la industria de la pornografía cosifica a las mujeres. Muchas actrices del porno incluso son forzadas a prostituirse. ¿Usted conoció el lado oscuro del negocio?

Cicciolina, en una imagen del 19 de julio de 2002 en Roma por la publicación de su libro de memorias.
Cicciolina, en una imagen del 19 de julio de 2002 en Roma por la publicación de su libro de memorias.Eric VANDEVILLE (Getty)

R. En la industria del porno no existe la coacción. Eres libre de usar tu cuerpo. Yo no he visto el lado oscuro de la pornografía. Mis películas porno volaban de las estanterías, eran hermosas, con historias intrigantes. Nunca hubo cabida para la prostitución. Si una mujer quiere prostituirse, lo hace al margen del cine porno.

P. ¿Volvería a trabajar en el negocio?

R. Me retiré del cine porno en 1989. Mis películas se han convertido en obras de culto en todo el mundo. Por un millón de euros podría pensar en hacer una nueva película porno o erótica, al estilo de Lady Chatterley.

P. En 1985 realizó el primer desnudo integral femenino de la televisión española, en la gala de fin de año ¡Viva 86! ¿Cómo lo recuerda?

R. Fue una noche hermosa, memorable. Amo a los españoles. Quién sabe si este año tal vez encuentre un amor español. Todavía trabajo en programas de televisión y canto y bailo en discotecas de todo el mundo. En 2021 hice una campaña de publicidad para Desigual en España y otros países. También pinto cuadros, trabajo en el arte contemporáneo y vendo mis pinturas en todo el mundo.

P. Ha habido mucha controversia en Italia sobre la pensión vitalicia que cobra por haber sido diputada. ¿Todavía la recibe?

R. Fui diputada durante cinco años enteros, de 1987 a 1992, y estoy orgullosa de todos los proyectos de ley que presenté. Sigo cobrando mi pensión vitalicia. Y la cobro por ley. Y está bien así. Es una controversia inútil. [Luego enviará por WhatsApp una lista de sus proyectos de ley, incluido uno para regular la prostitución, otro para introducir la educación sexual en las escuelas, una tasa ecológica para los conductores de coches, y la creación de “parques y hoteles para el amor”].

P. ¿Qué opinión le merece Giorgia Meloni?

R. El pueblo italiano votó a Giorgia Meloni y ella está haciendo su trabajo con seriedad.

P. ¿No le preocupa el avance de la extrema derecha?

R. Si el pueblo ha elegido un Gobierno de derecha, eso quiere decir que el pueblo cree que el Gobierno de derecha va a resolver lo importante. Cuando hacía política, yo estaba en un partido de izquierdas, pero hoy soy una simple ciudadana y no tomo partido.

P. Usted fue pionera en la defensa del matrimonio igualitario. ¿No cree que Italia sigue siendo muy conservadora? ¿No sigue habiendo mucha homofobia?

R. Yo soy un icono gay, los gais me adoran. Estoy a favor de la libertad sexual. Desafortunadamente, todavía hay una pequeña minoría que ofende a los gais en la calle, pero es solo eso, una pequeña minoría. Lamentablemente, todavía hay homofobia, pero los tiempos están cambiando.

P. Antes de la guerra del Golfo, ofreció a Sadam Husein tener relaciones sexuales con él a cambio de la paz en la región. En abril de 2006 le hizo una oferta similar a Osama bin Laden. ¿Se lo propondría a Vladímir Putin para poner fin a la guerra en Ucrania?

R. Estoy en contra de las guerras. Mi lema es Peace, love, no war (paz, amor, no a la guerra). Si Putin firma un acuerdo de paz, yo le ofrezco una noche de sexo conmigo.

P. Hablando de guerras, libró una larga batalla legal contra su exmarido, Jeff Koons, por la custodia de su hijo. ¿Perdió mucho dinero?

R. Gasté millones de euros en honorarios legales para mantener a mi hijo, Ludwig Koons, a mi lado. Luego contraté a un muy buen letrado, Luca Di Carlo, apodado El abogado del diablo, y gané varias demandas. Koons no me paga la manutención de exesposa, así que no me da ningún tipo de ayuda económica. Y eso que en 1993 la justicia italiana falló que debía pagarme 7.000 euros al mes. Es una vergüenza. Se hizo famoso gracias a Cicciolina, antes nadie lo conocía en Europa. Lo he hecho famoso en todo el mundo y se comporta así, con esa maldad. Se ha hecho rico con las fotografías donde tengo sexo con él, pero nunca pagó por los derechos de imagen de Cicciolina.

Cicciolina, embarazada de su hijo, posa junto a Jeff Koons en la localidad alemana de Bad Arolsen, en junio de 1992.
Cicciolina, embarazada de su hijo, posa junto a Jeff Koons en la localidad alemana de Bad Arolsen, en junio de 1992.Patrick PIEL (Getty)

P. ¿Se arrepiente de algo?

R. Si volviera a nacer, evitaría casarme con una persona que en casa me trataba mal y decía: “Vamos a aparentar ser una familia feliz”.

P. ¿Sigue creyendo en el amor?

­R. Creo en el amor universal, amo el amor, pero estoy muy feliz como estoy, soltera. Tengo muchos amigos y amigas y salgo a divertirme con ellos.

P. ¿Quién fue el hombre de su vida?

R. Sigo en la búsqueda del hombre de mi vida.

P. ¿Le sigue interesando el sexo?

R. Amo el sexo y la sexualidad.

P. ¿Qué opina de OnlyFans? La plataforma ha roto los esquemas de la pornografía y permite que cualquiera pueda ser una estrella XXX.

R. Lo encuentro muy interesante. Me han contado que las chicas que trabajan activamente son muy felices y ganan más de 250.000 euros al año. Me parece un gran negocio.

P. ¿Cómo le gustaría ser recordada?

R. Me gustaría que me recuerden por mis películas, mis canciones, mis programas de televisión... por las obras de mi vida.

P. ¿El personaje de Cicciolina se ha comido a Elena Anna Staller?

R. Me encanta mi personaje. Lo creé con amor. Soy una eterna hippy, soy hija de las flores. Amo la vida, amo a la gente, amo la naturaleza y los animales... Soy animalista, estoy en contra de la experimentación con animales vivos y de la energía nuclear. ¡Amo el mundo!

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Sobre la firma

Martín Bianchi
Martín Bianchi Tasso es coordinador de Estilo de Vida en El País Semanal y además colabora con la sección de Gente de EL PAÍS. Fue redactor jefe de la revista ¡Hola!, jefe de Sociedad en Vanity Fair y jefe de Gente y Estilo en Abc.

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