El drama de la saga Dúrcal: enfermedades y conflictos en la familia de la reina de las rancheras
El hijo mediano de Rocío Durcal ha superado el coronavirus después de ser ingresado en la UCI
El drama ha vuelto a recaer sobre la saga de los Dúrcal. El hijo mediano de Rocío Dúrcal, Antonio Morales, superó a finales de abril el coronavirus. A pesar de su edad, 46 años, tuvo que ser ingresado el pasado mes de marzo en la unidad de cuidados intensivos del Hospital Universitario Puerta del Sur. “Le doy las gracias a Dios por poder seguir. A mi familia y a mis amigos, y a todos los que sé que me habéis apoyado y animado de alguna u otra forma”, ha escrito recientemente en su cuenta de Instagram junto a dos imágenes de su estancia en la UCI.
Ahora recuperado, aunque no al “cien por cien”, se encuentra con su familia. “¡Por fin! 20 días después de la cuarentena hoy puedo abrazar a lo que más quiero”, publicó hace un mes en la misma red social en la que subió una fotografía abrazado a los suyos. “Está siendo una primavera muy complicada y muy dura para todos, empezando por los que han perdido a alguien, los que están graves ingresados y los que hemos estado bastante malitos. En mi caso hoy empiezo a ver un poquito de luz”, añadió en un mensaje que dedicó especialmente a su esposa, Bárbara Suanzes, con la que tiene una hija, April. También es padre de dos mellizos, fruto de un matrimonio anterior.
La hermana pequeña de Morales, Shaila Dúrcal, también ha querido compartir con sus seguidores el difícil momento que ha vivido el músico y le ha querido mandar su apoyo desde la distancia. “Te quiero, hermano. Estoy muy feliz de que estés totalmente recuperado y de que hayas dado negativo. Disfruta de los abrazos y los besos otra vez. Te extraño”, ha escrito la cantante junto a una instantánea de su sobrina abrazada a su padre.
Hace no demasiado tiempo Shaila Dúrcal también experimentó una complicada situación. La artista ha admitido recientemente que los dos últimos años no han sido fáciles para ella después del accidente doméstico en el que perdió parte de su dedo índice. Sufrió una amputación traumática y tuvo que ser operada. A raíz de aquello padeció una depresión y dejó de fumar, además de tener un problema de tiroides, lo que la llevó a engordar. Ganar más peso no supone ahora un problema para ella, pero de niña sí, lo que desencadenó más tarde en trastornos alimenticios. “Tengo buenos recuerdos del colegio, pero sufrí bullying porque siempre tuve problemas de peso y se metían mucho con eso. Es una época muy difícil para las mujeres, mis padres viajaban mucho... Toda mi vida he batallado con eso, hoy por hoy también, pero voy aprendiendo porque de adulto ya entiendes por dónde van los tiros”, explicó en el programa Mi casa es la tuya.
De los tres hijos que tuvo Rocío Dúrcal con Antonio Morales Barreto, conocido como Junior, Shaila Dúrcal es la que más éxito ha conseguido en la industria musical. Pero, al igual que su madre, su carrera se ha desarrollado principalmente al otro lado del Atlántico. Aunque sin el mismo resultado que la intérprete de temas como Me gustas mucho, pues la matriarca de la saga fue una de las mayores artistas tanto en España como en Latinoamérica, especialmente en México. Shaila Dúrcal mantiene latente el legado de su madre desde Estados Unidos, donde reside junto a su marido, el productor Dorio Ferreira, y la hija que tuvo este en una relación anterior, Aitana.
La artista es muy parecida físicamente a su madre, y no es de extrañar que siga sus mimos pasos, pero su pérdida fue dura. Rocío Dúrcal falleció el 25 de marzo de 2006 debido a un cáncer de útero que le habían detectado 15 años antes. La voz española de las rancheras se apagó y con ella, la imagen de una familia idílica. Llegado el momento de repartir la herencia de la artista comenzó una guerra familiar que sorprendió a todos. La actriz Carmen Morales, la mayor de los hermanos, y Antonio Morales estuvieron enfrentados con su padre, mientras que Shaila Dúrcal permaneció en medio de ambos bandos. Un episodio que ahora avergüenza a la saga. “Siempre fuimos una familia unida, lo que nos pasó ocurre en cualquier familia, solo que nosotros siempre teníamos las cámaras delante”, comentó la pequeña a Bertín Osborne.
El conflicto familiar se hizo público en 2008. Junior publicó una autobiografía, Mucho antes de dejarme, en la que sus hijos no salían bien parados: “Shaila es la más sensible de sus hermanos. Llevo un año y medio fuera de la clínica y Carmen y Antonio raramente me llaman por teléfono para ver que tal estoy. Ha habido momentos en los que me he sentido muy solo, que he necesitado su presencia, pero parece que ellos están muy ocupados”. Al año siguiente sus hijos mayores le demandaron por el legado de su madre. El hermano mediano descubrió que su padre les ocultaba varias propiedades que la artista poseía en el extranjero y que no estaban contempladas en el testamento que firmó en 1992, lo que elevaba su patrimonio al doble, valorado en un principio en dos millones de euros.
Fueron tres años de lucha, tanto en los juzgados como en la prensa. Junior sufrió depresión y se refugió en la bebida. También estuvo a punto de desheredar a Carmen y Antonio Morales y dejar toda su herencia a la pequeña de la familia, que intentaba mediar entre ambas partes. Pero en 2011 las cosas se calmaron. Padre e hijos llegaron a un acuerdo extrajudicial para no ir a juicio y el viudo de Rocío Dúrcal retomó la relación con su familia hasta el día de su fallecimiento, en 2014.
A pesar de las distancias y de que llevan vidas totalmente diferentes, los hermanos procuran mantener la imagen de familia idílica que tanto les caracterizó en los tiempos de Rocío Dúrcal. De vez en cuando comparten imágenes de ellos juntos en las redes sociales y recientemente han recordado a sus padres, pues el pasado enero hubieran celebrado sus bodas de oro, en marzo se cumplieron 14 años sin la artista y en abril, seis sin su marido.
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