Diego Boneta, el actor que difuminó la línea entre él y Luis Miguel
El responsable de interpretar al célebre cantante reúne similitudes con su personaje en la serie que estrena el domingo segunda temporada
Se iniciaron en el mundo del espectáculo casi a la misma edad. Un joven Diego Boneta se movía con soltura por el escenario de un concurso televisivo de talentos en México cantando La chica del bikini azul, uno de los primeros temas de Luis Miguel. Casi 20 años después, el mismo Sol de México le aceptó para que le encarnara en su serie documental y, a partir de ahí, despegó en Hollywood con más papeles en películas como Monster Hunter y Terminator. Tras el éxito de su primera temporada de la serie Luis Miguel en 2018, Netflix prepara el lanzamiento de la segunda parte de la historia de su vida, que se estrenará un día antes del cumpleaños de Micky este domingo 18 de abril. En esta entrega, Boneta deberá interpretar a un Luis Miguel más adulto, una etapa donde se desvelarán más aspectos en común que tiene con el personaje al que tanto esfuerzo ha dedicado por parecerse. Desde su época como ídolo adolescente, pasando por su obsesión por la perfección, hasta la relación con Michelle Salas, la hija del cantante.
Diego Boneta (Ciudad de México, 1990) es el mayor de tres hermanos, hijo de un padre mexicano ingeniero y una madre estadounidense que le llevaron a su primera aparición en televisión en F.A.M.A, el concurso con el mismo formato que Operación Triunfo. Boneta tenía entonces la misma edad que Luis Miguel cuando sacó su primer disco. Sin embargo, a diferencia del Sol de México, Boneta no consiguió triunfar al primer intento, ya que quedó quinto en el concurso. Lejos de desmotivarse, continúo su carrera como actor y consiguió su primer trabajo al año siguiente en una telenovela mexicana. Quedó estancado en este sector toda su adolescencia, hasta su culminación en el culebrón juvenil Rebelde —adaptación de la telenovela argentina Rebelde Way—. Tras este pequeño primer éxito, Boneta se animó a lanzar su primer álbum con 15 años, titulado Diego. Consiguió llegar a disco de oro en Brasil, Chile y EE UU y tres años después volvió a ganar el premio por su disco Índigo.
Sin embargo, su carrera no terminaba de despegar. Tras cumplir la mayoría de edad, se trasladó a EE UU y obtuvo pequeños papeles en producciones de televisión y cine. El largo y competitivo camino hacia el éxito suponía aceptar desde apariciones para el canal televisivo de Disney, un corto papel en la serie adolescente Pretty Little Liars y hasta un rol en la segunda entrega de la película Chicas Malas. No fue hasta 2012 que triunfó, cuando compartió créditos junto a Tom Cruise en la película musical Rock of Ages. Es en este film donde Boneta luce por primera vez sus cuerdas vocales y, al igual que Luis Miguel, se convierte en un ídolo adolescente cuyo rostro empapela las habitaciones de sus fans.
Unas apariciones más con pequeños papeles en series como Jane the Virgin y Scream Queens es lo que tardaría en alcanzar el trampolín más grande de su carrera. En 2016, un Luis Miguel perdido en el silencio de los últimos años de su vida volvió en 2016 para dar un comunicado, algo muy inusual en él. “Me ha tomado mucho tiempo decidir contar mi historia, y siempre he buscado el equipo indicado para traerla al público de la manera correcta”, señaló. Boneta fue el elegido para encarnar al ídolo de América Latina, y se tomó el trabajo muy en serio.
Al igual que El Sol, su obsesión por la perfección le llevó al límite de la caracterización y el estudio de corporalidad, personalidad, bronceado y tonos de voz. Boneta no solo se arregló los dientes con una prótesis en las palas para parecerse más a Luismi, sino que estudió dónde hacia el mismo las pausas al respirar. Finalmente, acabó por fusionarse con el personaje hasta el punto de tener problemas para salir de él, tal y como confesó en una entrevista con Rolling Stones.
Su esfuerzo se vio recompensado y la primera temporada fue un éxito rotundo. Tan grande fue la acogida que las canciones reinterpretadas con la voz de Boneta rescataron en el público juvenil el gusto por los boleros. En esta segunda temporada, Luis Miguel continuará la búsqueda de su madre, sobrevivirá a un accidente en el escenario que amenazará su carrera y elevará el lujo de su estilo de vida. El ascenso más pronunciado de su carrera, como el que vive Boneta, quien entre una temporada y otra ha aprovechado su propio impulso para rodar la última entrega de Terminator y Monster Hunter.
Uno de los momentos más esperados de esta segunda parte es el encuentro de Luis Miguel con su primera hija, Michelle Salas, a la que rechazó por 11 años. Boneta conoce bien a este personaje, ya que en 2013 tuvo una breve relación con Salas en Los Ángeles, donde fueron fotografiados en un par de ocasiones acaramelados. En la actualidad y para fortuna de sus seguidoras, no tiene ninguna relación amorosa confirmada.
Más allá de su trabajo como actor y cantante, el risueño actor mantiene su vida privada muy protegida. El chico de ojos castaños y pestañas largas no deja entrever sus relaciones sentimentales en sus redes sociales. Su lista de publicaciones se limitan a compartir escenas con su familia, a la que está muy apegado. Su Instagram es un escaparate de sus rutas de senderismo, fotos de él luciendo bronceado y abdominales y algún vídeo cómico que grabó durante la cuarentena mientras el rodaje de la segunda temporada de Luis Miguel estaba paralizada. También dedica un amplio espacio para presumir de su único gran amor declarado: su perra Akila, a la que consiente con su propia cuenta en la red social y a la que ha arrastrado hacia industria con anuncios para snacks caninos.
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