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Venus Williams: cosmética, veganismo y millones más allá de las canchas de tenis

La hermana mayor de Serena Williams lanza una línea de cosmética con la marca de su línea de deporte y se apunta a una dieta basada casi por completo en alimentos crudos

La estadounidense Venus Williams observa la pelota durante la sesión de entrenamiento para el Open de Australia, en Melbourne (Australia).
La estadounidense Venus Williams observa la pelota durante la sesión de entrenamiento para el Open de Australia, en Melbourne (Australia).Scott Barbour (EFE)
El País

Ganadora de cuatro oros (y una plata) olímpicos, siete Grand Slam individuales, 14 de dobles, con 49 títulos a sus espaldas... y también empresaria, emprendedora, millonaria, vegana y amante de la belleza, tanto como para lanzar su propia línea de cosmética. Así es Venus Williams, la mitad menos conocida de la pareja más famosa del tenis, formada por ella y por su hermana pequeña, Serena.

El perfil de la mayor es, sin embargo, mucho menos popular que el de Serena, apenas 15 meses menor. Venus cumplirá 40 años el próximo mes de junio y, al contrario que su hermana, no se prodiga en entrevistas, portadas, fiestas o bodas principescas. La amistad de Serena con Meghan Markle, esposa de Enrique de Inglaterra, ha hecho que su protagonismo sea mayor en los últimos meses.

Sin embargo, ahora Venus toma la palabra. La tenista ha concedido un par de entrevistas a medios especializados donde ha tratado algunas de sus facetas menos conocidas: la de la alimentación, donde se confiesa vegana (aunque algo tramposa, según ella misma); y la empresarial. Tras pasar horas en las pistas en todas las condiciones atmosféricas posibles, la deportista ha dejado de experimentar y ha sacado su propia línea de belleza, cuyos dos primeros productos tienen sentido, viniendo de alguien tan expuesto al aire libre: un protector solar (con factor 30) y un sérum hidratante pero también con FPS 35. Williams los saca bajo su marca —de, hasta ahora, ropa deportiva—, llamada EleVen, aliándose con la firma de belleza estadounidense Credo.

Obviamente, la deportista no ha dejado los productos al azar: el protector solar se presenta en barra, y ambos se secan rápidamente una vez aplicaros, sin dejar residuos ni un tono blanquecino, independientemente del tono de la piel, algo que a la tenista no siempre le ha resultado fácil, como cuenta en la revista económica Forbes. Se estima que Venus Williams ha amasado una fortuna cercana a los 40 millones de euros solo gracias al tenis, pero tiene multitud de patrocinadores, participa en programas de televisión y ha invertido en equipos deportivos, como los Miami Dolphins.

“Soy una loca del cuidado de la piel”, confiesa la tenista a la publicación. “Especialmente porque mi trabajo es al sol, así que tengo que protegerla. Después de todo, es el órgano más grande del cuerpo. Muchas veces la gente no cuida su piel igual que el resto de su cuerpo. Si comes bien, haces ejercicio... tienes que cuidar lo que le pones, y también protegerla. Como una gran partidaria de la protección solar, hacer esto ha sido un paso natural para mí”, relata.

Williams ha escogido los ingredientes de la fórmula (“limpios, hay que ser consciente de lo que nos ponemos en el cuerpo”), la marca a la que se ha unido, Credo (“cuando hacemos colaboraciones con marcas, las empresas y las personas tienen que conectar a nivel personal, y creemos en las mismas cosas”) y hasta el envoltorio, consciente con el medio ambiente (“era un aspecto clave, porque tenemos que pensar en lo que estamos haciendo, en nuestro impacto global”).

La tenista se abre a compartir sus rutinas faciales, como que tiene la piel sensible o que la exfoliación y los aceites, en especial el de rosa mosqueta, le funcionan. “No me siento muy cómoda con mucho maquillaje, pero mucha gente sí. Para mí, la filosofía de la belleza es que sí te hace sentir bien, feliz y es sano, adelante”, relata en Forbes.

Otra de las cuestiones que la hacen estar bien consigo misma es la alimentación. De nuevo, en este aspecto mantiene una actitud relajada, de mejora constante, pero sin ser demasiado autoexigente. Por eso ha optado por mantener una dieta vegana, que comenzó “por razones de salud”, como ha explicado a la edición estadounidense de Women’s Health. “Necesitaba darle energía a mi cuerpo de la mejor manera posible, sabiendo cuan importante es mi dieta para mantenerme activa", cuenta, en relación con el llamado síndrome de Sjogren que padece, una enfermedad autoinmune por la que sufre cansancio y dolores musculares y de las articulaciones.

Por este motivo cuenta que la mayor parte de sus comidas son “crudas y veganas, pero soy humana, y conocida por hacer ciertas trampas”, añade con sorna. “Bromeo con que soy una trampavegana, porque algunas veces me desvío”, comenta. La atleta suele desayunar fruta o batidos proteicos; almorzar arroz, boniatos y batidos verdes, y tomar algo más de carbohidrato si compite; cenar ensaladas tipo César en su versión vegana; y para picar entre comidas opta por barritas, fruta, batidos... ¿Y los postres? “Cuando entreno intento controlarme, ¡pero de vez en cuando una chica necesita un donut!”, clama divertida, contando que a menudo se hace batidos con fruta como coco y vainilla... que adereza con vino prosecco o con un chorrito de ron. Porque, como ella dice, “la vida es demasiado corta para no amar lo que comes”.


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