Carlos de Inglaterra intentó dar una respuesta más contundente a las acusaciones de su hijo Enrique y Meghan Markle
El heredero al trono se sintió “frustrado” por algunas de las contestaciones que la pareja dio a Oprah Winfrey y trató de que la casa real les refutara “punto por punto”
Tras su salida de la familia real británica, Enrique de Inglaterra y Meghan Markle han decidido no callarse nada. Sus declaraciones en la entrevista que concedieron a Oprah Winfrey, emitida a primeros de marzo, daba de lleno en la institución monárquica, abriendo una brecha como pocas antes. Las acusaciones de racismo, las quejas y peticiones nunca atendidas, el miedo por la falta de seguridad, el hecho de que Archie no fuera a ser príncipe, el acoso de la prensa ante el que no se puso cortapisas, la falta de formación para Markle, sus discusiones con Kate Middleton, las acusaciones de que los herederos están “atrapados” por la institución... Una serie de graves denuncias ante las que el público esperó, boquiabierto, a la contestación de palacio. La respuesta, emitida largas horas después, fue tan escueta y formal como lo suele ser todo lo que venga de Buckingham: apenas 61 escuetas palabras políticamente correctas. Palabras de “preocupación” y de que la cuestión sería tratada “de forma privada por la familia” eran todo lo que se extraía del texto.
Sin embargo, ahora se ha sabido que no todos los miembros de la familia real estuvieron de acuerdo con esa fría respuesta. El príncipe Carlos, heredero de la corona y voz de peso en la familia, buscaba una actuación mucho más contundente. Según Katie Nicholl, periodista y escritora especializada en la casa real británica, el hijo mayor de Isabel II quiso dar una contestación “punto por punto” a esas durísimas acusaciones de su hijo y su nuera.
La respuesta de Carlos habría tenido sentido, porque contra él se lanzaron serias denuncias, como que no le había querido coger el teléfono a Enrique durante mucho tiempo; además, el menor de los hijos de Diana explicó que tanto su padre como su hermano mayor, Guillermo, estaban “atrapados” en una vida que él también había vivido pero había dejado atrás gracias sobre todo a su esposa.
“Lo que yo sé es que el príncipe Carlos quiso lanzar un comunicado más detallado a la entrevista de Oprah y responder a algunas de esas acusaciones una a una”, explicaba Nicholl al medio ET. “Pero tuvieron toda una tarde para pesar sobre ello y, al final, se decidió que un comunicado corto sería mejor, y que contestar a todo punto por punto podría ser potencialmente más dañino y les daría más munición para que siguieran disparando”, explicaba. “Creo que el príncipe Carlos y su hijo, el príncipe Guillermo, estaban de acuerdo en corregir algunas de las cosas que la pareja había dicho”. Sin embargo, la periodista no quiere decir con ello que haya divisiones en el seno de la familia real, sino simplemente que en ese momento se reflejaron distintas opiniones. De hecho, para Nicholl tras la salida de Enrique y Meghan Markle, “los miembros más importantes de la familia real, la reina, Carlos y Guillermo, están trabajando a la una, como un equipo. No hay discordia”.
Una de las cuestiones que más le dolió al príncipe Carlos, siempre según la versión de Nicholl, fue que su hijo contara en la ya célebre entrevista que tras dar un paso atrás como miembros de pleno derecho de la familia real británica, en marzo de 2020, él les había cortado el grifo financiero. “Carlos estaba particularmente frustrado” por esa cuestión, explica Nicholl, porque “si hablas con fuentes cercanas a Carlos, ese no era el caso”. “Él siguió proveyéndole de fondos durante cierto tiempo cuando se mudaron, primero a Canadá y después a EE UU”, relata. “Así que sí, creo que en un momento hubo la sensación de que querían hablar de más cuestiones que la del racismo”, explica sobre el comunicado de la familia real.
La tensión entre Carlos y Enrique fue una de las principales revelaciones de la entrevista, y se suma a la que mantienen los hijos del heredero desde hacía años. Una división pública y que no gusta en absoluto al heredero al trono, que se ha visto ensombrecido y con su papel mermado por estas polémicas. Enrique no dudó en explicar que había pasado mucho tiempo sin hablar con ambos, aunque la situación se resolvió en unos días, siempre según las fuentes interesadas y cercanas a los duques de Sussex. Rápidamente se anunció que los tres interesados habían vuelto a retomar el contacto. “Según me han contado, las conversaciones no resultaron muy productivas. Pero están contentos de que el diálogo se haya reanudado”, afirmó la periodista Gayle King en la televisión estadounidense. Lo que nunca se sabrá es cómo habría sido ese diálogo si la respuesta de la casa real británica hubiese sido tan explosiva como quería Carlos.
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