Jordi Wild: “Detesto el negocio de la autoayuda: se aprovecha de la desesperación de la gente”
El ’youtuber’, creador de ‘The Wild Project’, uno de los ‘podcast’ más escuchados en España, presenta un libro donde les baja los pies a la tierra a los jóvenes y arremete contra la dictadura del optimismo
Cafetería de hotel con vistas a la Gran Vía madrileña. Fuera llueve y hace un frío que pela, pero Jordi Wild (Barcelona, 38 años), como se le conoce, concede entrevistas luciendo brazacos de gimnasio —fue modelo antes que youtuber— bajo camiseta de manga corta, cortísima. El derecho, atiborrado de animales tatuados: “Empecé con un lobo, luego un tiburón, y ya, pues seguí con depredadores”, explica, ante mi pregunta. El izquierdo está impoluto, todavía: “Igual empiezo con herbívoros”, me vacila. Toda la charla, negociada con pelos, señales y tiempo tasados previamente, transcurrirá en ese tono. El entrevistado encaja y devuelve la bola simpático y cómplice, sin perder la sonrisa ni la oportunidad de rematar el golpe. No consta si tiene aún consigo a sus abuelas, pero desde luego, no las precisa. Empecemos por el principio. Habíamos quedado para hablar de su libro, Así es la puta vida.
¿Quién es usted para contarles qué es la vida a sus lectores?
Pues lo que pone debajo del título, soy Jordi Wild. Yo no soy nadie. Es la opinión de lo que es la puta vida de un tío que hace cositas en internet. No tengo más pretensión que eso. No vengo a cambiar el mundo, no vengo a curar a nadie, ni a solucionar nada. No es un libro de autoayuda, de hecho los odio.
¿La autoayuda? ¿Por qué?
Una cosa es el concepto de autoayuda, en la que creo, porque el primero que tiene que querer ayudarte eres tú, y otra lo que hay alrededor. Detesto el negocio de la autoayuda porque se ha llenado de pseudociencia, magia, mentiras, charlatanes y gente que se aprovecha de la desesperación y los vacíos vitales y sentimentales de otra gente y la daña vendiéndole los cinco secretos para ser feliz toda la vida.
Por seguir jugando con el título de su libro: yo misma, periodista, 56 años, no tenía ni p... idea de quién era usted, ¿qué me estaba perdiendo?
Pues, por hablar solo de mí, y de mi podcast The Wild Project, porque mi otro espacio, El rincón de Giorgio está enfocado para gente más joven, te estás perdiendo algunas magníficas charlas con personas muy interesantes del mundillo, vamos a decir más old school, como un Arturo Pérez-Reverte, o un Gervasio Sánchez, o un Iker Jiménez. Conmigo se sienten cómodos, les doy empatía y dicen cosas que a veces no dicen en otros sitios más formales.
¿Lo suyo es periodismo?
Ni soy periodista ni quiero serlo. Lo mío es entretenimiento. Luego, si te llevas algo más, fenomenal. Yo estoy aquí para entretener y que la gente se olvide un rato de sus movidas y se centre en algo que le interese y le divierta.
Con 38 años, usted es ya un señor mayor para sus seguidores.
Pues sí, pero la suerte es que el mundo me ha dado buena genética y no los aparento ni físicamente ni en la forma de expresarme, digamos que lo escondo bien.
¿Por qué cree que los jóvenes ven y leen cada vez menos las noticias?
Creo que desde el periodismo tradicional ha habido gran rechazo a las nuevas formas de información y entretenimiento digital. Ha pasado claramente en el tema deportivo. Cuando Ibai [Llanos] entrevistó a Messi, se desató una guerra de ellos hacia nosotros; no al revés, porque nosotros hemos consumido mucho esa información. La gente de lo tradicional no acaba de entendernos. Hay celos, desconfianza y miedo.
¿Se ha sentido infravalorado?
Sí, hasta que ellos se han dado cuenta de que pierden público, y ahora quienes miramos por encima del hombro somos nosotros. ¿Sabes qué pasa? Que, por ejemplo, yo no necesito a la prensa para tener audiencia e influencia, tenemos nuestros propios canales.
¿Por qué me da entonces esta entrevista?
Primero, porque me lo ha pedido la editorial, no te voy a engañar. Luego, porque, con la edad que tengo, he sido lector de periódicos, los he visto siempre por casa y me da pena y rabia esta tensión entre nosotros, de la que a veces he sido partícipe. Quiero dar una oportunidad, o varias.
Gracias. Sus invitados le conceden horas de su tiempo, y usted me ha dado 40 minutos tasados.
Pero yo no corto nada, lo emito todo, y tú, de estos 40 minutos, ¿cuántos vas a cortar? A ti no te conozco, pero he tenido malas experiencias. No estoy en contra de los medios, y estoy seguro de que hay magníficos profesionales en todos, pero hay que ir periodista a periodista.
Título: ‘Así es la puta vida’. Autor: Jordi Wild. Qué malote todo, ¿no?
En realidad, me llamo Jordi Carrillo de Albornoz. Lo de Wild me lo puse hace años, cuando busqué un nombre que se pudiera leer en todo el mundo. Soy admirador de Oscar Wilde y de Zakk Wylde, un guitarrista heavy, y como he tenido épocas de mi vida muy salvajes, le quité la e y lo dejé en Jordi Wild. Me venía bien fonéticamente y también como significado.
¿Conoce los pecados capitales? ¿Del 1 al 10 cómo va de soberbia?
Bien, un seis.
¿Envidia?
Cero.
¿Avaricia?
Un uno.
¿Lujuria?
Siete y medio, jajaja.
En el libro confiesa que fue “infiel, egoísta y mentiroso” y decidió dejar de serlo. ¿Se puede?
Me lo propuse. Fue después de un par de malas relaciones con parejas. Solo miraba por mí y pensé que no quería hacer daño a nadie más de esa forma, y menos a nadie que no se lo merece. Decidí dejar de mentir. Luego, los pensamientos cambian gradualmente.
¿Era machista y ya no lo es?
No sé si era machista, porque también hay mujeres egoístas, infieles y mentirosas. Pero sí, hace años tenía comportamientos que hoy día yo mismo calificaría como machistas, evidentemente. Y mis amigos, y mis padres, y todos. Nací en el 84, y entonces se hacían y decían cosas que hoy son impensables, y viceversa.
A su edad, ¿qué otras diferencias ve entre usted y los más jóvenes?
Creo que estamos en la época en la que estamos más conectados socialmente con la tecnología y, a la vez, más solos, porque todo es muy vacío. Las comparaciones son falsas. Está todo retocado y basado en la vanidad. Las fotos, los vídeos, todo. Y eso está generando mucha ansiedad y muchos problemas de salud mental. Creo que es importante que si los padres quieren entender dónde están metidos sus hijos, entiendan qué tipo de redes y qué cosas buenas y malas tienen. No tengo claro si se tendrían que limitar a menores de 16 años.
¿Para qué ha escrito un libro, esa cosa tan analógica? ¿Por dinero?
Por dinero cualquiera que escriba sabe que no es. Lo he escrito porque desde niño he sido muy lector y una de las grandes tristezas que tengo es que he perdido completamente la afición por la lectura. No leo nunca, y antes me leía tres o cuatro libros a la vez.
Ahí estamos empatados. ¿Qué nos ha pasado? ¿Las pantallas nos comen las neuronas?
Creo que la inmediatez del entretenimiento digital nos ha hecho perezosos. Antes no me has preguntado por la pereza...
¿Qué nota saca en ese pecado?
Umm. Un uno, si no, no habría llegado donde he llegado.
Usted mismo dice que podría dejar de trabajar. ¿Tan rico es?
Tengo un buen coche, me estoy haciendo una casa y no va a ser pequeña y, sobre todo, no miro los precios de nada para intentar que los míos y yo mismo seamos lo más felices posible.
¿Alguna autocrítica que hacer desde el púlpito digital?
Como no necesitamos a la prensa, la hemos despreciado, y eso es feo. Hemos sido egoístas, no hemos mirado por el bien común del entretenimiento. Y ahora la relación está enquistada. Hemos fallado en eso. Ahora no tanto, pero hace años el mundo digital era una jungla, una locura, soltábamos barbaridades y locuras. Los youtubers fuimos cobayas, experimentos, y a veces, la cagábamos, sí. Salíamos en la prensa por las cagadas, pero también hicimos y hacemos cosas fantásticas.
¿Hacemos las paces?
Claro, jajaja. Estamos a tiempo de salvar lo nuestro. La situación no está rota del todo, pero tiene que haber un esfuerzo y una ilusión mutua. Yo quiero que estéis, que seamos amigos, pero no nos metáis tanta caña y sacadnos también por cosas bonitas.
'ASÍ ES LA PUTA VIDA'
Ya desde el título, Jordi Carrillo de Albornoz Torres, Jordi Wild para sus millones de seguidores en YouTube e Instagram, deja clara su intención de que su libro no pase desapercibido en la atiborrada mesa de novedades editoriales en vísperas navideñas. Tiene experiencia en marcar perfil propio. Wild, que fue "rebelde sin causa", modelo y actor antes que youtuber, empezó a emitir contenidos de entretenimiento en 2013 y, desde entonces, se ha convertido en uno de los más influyentes y respetados por su público y por sus colegas. Después de varias "cagadas" confesas en la "jungla" de los primeros años de las redes, decidió dar un giro de calidad a su oferta y, desde hace tiempo entrevista en su espacio The Wild Project a algunas de las personalidades más relevantes del panorama cultural y social. En su primer libro disuade a los jóvenes, el grueso de su público, de idealizar la felicidad y el éxito que venden ciertos gurús de la autoayuda. Él se considera un influencer, orgulloso de serlo, pero ningún ejemplo de nada para nadie.
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