Gal Gadot, una ‘superwoman’ dispuesta a cambiar el mundo con su ejemplo
La actriz que da vida a Wonder Woman tiene dos niñas y está casada con un empresario inmobiliario que admira su independencia y practica la igualdad y el respeto en su relación
Cuando Gal Gadot protagonizó en 2017 la primera entrega de Wonder Woman, la heroína que se propone detener la Primera Guerra Mundial, detrás de la película había más que un estreno a la espera de llenar la bolsa con una buena recaudación. Sobre el filme y su protagonista se posaron las atentas miradas de un Hollywood necesitado de claves para encontrar un nuevo camino en un tiempo en el que resultaba cada vez más clamoroso e inaceptable la desigualdad de salarios y el trato de la industria para con hombres y mujeres. La heroína no era solo ficción, también era un símbolo de toda una generación de jóvenes espectadores esperando protagonistas femeninas capaces de representarles en nuevos papeles y actitudes.
La prueba de los estudios Warner salió bien en todos los sentidos, se convirtió en símbolo de empoderamiento femenino y recaudó 821,8 millones de dólares (más de 677 millones de euros) cuando había costado unos 140 realizarla. La cabezonería de su directora, Patty Jenkins, y el tirón de la actriz que le dio vida, Gal Gadot, demostraron que las reglas de Hollywood podían tener un horizonte más diverso sin que los beneficios sufrieran daños. Hace solo unos días se ha estrenado la segunda entrega, Wonder Woman 1984, y al frente se encuentra la misma intérprete que protagonizó la catarsis hace tres años: Gal Gadot, una israelí que sabe lo que es presentar pelea porque sirvió dos años en las Fuerzas de Defensa de Israel como instructora deportiva.
“La película llegó en un momento en el que la gente deseaba ver algo así. Patty y yo éramos dos mujeres a las que nos importaba mucho el proyecto y esa actitud se impregnó en el ADN de la cinta. Quiero que mis hijas [Alma, de ocho años, y Maya, de tres] crezcan con referentes que les muestren el potencial que tienen. Pueden ser lo que deseen ser”, ha dicho Gadot sobre el trasfondo más allá de su papel.
La actriz, que tiene 35 años, es de origen israelí y a los 18 ganó el título de miss en su país y llegó a representar a Israel en el concurso de Miss Universo 2004, donde consiguió llegar al grupo de finalistas. Comenzó a estudiar Derecho y Relaciones Internacionales al mismo tiempo que ejercía como modelo y comenzaban sus incursiones en el mundo de la actuación. El primer papel internacional llegó de la mano de la saga Fast & Furius en 2009 y en 2016 encarnó por primera vez a Wonder Woman en Batman v Superman: El amanecer de la Justicia.
En 2018 la revista Time la incluyó en su lista anual de las 100 personas más influyentes del mundo y en 2019 se coló en la de los actores y actrices mejor pagados de Hollywood. Fuentes conocedoras del sector aseguran que por la nueva entrega que se acaba de estrenar, la israelí ha cobrado 10 millones de dólares, algo más de 8,2 millones de euros.
Ahora, además de millonaria, Gadot parece cómoda en su papel de referente femenino y poderoso, un lugar que ha afrontado de su fe en los seres humanos y ese efecto calmante que han destacado de ella quienes la han tratado. Cuando comenzó a ser conocida por Fast & Furious prefirió casarse con el empresario Yaron Varsano y quedarse en Tel Aviv que mudarse a Los Ángeles. La pareja se conoció hace más de 10 años en una fiesta en el desierto israelí en la que todos los encuentros versaban sobre yoga, chakras y alimentación saludable. Se casaron en 2008 cuando él ya tenía un nombre en su país de origen común en el sector inmobiliario. Sus viajes y las continuas estancias en hoteles acrecentaron su deseo de sentirse en casa estuvieran donde estuvieran e inspiraron la filosofía del hotel que él creó y en el que ella invirtió, The Varsano, propiedad de Jaron y su hermano Guy. El establecimiento se vendió en 2015 por 22 millones de dólares y lo adquirió el inversor ruso Roman Abramovich.
Según ha contado la actriz, él le dijo en su segunda cita que “iba en serio y que no iba a esperar más de dos años” para pedirle que se casara con él. Ambos decidieron que su relación fuera sencilla y no complicada y ninguno tiene miedo a mostrar lo que siente por el otro ni a renunciar a parte de su estilo de vida para acompañarse mutuamente. Así pasó cuando llegó la oportunidad para la intérprete de encarnar a Wonder Woman y la familia se mudó a Los Ángeles. “Tengo tanta suerte de estar casado con una mujer fuerte e independiente. Ella es mi compañera, mi amiga, mi amante. Nuestra relación se basa en la igualdad y el respeto mutuo… Sus metas son tan importantes como las mías…”, escribió él en Instagram en el Día Internacional de la Mujer.
Juntos han fundado su propia productora que ya tiene un primer proyecto: una película biográfica sobre la actriz Hedy Lamarr. Wonder Woman 1984 puede ser de nuevo o no un éxito, pero su protagonista ha emprendido un camino en el que todo está por hacer y ella quiere ser una de las mujeres que protagonicen el empuje necesario para conseguirlo.
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