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Amalia de Orange acompaña por primera vez a sus padres en la majestuosa apertura del Parlamento holandés

La heredera de los reyes Guillermo y Máxima, de 18 años, empieza a prodigarse en actos oficiales como preparación para su futuro en el trono

La princesa Amalia junto a la reina Máxima de Holanda en su llegada a la apertura del año parlamentario en La Haya (Países Bajos), este 20 de septiembre.
La princesa Amalia junto a la reina Máxima de Holanda en su llegada a la apertura del año parlamentario en La Haya (Países Bajos), este 20 de septiembre.FRANK VAN BEEK (EFE)
Isabel Ferrer

Amalia de Orange, futura reina de los Países Bajos, ha acompañado este martes por primera vez a sus padres, Guillermo y Máxima, a la apertura del año parlamentario (Prinsjesdag, en neerlandés). La princesa holandesa cumplió en diciembre de 2021 los 18 años, y si bien no representa todavía a sus progenitores en actos oficiales propios, sí se está dando a conocer a sus compatriotas en fechas señaladas. En este caso, se trata del Discurso de la Corona, donde el monarca presenta los planes del Gobierno para la presente legislatura. Es una de sus funciones más importantes desde el punto de vista constitucional, y después de dos años de pandemia se ha recuperado el tradicional paseo en carroza por las calles de La Haya, sede del Congreso y el Senado. La princesa Amalia ha debutado también en este recorrido vestida de gala.

En un día soleado y con abundante público congregado en las calles, los reyes y su hija han sido aplaudidos, aunque entre los vítores se han oído también con fuerza las protestas de los granjeros. Llevan meses quejándose de que se les señale como los principales causantes de la contaminación por nitrógeno, debido a sus explotaciones ganaderas, y varios grupos han acudido a La Haya para mostrar su enfado ante los reyes. Lo han hecho al paso de la Carroza de Cristal, utilizada por los soberanos para desplazarse desde el palacio de Noordeinde —lugar de trabajo del rey Guillermo— hasta el Teatro Real de la ciudad. Para esta ceremonia, se usaba tradicionalmente la denominada Carroza Dorada, pero la calesa tiene un problema: está decorada con motivos coloniales, y es hoy un símbolo contestado de la monarquía. Por eso, una vez restaurada, el soberano anunció en enero de este año que renunciaba por ahora a emplearla y solo ha sido exhibida como pieza de museo.

Este fin de semana, el rotativo De Telegraaf, el de mayor tirada del país, señaló que las medidas de seguridad se habían reforzado en torno a la joven princesa y el primer ministro, Mark Rutte, porque “había referencias a ambos en mensajería encriptada del crimen organizado sobre un supuesto ataque o bien un secuestro”. Por ello, “Amalia no reside, de momento, en su piso de estudiante, en Ámsterdam”, según el diario. El servicio de información del Gobierno y la Fiscalía declinaron hacer entonces comentarios, y tampoco explican ahora si se han adoptado medidas adicionales para este Prinsjesdag. La ceremonia ha tenido lugar en el teatro debido a las obras de restauración de la Sala de los Caballeros, ubicada en el recinto del Parlamento, y sede habitual del acto.

La princesa Amalia junto a los reyes de Holanda, Guillermo de Holanda y Máxima, saludando desde el palacio de Noordeinde, en La Haya.
La princesa Amalia junto a los reyes de Holanda, Guillermo de Holanda y Máxima, saludando desde el palacio de Noordeinde, en La Haya.KOEN VAN WEEL (EFE)

Vestida de verde y con un turbante dorado, la princesa Amalia ha saludado con cierta timidez desde la carroza. Iba sentada frente a sus padres, y lucía ya piezas del joyero real. En este caso, un collar de esmeraldas y pendientes a juego. Su madre ha elegido un vestido gris con una suerte de estola superpuesta de la misma tela. Su esposo llevaba chaqué, el traje de máxima etiqueta para ceremonias de día. Una vez en el interior del teatro, la joven se ha sentado en primera fila junto a sus tíos, los príncipes Constantino —hermano del rey Guillermo— y Laurentien. Hasta los años sesenta, la heredera acompañaba a sus padres en un trono colocado junto al de los titulares de la corona. Ya no ocurre, y ha seguido el discurso junto con el resto de los políticos presentes. En sus palabras, el rey ha señalado lo “doloroso que resulta que tanta gente tenga problemas para pagar sus recibos”. En nombre del Ejecutivo, ha subrayado también la contradicción que supone que “en un momento de crecimiento económico y con poco paro, haya gente apurada y aumente la pobreza”.

La princesa Amalia llega junto a la reina Máxima al discurso de su padre, el rey Guillermo de Holanda.
La princesa Amalia llega junto a la reina Máxima al discurso de su padre, el rey Guillermo de Holanda. ROBIN VAN LONKHUIJSEN (EFE)

La princesa Amalia, que estudia un grado interdisciplinario de Políticas, Economía, Derecho y Psicología, ya tiene asiento, sin voto, en el Consejo de Estado. Este septiembre, asistió en su sede a su primer banquete oficial. Y en 2023, se sumará por primera vez a sus padres en una visita oficial a Curaçao, Aruba y San Martín, en el mar Caribe, que son países dentro del reino de Países Bajos. El Discurso de la Corona ha coincidido con la publicación de un sondeo sobre la confianza de la ciudadanía en los políticos holandeses. Encargado por la televisión pública (NOS), indica, entre otras cosas, que el actual Gabinete de centro derecha recibe una nota de 4,2, sobre 10 por parte de los votantes. Por otro lado, 7 de cada diez tiene “poca o muy poca confianza” en la política holandesa. Elaborado por la firma Ipsos, se ha preguntado a 1.993 personas.

La princesa Amalia a su salida del palacio Noordeinde para asistir al acto.
La princesa Amalia a su salida del palacio Noordeinde para asistir al acto.LEX VAN LIESHOUT (AFP)

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