Un errático Kanye West afirma que su esposa ha querido encerrarle en un psiquiátrico

El músico Kanye West daba el domingo su primer mitin como aspirante a la presidencia de Estados Unidos, en un discurso a la deriva donde defendió el derecho a las armas (“disparar pistolas es divertido”, afirmaba), puso en duda la esclavitud y explicó que las mujeres tienen derecho a abortar, pero que habría que dar “un millón de dólares o algo así” a las que fueran a hacerlo para disuadirlas y que decidieran tener a ese hijo. De hecho, entre lágrimas contó que él y su esposa —entonces novia— Kim Kardashian estuvieron a punto de recurrir al aborto cuando la empresaria y estrella de la telerrealidad se quedó embarazada de quien luego sería su primera hija, North. Algo que finalmente no hicieron porque según West “un mensaje de Dios” le disuadió.

La deriva de Kanye West no ha parado en ese errático discurso. El lunes por la noche (madrugada del martes ya en España), el rapero colgó en su perfil de Twitter, con más de 30 millones de seguidores, una serie de incomprensibles tuits que fue borrando, aunque ha dejado dos. Uno de ellos dice: “Ahora estoy centrado en la música”. Algo que daría a entender, por tanto, que no lo está en la política y que estaría anunciando su retirada, un hecho que adelantó uno de sus representantes la semana pasada pero que quedó en duda con su mitin del pasado domingo. En otro de los que se conservan hay una imagen de él con sus cuatro hijos donde se lee: “Los niños West nunca harán Playboy”, en supuesta referencia al posado para la revista erótica que realizó Kim Kardashian en 2007.

Es precisamente Kim Kardashian la principal destinataria de los tuits de su esposo. West la acusa de haber buscado un médico y de querer internarlo en una institución psiquiátrica. “Kim ha intentado traer a un doctor para encerrarme con un doctor”; “Kim está intentando volar a Wyoming con un médico para encerrarme como en la película Déjame salir porque lloré ayer cuando conté que quería salvar la vida de mis hijas” [en referencia a una parte del contenido de su mitin]; “Si me encierran como a Mandela todos sabréis por qué”; “Todo el mundo sabe que la película Déjame salir es sobre mí”. La cinta a la que se refiere West es un éxito del cine de terror de hace tres años en el que un joven va a conocer a sus suegros y descubre los horrores que les hacen a sus invitados para tratar de alargarles la vida, como trasplantes de órganos y de cerebro.

Sin embargo, también dice: “Amo a mi mujer. Mi familia debe vivir junto a mí. Ya no depende de NBC ni de E”, dice en referencia a las dos cadenas de televisión estadounidenses de las que dependen el programa de telerrealidad de la familia Kardashian. “La NBC encerró a Bill Cosby”, afirma también.

West también escribe sobre su suegra y manager de las hermanas Kardashian, Kris Jenner (aunque él la llame Kriss, con doble ese al final), acusándola de querer buscarle un médico, pero también de condicionar su carrera. “Kim y Kriss, ¡llamadme ahora!”; “Kriss, no juegues conmigo, no tienes permiso para estar cerca de mis hijos, has intentado encerrarme”. También dice: “He puesto mi vida en juego para que la madre de North nunca vendiera su violación”, en lo que parece una errata entre los términos “sex tape” (grabación sexual) y “sex rape” (violación). “Pongo mi vida ante Dios de que la madre de North nunca la fotografiará para Playboy y eso queda ante Dios. Estoy en el rancho. Venid a por mí”, dice, también en referencia a Kris Jenner, que animó a Kim a realizar aquella sesión de fotos. Ni Kris ni Kim se han pronunciado al respecto

Otra de las víctimas de sus tuits es Anna Wintour, la directora de Vogue. West lleva años realizando colaboraciones con la marca de moda Gap, y de ello versa su queja hacia la periodista: “Anna Wintour siempre me demostró su amor pero cuando le conté lo de Gap me miró como si estuviera loco. Luego volvió besándome el culo”.

Según el medio sensacionalista estadounidense TMZ, la familia de West está muy preocupada por su comportamiento e incluso por su salud. Ya hace algo más de un año el músico habló abiertamente del trastorno de bipolaridad que sufre y del estigma que a menudo le supone; además, en algún momento ha explicado que ha dejado de tomar medicación para inspirar su creatividad. Algo que también le ha causado tal deriva que ha tenido que cancelar conciertos y ser ingresado.

En mayo de 2019 el músico explicó que su enfermedad le hacía pensar que todo el mundo quería matarle o que conspiraba contra él. “Si no tomas la medicación todos los días para mantenerte en un estado adecuado, tiene la posibilidad de agravarse y puede llegar el punto incluso de tener que ingresar en el hospital”, explicaba en una charla con el periodista David Letterman. “Hay un momento en el que deciden reducirte: te atan a la cama, te drogan y te separan de todas las personas que conoces”, relataba entonces. “Me alegro de haber experimentado esa situación porque ahora puedo empezar a hacer algo al respecto para cambiarla. Cuando te encuentras en ese estado, necesitas tener a tu lado a alguien en quien puedas confiar. Es cruel y primitivo que se actúe de esa manera con los enfermos”.