Un año sin Lucia Bosé, la matriarca de un singular clan
Se cumple el primer aniversario del fallecimiento de la actriz, guía de una familia que vive tiempos convulsos con el cantante como eje principal de la polémica
Hace un año que Lucia Bosé fallecía en el hospital de Segovia. Como contó tiempo después su hija Paola lo hizo a causa de una neumonía, una enfermedad recurrente en la familia, no de la covid. Ella pudo acompañar a su madre en sus últimas horas dadas las restricciones impuestas por la pandemia. Lucía, la mayor de los hermanos, siguió en Valencia y Miguel en México donde vive desde hace dos años. No fue hasta el pasado verano cuando el cantante pudo organizar en su casa de Somosaguas, en Madrid, un despedida civil a la que asistieron solo un puñado de íntimos. Estos 12 meses sin la que fuera gran actriz italiana ha sido especialmente convulsos para la familia que además de enfrentarse a su duelo han tenido que afrontar el pleito que mantiene el cantante con Nacho Palau quien fue su pareja durante 26 años y con quien decidió formar una familia con sus cuatro hijos.
En este tiempo de ausencia Miguel Bosé se ha convertido en un personaje controvertido por sus polémicas declaraciones negacionistas sobre la covid, las vacunas y sus críticas al 5G. Han sido tantas las polémicas que ha provocado que sus redes sociales fueron suspendidas. Desde hace meses se mantiene en silencio. Ni el primer triunfo en el juzgado en el que se dirime la filiación de los cuatro niños que educó con Palau, pendiente de apelación, le han sacado de su mutismo. Personas de su círculo más próximo aseguran que Bosé intentó resolver el asunto sin llegar ante el juez pero que Palau fue firme en su decisión de que los niños no dejaran España. Expertos de la industria discográfica aseguran que el cantante sufre un problema en su voz que difícilmente le permitirá volver a cantar. Todo ello ha sumido al arista en un estado de tristeza.
Miguel Bosé confía en pocas personas y solo a ellas abre su intimidad pero en los últimos meses ha hecho una concesión al aceptar que la historia de su vida se convierta en una serie. La guionista Ángeles González Sinde y Boris Izaguirre, uno de sus grandes amigos, son los encargados de plasmar sus vivencias para una serie que se espera alcance el éxito de la que protagonizó Luis Miguel.
Lo que queda por saber, ya que los trabajos de la serie se llevan en gran secreto, es si el cantante ofrecerá su versión de los hechos que llevaron a la separación de Palau y a la ruptura de familia.
Otro de los aspectos polémicos del guion será la a veces complicada relación de Miguel Bosé con su madre. El cantante adoraba a Lucia Bosé, a la que cuidaba y protegía en la distancia, aunque no siempre fue así. La propia actriz, fallecida a los 89 años, lo admitía en una entrevista en Telecinco: “Sí hubo un tiempo en que no nos hablábamos, pero eso ya ha pasado y no me acuerdo del motivo”. La italiana tenía lo que ella llamaba una memoria selectiva y se acordaba de lo que quería. Quizá lo que sucedió fue que sus peculiares personalidades chocaron y nadie dio su brazo a torcer. En la recuperación de la relación ayudó la llegada de los hijos de Miguel. Lucia contó que un día su hijo llamó por teléfono. “Eres abuela”, le dijo. La actriz no tenía ni idea de que hacia tres meses el cantante había sido padre por partida doble y tampoco que otros dos niños venían en camino, los pequeños de Nacho Palau. Desde ese momento se convirtió en discreta abuela. Les visitó en México y en Panamá y compartió tiempo con ellos hasta el pasado verano. Cuando Bosé y Palau rompieron tras 26 años de silenciosa relación, ella guardó silencio pero siguió visitando a los otros nietos, los que vivían en Valencia, pero siempre lo hizo con discreción. Estaba previsto que la actriz declarara en el juicio a favor de Palau. Una vez más se iba a poner el mundo por montera.
“He sido una madre difícil. La que he podido ser. He hecho de madre, de padre y de guardia civil. Pero nunca he sido la maruja que está siempre encima, sobreprotege y repite: ‘¡Amor mío, cuánto te quiero! Hay que dejar que los hijos vuelen. Yo a los míos les dije cuando cumplieron los 17: ‘Sois libres para hacer lo que queráis. Ahora, no me toquéis las pelotas o también os las tocaré yo a vosotros’. ¡La familia es un coñazo!”, dijo en una entrevista a Vanity Fair, algo que repetía siempre que podía.
Con su hijo mantuvo siempre una complicada relación. “A Miguel como hijo lo veo de una manera, a Miguel Bosé como artista lo admiro”, dijo la actriz en una entrevista en la televisión italiana. La madre impulsó la carrera musical del hijo ante el estupor de Luis Miguel Dominguín, que hubiera preferido un hijo torero. Tras su divorcio del matador nunca volvió a casarse aunque vivió grandes amores que siempre ocultó. Le gustaba rodearse de gente joven y la gente joven buscaba su compañía. A sus 89 años tenía una vitalidad increíble y le gustaba rodearse de gente mucho más joven que ella. En este su primer aniversario de su muerte muchos de ellos la recuerdan en sus redes sociales como “la mami azul”.
Lucía Bosé fue mucho más que la madre del cantante. Su historia es propia de un guion de televisión. Como ella misma recordó en numerosas entrevistas, trabajaba como dependienta en la mítica pastelería Galli de Milán, con 16 años cuando un día entró en el establecimiento el maestro del neorrealismo italiano y le pidió una caja de castañas confitadas. Mientras ella la preparaba, él descubrió el talento interpretativo de la diva,quedó prendado de ella y la convirtió en su musa. Ahí comenzó una carrera fulgurante y una historia singular. “En aquel momento me pareció un loco. Fue como un hermano, un amante. Di a Visconti lo que he dado a pocos hombres, un amor verdadero”, evocó la actriz durante la presentación de su biografía durante la Fiesta del Cine de Roma solo unos meses antes de su muerte.
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