Lapo Elkann vuelve a las andadas: exceso de velocidad y posesión de drogas
El heredero de la familia Agnelli, que anunció que se había alejado de los escándalos para centrarse en su faceta empresarial y altruista, regresa a los problemas
Parece que Lapo Elkann se ha desviado del camino que había decidido tomar hace justo un año cuando un grave accidente de coche en Israel le llevó a permanecer varios días en coma. Fue entonces cuando anunció que iba a dejar atrás su vida de excesos y escándalos. Pero según publica el diario italiano Il Fatto Quotidiano, el heredero de la familia Agnelli se ha vuelto a enfrentar a la Justicia por dos motivos: exceso de velocidad y posesión de drogas.
Aunque la noticia se ha conocido ahora, los hechos ocurrieron el pasado 12 de septiembre y, según el periódico italiano, el magnate fue detenido entre las localidades italianas de Portofino y Santa Margherita. En un control aleatorio, una patrulla de carabinieri dio la alarma sobre el exceso de velocidad de un Ferrari. Los agentes localizaron el vehículo a diez kilómetros, frente al alojamiento de Elkann y un amigo. Tras la multa correspondiente, los agentes registraron el domicilio y encontraron una dosis de cocaína, de unos tres o cuatro gramos, dice Il Fatto. Se abrió entonces una investigación por posesión de drogas con finalidad de tráfico y Lapo Elkann pasó a la lista de sospechosos. Sin embargo, la fiscal solicitó archivar la causa alegando que, dado el pasado de excesos y drogas del empresario italiano, la cantidad encontrada por la policía podría considerarse compatible con el uso personal, por lo que la situación judicial de Elkann ha quedado cerrada.
Sin embargo, la noticia ha llamado la atención porque llega en un momento en el que Lapo Elkann parecía haber dejado atrás los escándalos, las adicciones, las fiestas descontroladas, las resacas perennes y los secuestros fingidos. Desde hace al menos dos años, el príncipe rebelde de los célebres Agnelli, los fundadores de Fiat y lo más parecido a una familia real que tiene Italia, vive de una forma más discreta a caballo entre Milán y Sintra (Portugal), acompañado de su pareja, Joana Lemos, una de las primeras mujeres en conducir de manera profesional coches y motos, alejado de la primera línea mediática, centrado en sus negocios, limpio y lejos de polémicas.
Después de pasar por el imperio familiar como responsable de promoción de varias marcas de automóviles, en 2007 el hijo de Margarita Agnelli y del escritor Alain Elkann y nieto de Gianni Agnelli (1921-2003), legendario dueño de la Fiat, echó a andar en solitario y emprendió una aventura empresarial que dura hasta hoy: Italia Independent, una compañía especializada en la venta de accesorios de moda y gafas de sol, a la que se añadió Garage Italia, que se ocupa de automoción. Ahora vive volcado en sus empresas y ha cambiado sus hábitos, sobre todo los más histriónicos.
Tras meses sin protagonizar ningún desvarío, en diciembre de 2019 un grave accidente de tráfico en Israel que le produjo diversas fracturas y lo dejó en coma durante dos días le cambió la vida. Su coche se salió de la carretera y él se despertó en un hospital de Tel Aviv, tras pasar varios días entre la vida y la muerte. A diferencia de 2006, cuando colapsó por sobredosis en el apartamento de una prostituta transexual, el díscolo de los Agnelli se despertó anunciando entonces su redención. En un vídeo difundido por las redes sociales daba las gracias a Dios por concederle otra oportunidad, que no era ni la segunda ni la tercera. “Quiero dedicar mi tiempo, mi corazón y mis recursos económicos trabajando con mi fundación. No es un capricho de niño mimado. El accidente me ha hecho comprender que este es mi nuevo lema de vida”, advertía en un vídeo difundido por las redes sociales tiempo después.
Desde entonces está volcado en distintas iniciativas solidarias. Entre otras cosas, el pasado julio, Elkann subastó dos coches de lujo de su colección privada para obtener fondos para su fundación, Laps, destinada a ayudar a niños y jóvenes con problemas, en situación de pobreza o en riesgo de exclusión. Al inicio de la emergencia sanitaria lanzó también una campaña de a favor de la Cruz Roja en la que involucró a amigos famosos como el rapero Fedez, o los futbolistas Gianluigi Buffon y Cristiano Ronaldo, que juegan en el Juventus, equipo propiedad de su familia. También se ha involucrado en otro proyecto en el barrio napolitano de Scampia, estigmatizado y asfixiado por el crimen organizado, para ayudar a los niños que son captados por las mafias para traficar con droga. Y en agosto publicó un libro infantil, que se titula W l’Italia insieme a Lapo (Viva Italia junto a Lapo), para colorear los rincones más bonitos de Italia y cuya recaudación es íntegra para su organización solidaria.
Pese a este último incidente con la justicia, el rebelde de la dinastía Agnelli sigue en búsqueda de su redención y no esconde su pasado. “Todos tienen caídas y la clave es no avergonzarse. Yo he tenido tantas y se ha hablado de ello en todas partes. Ciertamente no me gusta y me ha hecho sufrir, pero ahora tengo la enorme ventaja de no tener nada que esconder. Ya no me avergüenzo de lo que soy, no me tengo que engañar a mí mismo y no tengo que hacer como que soy alguien que no soy”, reconoció en una entrevista con Il Corriere della Sera el pasado agosto.
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