La cárcel de Brieva propone conceder la semilibertad a Iñaki Urdangarin
La propuesta de la junta de tratamiento de la prisión, acordada por cuatro votos contra tres, aún no es firme y debe ser confirmada por Instituciones Penitenciarias
La junta de tratamiento del Centro Penitenciario de Brieva (Ávila) ha acordado en una reunión celebrada la semana pasada proponer la concesión a Iñaki Urdangarin, marido de la infanta Cristina y cuñado del rey Felipe VI, el tercer grado o semilibertad, lo que le permitiría salir a trabajar a diario y solo tener que ir a dormir a prisión de lunes a jueves, según confirman a EL PAÍS fuentes penitenciarias. La decisión aún no es firme y debe ser ratificada en los próximos días por la Secretaria General de Instituciones Penitenciarias. Urdangarin ingresó en prisión en junio de 2018 para cumplir la condena de cinco años y 10 meses que le impuso el Tribunal Supremo por corrupción en el caso Nóos.
La propuesta de la junta de tratamiento (un órgano interno de la cárcel formado por profesionales penitenciarios) no ha sido tomada por unanimidad, según detallan fuentes penitenciarias. Cuatro de sus miembros votaron a favor de dar la semilibertad a Urdangarin, mientras que otros tres se opusieron. Estos últimos se mostraban partidarios de mantener al célebre recluso en segundo grado –el ordinario en el que está el 75% de los reclusos en España- y aplicarle el artículo 100.2 del Reglamento Penitenciario, que permitiría al marido de la infanta disfrutar de algunos de los beneficios del tercer grado. Para ello recordaban que el juez de Vigilancia Penitenciaria 1 de Valladolid, Florencio De Marcos, accedió en marzo a que se le aplicara este artículo para que pudiera salir dos fines de semana al mes. Sin embargo, la Audiencia Provincial de Palma —la que condenó en primera instancia a Urdangarin por el caso Nóos— dejó sin efecto poco después el auto del juez de Vigilancia Penitenciaria al considerar que los beneficios de los que ya disfrutaba Urdangarin antes de la pandemia —permisos y las tres salidas semanales que tiene autorizadas para hacer voluntariado— eran suficientes dada su condena y el tiempo que aún le restaba por cumplir.
Instituciones Penitenciarias tiene ahora hasta dos meses para tomar una decisión sobre la propuesta de semilibertad hecha por la cárcel de Brieva, aunque fuentes penitenciarias auguran que no agotará el plazo. Habitualmente, Prisiones suele confirmar las propuestas de las juntas de tratamiento, sobre todo si son por unanimidad. Sin embargo, en casos como este, en el que hay una votación ajustada, los responsables de Instituciones Penitenciarias analizan los argumentos de los miembros de la junta que votaron a favor y de los que se han opuesto antes de tomar una decisión. De hecho, el pasado mes de mayo Prisiones rechazó conceder la semilibertad a otro preso célebre, el exvicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato, al que la cárcel de Soto del Real (Madrid), donde estaba recluido, también propuso aplicarle esta medida en una votación ajustada. Entonces, Instituciones Penitenciarias valoró más los argumentos esgrimidos en sus votos particulares por los contrarios a darle el tercer grado.
No obstante, la decisión de Prisiones a favor o en contra del tercer grado no será tampoco firme y puede ser recurrida tanto por la defensa de Urdangarin, si se le rechaza, como por la Fiscalía si se aprueba, en primera instancia ante el juez de Vigilancia Penitenciaria y, posteriormente, ante el tribunal sentenciador. En este caso, la Audiencia Provincial de Palma. Si finalmente, se aprueba que pase al tercer grado, el cambio supondría sobre el papel el traslado del marido de la infanta a otra cárcel. En la prisión de Brieva —en la que es el único recluso del módulo masculino— no existe sección abierta para internos en semilibertad, por lo que debería ser trasladado a un centro penitenciario próximo al domicilio que fije o donde justifique tener un trabajo. Hasta ahora, ha dado el domicilio de su familia en Vitoria para disfrutar de sus permisos, por lo que sería la prisión de Zaballa (Álava). Eso sí, en este caso tendría que compartir espacio con otros reclusos también en semilibertad.
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