Federico y Mary de Dinamarca sacan a su hijo mayor de su escuela por casos de acoso escolar y abusos sexuales
Un documental emitido en mayo señalaba las malas prácticas del internado Herlufsholm, la agencia de Educación danesa ha confirmado que algunos estudiantes “intimidan, humillan y ofenden” a otros, y ahora los herederos han emitido un comunicado
Hasta hace escasas semanas, Herlufsholm era una de las escuelas más prestigiosas de Dinamarca, a la que han acudido algunos de los líderes más importantes del pequeño país escandinavo. Desde hace un año allí estudia Christian de Dinamarca, de 16 años e hijo mayor de los príncipes herederos Federico (primer hijo de la reina Margarita) y Mary, tras pasar una década en el colegio público Tranegård. Y allí también iba a estudiar su segunda hija, Isabella, de 15 años, que acaba de terminar en Tranegård. Sin embargo, los príncipes han dado un giro en la educación de sus hijos tras hacerse públicos los resultados de una investigación por parte de la agencia danesa de Educación en la que la célebre Herlufsholm queda en entredicho por abusos. Por ello, los herederos al trono danés han anunciado que el próximo curso sus dos hijos mayores no estudiarán allí.
Las acusaciones contra el centro comenzaron hace años, cuando se habló de agresiones y violaciones que nunca llegaron a ser probadas. Se han escrito libros acerca de la dura disciplina del lugar y algunos medios llegaron a denominar a Herlufsholm como un “campo de concentración para los hijos disfuncionales de ricos”. Pero dichas denuncias crecieron hace algo más de un mes, a principios de mayo, cuando la televisión danesa estrenó un documental llamado Los secretos de Herlufsholm: violencia, violaciones y acoso. En el metraje, medio centenar de antiguos alumnos relatan las malas experiencias que vivieron allí —la escuela tiene un régimen de semiinternado— en distintas etapas, hablando de acoso escolar, violencia e incluso abusos sexuales. Un estudiante llegó a ser condenado a seis meses de cárcel y a pagar una indemnización por obligar a un compañero a mantener relaciones sexuales en el centro. Otro de ellos, cuya identidad no se desvelaba, llegaba a decir: “Lo que pasa en Herluf, se queda en Herluf. Si empiezas a cotillear puedes meterte en problemas con otros alumnos”.
Entonces, y aunque el colegio negó las acusaciones vertidas, empezaron las preguntas. Y muchas de ellas apuntaban a los herederos, que tenían allí escolarizado a Christian y que habían inscrito a Isabella para el curso 2022/2023. Mary de Dinamarca habló entonces de que tendrían que esperar pero que se oponían, claramente, a “todo tipo de insultos y de violencia”. Al final, en mayo los herederos tuvieron que emitir un comunicado en el que afirman que “como padres” se estaban enfrentando a una serie de “consideraciones difíciles”. “Como familia, estamos agobiados por la desafortunada situación en Herlufsholm, y realizaremos un seguimiento de los cambios, que obviamente son necesarios”, aseguraban. ”La intimidación, la violencia y el abuso nunca son aceptables”, afirmaban, explicando que su hijo mayor estaba “muy feliz” en esa escuela y que Isabella tenía muchas ganas de empezar su etapa en el centro. Pero también dejaron claro que “como todos los padres”, querían hacer “lo mejor” para sus hijos, y que esperaban a “tener más información para poder tomar la decisión correcta”. Además de Christian e Isabella, la pareja tiene otros dos hijos, los mellizos Josefina y Vicente, de 11 años.
La investigación gubernamental ya ha acabo y se ha presentado un borrador que, como explica el medio dr, dirige duras críticas a la junta escolar, que ha dimitido por completo, por “no garantizar el bienestar de los estudiantes”. De hecho, en el borrador se señala que ciertos estudiantes “intimidan, humillan y ofenden” a otros tantos y que no se apoya “el respeto por la igualdad” entre personas, dotando a algunos alumnos de privilegios y destacándolos sobre otros. Ahora, la escuela tendrá que devolver la subvención estatal que ha recibido y se enfrenta a posibles sanciones.
Este domingo, los herederos han emitido otro comunicado. “Como hemos anunciado anteriormente, estamos profundamente conmocionados por los informes que han aparecido recientemente sobre Herlufsholm”, arranca el escrito de los príncipes. “También hemos dejado claro que nosotros, como padres de un niño allí escolarizado, esperamos que el centro haga lo que sea necesario para rectificar esas inaceptables condiciones“, añaden, para después desgranar la decisión preliminar que acaba de emitir la Agencia Danesa para la Educación y la Calidad: “Dirige críticas extremadamente duras de una autoridad estatal contra Herlufsholm y plantea demandas a la escuela en varios niveles, incluido el de gestión”.
Además, Federico y Mary explican que entienden perfectamente el hecho de haber sido observados por el pueblo, algo que ven “comprensible cuando se trata del bienestar de los niños y jóvenes”. “Al mismo tiempo, ha sido importante para nosotros mantenernos firmes en que las decisiones importantes deben tomarse sobre una base informada. Ahora tenemos esa base”, aseguran, y explican que según “el panorama general” y también por su “especial posición” como herederos, han decidido que Christian abandone el centro y que “la princesa Isabella no comience el noveno grado en la escuela después de las vacaciones de verano”. Y que será precisamente en verano cuando tomarán una decisión, junto a sus hijos, acerca de sus “futuras opciones escolares”. “Dados los muchos estudiantes que continúan en Herlufsholm, esperamos que la escuela ahora tenga más paz para garantizar los cambios necesarios y logre crear una cultura en la que todos puedan prosperar y sentirse seguros”.
Construida sobre un monasterio del siglo XII y fundada en el siglo XVI como una escuela “para hijos de nobles y otros hombres honestos”, Herlufsholm se encuentra en Næstved, a unos 90 kilómetros y apenas una hora de trayecto de Copenhague. Por el centro —que cuenta con sala de cine o zona para el tiro con arco o el esquí— han pasado diputados, artistas, fotógrafos, periodistas, actores... y también algunos miembros de la realeza, como Christian y su primo mayor, Nicolás de Dinamarca, hijo de Joaquín, el segundo hijo de Margarita de Dinamarca. El coste de la matrícula es de unos 20.000 euros anuales y las mujeres empezaron a ser admitidas en 1966 (y en régimen de internado desde 1985). Sus condiciones son duras y en el documental algunos chicos contaron que estaban obligados a dormir, en cualquier época del año, con las ventanas abiertas. En un libro publicado por uno de los exdirectores del centro, que contaba cómo intentó cambiar la cultura del centro en los años noventa, explicó que había tradiciones por las que los alumnos debían permanecer sentados en el suelo, desnudos, durante un día entero que los prefectos aún obligaban a cumplir en secreto.
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