Brigitte Bardot afirma que la covid es buena porque “restablecerá el orden en la naturaleza”
La polémica actriz francesa ha afirmado a una revista italiana que el virus supone la “autorregulación de una superpoblación”
Las polémicas son ya inherentes a la actriz Brigitte Bardot. Quien en su día fue uno de los grandes iconos del cine francés es hoy una incansable activista en pos de los derechos de los animales. Sin embargo, a veces esa defensa hace que sus palabras sean más favorables al mundo animal que al humano.
Aun así, no dejan de sorprender algunas de sus declaraciones, como las que ha publicado este fin de semana la revista italiana Oggi. En ella defiende que la covid-19, la pandemia que azota al mundo desde hace un año y que ha dejado al menos 103 millones de enfermos y 2,2 millones de fallecidos, es algo positivo. “Somos demasiados en la Tierra”, dice a la revista la retirada actriz, que vive a las afueras de Saint-Tropez cuidando a sus animales.
“Me temo que la covid y las otras epidemias que se están anunciando restaurarán dolorosamente un nuevo orden”, añade, y se reafirma: “Cuando esos 5.000 millones de personas en este planeta Tierra se hayan ido, la naturaleza recuperará sus derechos”. “¿Me preguntas si este virus es algo bueno? Sí, es una especie de autorregulación de una superpoblación que no somos capaces de controlar”, insiste la actriz, que cumplió 86 años en septiembre y asegura que ella no necesita protegerse contra la enfermedad. “No tengo necesidad, no veo a nadie. Las cabras no serán capaz de contagiarme”.
El semanario ha publicado esta revista con motivo de la vuelta a las librerías de la autobiografía que Bardot escribió en el año 1973. En aquel momento las memorias fueron muy polémicas y, casi medio siglo después, la actriz sigue causando sensación cada vez que abre la boca. En esta ocasión también ha atacado a los migrantes, afirmando que “nos atacan”.
“Estoy a favor de un Gobierno autoritario que sea capaz de poner orden en el lío en el que vivimos. Cuando pienso que el Gobierno francés deja al margen a ciudadanos pobres que trabajan duro y reciben menos ayuda que todos estos migrantes que nos atacan, me horrorizo“, asegura en Oggi. Allí también habla de sí misma y de las condenas que ha sufrido por declaraciones como estas, en este caso por incitación al odio racial: “No me importa, que me vuelven a condenar”, afirma. “¿Me costará? Me da igual. Si no tengo el dinero para pagar los daños, pues iré a la cárcel. Sería divertido”.
Esta es la última de una larga lista de salidas de tono de la intérprete de Y Dios creó a la mujer. Una de las últimas y más graves fue hace casi dos años, en marzo de 2019, cuando fue demandada por insultar a la población de la isla de Reunión. De ellos dijo que eran una “población degenerada” de una “isla demoniaca” aún fiel a “tradiciones bárbaras” de maltrato animal. “La población indígena ha conservado sus genes de salvajes”, escribió a la prefectura de la isla en una carta. Un año antes, en marzo de 2018, se había enfrentado al entonces ministro de Ecología de Francia, Nicolas Hulot, y llegó a pedirle que dimitiera. “Él, que es un ministro, actúa como si no tuviera poder alguno. Es un cobarde de primera categoría. Un indeciso. Un tipo que no sirve para nada”, afirmó la intérprete, a lo que Hulot respondió calificándola de “demagoga”.
Otra cuestión polémica por la que ha sido fuertemente criticada en los últimos tiempos fue por su actitud con respecto al movimiento MeToo y a que cada vez más mujeres, a menudo en puestos de poca visibilidad, se atrevieran a denunciar a hombres poderosos. Sin embargo, para Bardot todo aquello eran acusaciones “hipócritas, ridículas y sin interés” y que estaban quitando espacio a debatir temas más importantes.
“Hay muchas actrices que provocan a los productores para conseguir un papel. Después, para que se hable de ellas, dicen que sufrieron acoso”, decía Bardot en enero de 2018, en una entrevista publicada en la revista Paris Match. “En realidad, más que beneficiarlas, esto les perjudica”, afirmaba entonces la antigua actriz y cantante, que asegura que pese a su estatus como sex symbol, ella nunca vivió una situación de ese tipo.
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