Dos cervezas en una terraza del centro de Madrid: la insólita imagen de Felipe VI y el presidente de Portugal

Como dos turistas. Así se ha podido ver este viernes al rey Felipe VI y al presidente portugués, Marcelo Rebelo de Sousa, durante parte de la visita del representante luso a Madrid con motivo del partido amistoso entre España y Portugal que se celebra como parte de la presentación de la candidatura conjunta de ambos países para ser la sede del Mundial de 2030. A mediodía, en un acto del todo inusual, el monarca y el jefe del Estado luso han compartido conversación y cerveza en una terraza con vistas a la plaza de Oriente, junto al resto de clientes.

De manera completamente inesperada, Felipe VI y De Sousa han salido del Palacio Real, donde ha comenzado el encuentro (en el que inicialmente ha estado presente la reina Letizia), para dirigirse ambos caminando hacia los jardines de la plaza de Oriente, en pleno centro de Madrid y lugar de paso habitual para los turistas. Una vez en la plaza, y ante la sorpresa de los viandantes, tanto el Rey como el presidente luso han saludado a la gente que se encontraba en ese momento en el lugar e incluso han posado para algunas fotografías.

El tono informal con el que ha transcurrido el encuentro es solo una muestra más de la buena relación de la Casa Real con el país vecino y de la estrecha relación del rey Felipe VI con Marcelo Rebelo de Sousa, a quien conoció en su toma de posesión en marzo de 2016. De hecho, en una entrega de premios en febrero de 2019, el Rey se dirigió de manera cálida al presidente, diciendo sobre él: “El presidente Rebelo de Sousa, a lo largo de estos últimos años, ha sido para mí un ejemplo de respeto, dignidad y excelencia en el ejercicio de su alta magistratura. Desde que asistí a su toma de posesión como presidente de la república portuguesa nos unen, además de unas mismas convicciones, la amistad y el afecto. Y ambos compartimos la voluntad y el deseo de que, desde el respeto a su propia identidad, esa amistad y ese afecto, esa cercanía y esos vínculos tan estrechos, unan cada vez más a los pueblos portugués y español”. La reina Letizia también comparte ese cariño por el luso, y siente gran admiración por su “personalidad arrolladora”, “competencia intelectual” y “autoridad moral”, según fuentes cercanas a la Casa Real.

También es bien conocido el tono cercano y el talante campechano del presidente luso, famoso por hacerse selfis con sus admiradores, habitual de los supermercados y que renunció, durante su primera campaña, a los mítines y banderolas, y practicó una estrategia basada en el afecto y el acercamiento a la gente. Un carácter que le llevó hace unos meses a revalidar su mandato.