Un contrato y un experto en criptomonedas, novedades en el asesinato de la esposa de Tom Hagen
Un juez pone en libertad al millonario noruego sospechoso del crimen por pruebas insuficientes pero la policía no descarta volverlo a detener en los próximos días
El caso Lørenskog, que da nombre a la investigación de la desaparición de Anne-Elisabeth Hagen, la esposa del multimillonario noruego Tom Hagen, permanece abierto. La mañana del 28 de abril el proceso de investigación dio un giro inesperado cuando la policía detuvo al conocido empresario por el asesinato o complicidad de asesinato de su mujer. A los 11 días de su arresto, Hagen ha sido puesto en libertad tras emitirse el fallo del Tribunal de Apelaciones, que juzga insuficientes las pruebas presentadas para que el empresario siga bajo custodia policial. Aunque el móvil del crimen continúa sin aclararse año y medio después del suceso, la policía descarta las teorías que apuntan a un secuestro por motivos económicos y mantiene su acusación sin descartar la posibilidad de una nueva detención de Hagen, que rechaza todos los cargos.
La tarde del viernes 8 de mayo, el multimillonario de 70 años dejó la prisión de Oslo bajo custodia del Tribunal de Distrito de Nedre Romerike, pero no a las cuatro semanas como se esperaba, sino 11 días después de su detención. La liberación de Hagen se materializó después de que el Tribunal Supremo aprobara el dictamen del Tribunal de Apelaciones Eidsivating con efectos suspensivos sobre las pruebas policiales que acusan al empresario, donde se señala de forma escueta que no hay ninguna probabilidad de que Hagen tenga algo que ver con la desaparición, sin mencionar lo que la policía declaró en la apelación.
Un día antes de la puesta en libertad del empresario, la decisión judicial llevó a la policía a practicar otra detención, la de un hombre de 30 años experto en informática y criptodivisa, vecino del distrito de Romerike, lugar de residencia del matrimonio Hagen. En la primera fase de la investigación, el marido de la desaparecida denunció el caso como un secuestro, llegando a asegurar a la policía que los secuestradores le habían exigido por correo electrónico un rescate de nueve millones de euros en criptomoneda Monero, algo que los investigadores consideran “un acto engañoso claramente planeado”. Según informa la prensa noruega, existen evidencias de encuentros entre Hagen y el informático probablemente sobre actividades comerciales relacionadas con la criptomoneda, que son objeto de la investigación policial en curso.
El hombre de 30 años, cuya identidad no ha trascendido a los medios de comunicación, fue detenido para un interrogatorio, primero como acusado por el asesinato de la mujer del multimillonario, y después por colaboración en un caso de privación grave de libertad. El informático, que también fue liberado dos días después de ser arrestado, y que niega cualquier relación con la desaparición, permanece acusado.
Tras la liberación de Hagen, se han dado a conocer más detalles sobre los interrogatorios policiales al empresario. Uno de los elementos que podrían proporcionar luz sobre el asunto es la existencia de un contrato matrimonial, firmado por la pareja en 1987, 18 años después de su boda. Por entonces la pareja ya tenía tres hijos y el empresario empezaba a acumular una fortuna considerable. El contrato, cuya última versión disponible públicamente data de 1993, establece el reparto de las propiedades, un aspecto especialmente importante en caso de divorcio. En el documento pactado, la situación del empresario aventajaba claramente a la de su esposa: todas las herencias y los activos en varias compañías de Tom Hagen deberían ser de su propiedad, mientras que Anne-Elisabeth se quedaba con una parcela de la cabaña de montaña y un Citroën de 1987.
El contrato también recoge que la mujer podía utilizar el coche de una de las compañías de su marido, y revela que Anne-Elisabeth recibió un regalo de su esposo por valor de casi 40.000 euros, aunque con la condición de que se colocaran en una cuenta de alto interés o en bonos y que el dinero no se usara libremente, sino en situaciones particularmente necesarias. La cláusula relacionada con el regalo caducaría cuando Anne-Elisabeth cumpliera 67 años, edad a la que desapareció la esposa de Hagen.
Algunos abogados han reaccionado al reparto tan desigual en el acuerdo de matrimonio y señalan que Anne-Elisabeth podría haber ganado varios cientos de millones de coronas impugnando el contrato. “Ella ha contribuido siendo ama de casa y cuidando a la familia. El contrato tiene grandes distorsiones. Si Anne-Elisabeth hubiera tratado de recurrir este contrato en relación con una solicitud de divorcio, su esposo habría sido sentenciado”, declara al periódico VG la abogada Mette Yvonne Larsen, conocida especialista en divorcios, quien considera que el acuerdo de matrimonio entre Tom Hagen y su esposa contiene aspectos tan irracionales que podría haberse declarado inválido de llevarse a los juzgados.
Según publica el diario digital Nettavisen.no, el matrimonio de Tom y Anne-Elisabeth Hagen ha vivido momentos turbulentos, algo que han confirmado el propio empresario y sus hijos durante los interrogatorios. La policía ha preguntado también a algunos testigos sobre la posibilidad de que Anne-Elisabeth tuviera intención de divorciarse. Los medios noruegos apuntan a la pista de los registros informáticos que muestran que la mujer de Hagen podría haber buscado vivienda previamente a su desaparición, un detalle que todavía no ha sido confirmado por las autoridades policiales.
El otoño de 2019 se conocía la noticia de que la policía había investigado a un grupo de Facebook al que se unió Anne-Elisabeth en marzo de 2018, siete meses antes de su desaparición. El grupo está dedicado a viviendas de alquiler en el este de Noruega. Según el registro de la propiedad, Anne-Elisabeth posee una casa familiar heredada en esa área, pero algunas fuentes que conocían a la desaparecida sostienen que era miembro del grupo con la intención de buscar casa.
La policía continúa buscando nuevos testimonios y registrando nuevos posibles hallazgos en la residencia de la pareja de Sloraveien 4 en Lørenskog, a quince kilómetros al este de Oslo, en la casa de montaña de Kvitfjell y en el lugar de trabajo de Hagen, el edificio Futurum, que ha estado bajo investigación secreta desde junio de 2019.
Si la pareja tenía proyectado ir a la montaña o no el día de la desaparición de la esposa de Hagen es una pregunta a la que los investigadores han dedicado mucho tiempo. Este martes, el periódico Verdens Gang informó que la policía investiga un mensaje de texto enviado a un miembro de la familia y posibles llamadas eliminadas que confirmarían la existencia de un plan de Tom Hagen y su esposa de ir a su casa de montaña el día de la desaparición, el 31 de octubre de 2018, y ha encontrado pistas que indican que Anne-Elisabeth Hagen comunicó la cancelación del viaje. La última señal de vida que se tiene de la desaparecida es una conversación telefónica con un familiar a las 09.14 de la mañana. Recientemente, el Tribunal de Distrito de Nedre Romerike ha expresado en un fallo que hay motivos razonables para sospechar que pudo haber ocurrido un asesinato y que la acción pudo haber tenido lugar en la residencia de los Hagen.
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