Cicciolina, la diputada radical

italiana famosa por su escandalosa y peculiar manera de hacer campaña electoral, tiene una réplica en Tenerife, sede del Parlamento de Canarias. En este caso, el personaje, que no es representante de ningún partido ni tampoco de una candidatura independiente, debe su popularidad a sus constantes apariciones al natural, cada vez que hay pleno, desde la ventana de un apartamento situado frente a la Cámara canaria. Los chicos de la Prensa decidieron bautizarla, el pasado día 29 de julio, como la citada actriz porno, durante el pleno de investidura del presidente del Gobierno autónomo, Fernando Fernández. La excitante joven, cuya identidad es aún desconocida, suele cruzar miradas con políticos y periodistas, como Dios la trajo al mundo, mientras sus señorías discuten de leyes. La Cicciolina canaria se muestra en público aprovechando la convocatoria de los diputados y es la vecina más famosa del Parlamento. El morbo que rodea el asunto alimenta la posibilidad de que algún día se atreva a cruzar la calle y se presente, sin más, en medio de una reunión de diputados, que son todos hombres a excepción de la socialista María Dolores Palliser.