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Interior rechaza conceder la semilibertad a Urdangarin

Instituciones Penitenciarias mantiene sus tres salidas semanales para hacer voluntariado y suma un permiso de fin de semana al mes

Urdangarin, saliendo de su trabajo de voluntariado.
Urdangarin, saliendo de su trabajo de voluntariado.Daniel Gonzalez (GTRES)
Óscar López-Fonseca

La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, dependiente del Ministerio del Interior, ha decidido este viernes rechazar la propuesta que hizo la semana pasada la dirección de la prisión de Brieva (Ávila) de conceder el tercer grado o semilibertad al Iñaki Urdangarin, lo que le hubiera permitido ir a prisión solo a dormir de lunes a jueves. En la decisión de Interior ha influido que la propuesta que hizo la junta de tratamiento de la cárcel –un órgano interno integrado por profesionales penitenciarios que decide la clasificación de internos– salió adelante con una votación muy ajustada, de cuatro votos a favor por tres en contra. Fuentes penitenciarias señalan que han sido, precisamente, los argumentos esgrimidos por los contrarios a dar la semilibertad al marido de la infanta Cristina los que han pesado de manera decisiva. La decisión de Instituciones Penitenciarias debe ser ratificada por el juez de vigilancia penitenciaria número uno de Valladolid, Florencio de Marcos.

Los integrantes de la junta de tratamiento que rechazaban dar el régimen abierto a Urdangarin se mostraban partidarios de mantener al célebre recluso en segundo grado –el ordinario en el que está el 75% de los reclusos en España– y aplicarle el artículo 100.2 del Reglamento Penitenciario, que permite a los presos disfrutar de algunos de los beneficios del tercer grado. De hecho, el juez De Marcos ya accedió en marzo, a petición de la defensa del marido de la Infanta, a que se le aplicara este artículo para que pudiera salir dos fines de semana al mes. Sin embargo, la Audiencia Provincial de Palma —la que condenó en primera instancia a Urdangarin— dejó sin efecto poco después esta medida al considerar que los beneficios de los que ya disfrutaba entonces el marido de Cristina de Borbón —permisos y las tres salidas semanales que tiene autorizadas para hacer voluntariado— eran suficientes dada su condena y el tiempo que aún le restaba por cumplir. El cuñado del Rey entró en prisión en junio de 2018 para cumplir la condena de cinco años y 10 meses que le impuso el Tribunal Supremo por corrupción en el caso Nóos.

Ahora, Interior se decanta también por aplicarle el artículo 100.2, lo que permitirá a Urdangarin, además de mantener las tres salidas semanales para colaborar en el cuidado de personas con discapacidad en una ONG de Madrid, disfrutar de un permiso de salida de fin de semana al mes. La decisión, que puede ser recurrida por la Fiscalía o la defensa del marido de la Infanta en primera instancia ante el juez de vigilancia penitenciaria y, después, ante la Audiencia de Palma, tribunal sentenciador, permite que el exduque de Palma continúe recluido en la prisión abulense, donde es el único recluso en el módulo de hombres. Si hubiera accedido al tercer grado, habría tenido que abandonar la cárcel de Brieva, ya que esta no cuenta con una sección abierta para internos en régimen abierto. En ese caso, habría sido trasladado a un centro penitenciario próximo al domicilio que hubiera fijado o donde hubiera justificado tener un trabajo. Hasta ahora, ha dado el domicilio de su familia en Vitoria para disfrutar de sus permisos, por lo que sería la prisión de Zaballa (Álava). Además, en este caso tendría que compartir espacio con otros reclusos también en semilibertad.

Cuarto permiso para el marido de la infanta

Instituciones Penitenciarias tomó la decisión de rechazar la concesión de la semilibertad a Iñaki Urdangarin el mismo día en que abandonaba la cárcel para disfrutar de un permiso. Es el cuarto que se le concede, todos ellos a propuesta de la junta de tratamiento de la prisión y con el visto bueno del juez de vigilancia penitenciaria, desde que en diciembre cumpliera un cuarto de su condena, uno de los requisitos para que los reclusos puedan solicitar este beneficio. Los presos clasificados en segundo grado, como es el caso del marido de la infanta Cristina, pueden disfrutar de hasta 36 días al año. Urdangarin salió por primera vez el pasado 24 de diciembre, día de Nochebuena. Aquel permiso fue de cuatro días. El segundo, de seis, lo disfrutó en febrero. Para el tercero, que se le concedió antes de la crisis sanitaria, tuvo que esperar a que Interior levantase las medidas de aislamiento impuestas en las cárceles para dificultar la expansión de la covid-19. De seis días, salió hace dos semanas. El que inició este viernes es de la misma duración.


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Sobre la firma

Óscar López-Fonseca
Redactor especializado en temas del Ministerio del Interior y Tribunales. En sus ratos libres escribe en El Viajero y en Gastro. Llegó a EL PAÍS en marzo de 2017 tras una trayectoria profesional de más de 30 años en Ya, OTR/Press, Época, El Confidencial, Público y Vozpópuli. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.

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