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La princesa encarcelada Basmah pide ayuda a su tío, el rey de Arabia Saudí

En prisión desde hace un año, denuncia que no recibe tratamiento médico y que teme morir

La princesa Basmah bint Saud, en Dresde, Alemania, en 2017.
La princesa Basmah bint Saud, en Dresde, Alemania, en 2017.Gisela Schober (EL PAÍS)
Ángeles Espinosa

La princesa Basmah, encarcelada desde hace un año en Arabia Saudí, pide ayuda a su tío el rey Salmán y a su primo, el príncipe heredero Mohamed Bin Salmán. En una inusitada carta, hecha pública este jueves a través de sus cuentas de Twitter e Instagram, Basmah Bint Saud les pide que revisen su caso porque su estado de salud es “muy grave” y corre el riesgo de morir en prisión. No está claro que la princesa tenga acceso a Internet, pero la llamada de auxilio podría haberla hecho a través de una persona de su entorno cercano.

“Como sabrán, actualmente estoy recluida de forma arbitraria en la cárcel de Al Hair sin [que se haya presentado] ningún cargo, criminal o de otro tipo, contra mi persona”, afirma la misiva difundida tanto en árabe como en inglés. “Mi salud se está deteriorando en un grado que es severo, y eso podría conducir a mi muerte. No he recibido atención médica ni una respuesta a las cartas que envié de la cárcel a la Corte Real”, añade.

Desde que se filtrara su caso a finales del año pasado, la monarquía saudí no se ha pronunciado al respecto, como es su norma en situaciones similares. Ese silencio puede haber llevado a la princesa a hacer un llamamiento público a través de su hija Sara o de su secretaria personal, ya que fuentes conocedoras del caso dudan que alguna de ellas hubiera actuado por su cuenta. Basmah padece una enfermedad coronaria, motivo por el que tenía previsto viajar a Suiza el 28 de febrero del año pasado. Por causas que se desconocen, se le impidió subir al avión medicalizado que le esperaba en el aeropuerto de Yeda y esa misma noche fue detenida, según han denunciado personas allegadas.

“Fui secuestrada sin una explicación junto con una de mis hijas y llevada a prisión”, asegura la carta firmada como Basmah Bint Saud “hija de la Casa de Saud”, en relación a la familia real. Basmah es la menor de los 115 hijos que tuvo el rey Saud y nieta del fundador de Arabia Saudí. Nació en marzo de 1964, pocos días antes de que su padre fuera obligado a ceder el trono a Faisal. Apenas le vio un par de veces antes de que falleciera cinco años más tarde. Su madre, la siria Jamila Merh, se la llevó a Beirut donde vivieron hasta que estalló la guerra civil en 1975 y se trasladaron al Reino Unido, donde creció y se formó. Más tarde se casó con un prominente saudí, con quien tuvo cinco hijos y del que está divorciada.

“Suplico a mi tío, el Custodio de las Dos Mezquitas Sagradas, el rey Salmán Bin Abdulaziz al Saud, y a mi primo, el príncipe heredero Mohamed Bin Salmán, que revisen mi caso y me liberen, ya que no he hecho nada malo. Mi estado de salud actual es MUY crítico”, concluye el texto, que pone el muy en mayúsculas.

Aunque en la monarquía absoluta saudí el rey es la última autoridad del reino, desde la llegada de Salmán en 2015, su hijo favorito y desde 2017 heredero, ha tomado las riendas del poder. A él se atribuyen las sucesivas campañas de encarcelamiento de activistas, clérigos, periodistas, hombres de negocios e incluso familiares que pudieran cuestionarle o hacerle sombra. No está claro si la hiperactiva y mediática princesa ha ofendido al poderoso príncipe.

Basmah habló en el pasado a favor de las revueltas árabes y del cambio en Arabia Saudí, pero nunca criticó a la familia real, de la que se sentía parte. Algunas fuentes han mencionado una disputa por la herencia de su padre (tierras que la habrían sido requisadas cuando se vio obligado a abdicar y dinero en cuentas suizas). Tampoco es la primera vez que la familia real encarcela a uno de los suyos, en general, príncipes. Aún así, durante el reinado de Abdalá salió a la luz el extraño encierro de cuatro de sus hijas en un palacio de Yeda. Tras la muerte del rey, no ha vuelto a saberse de ellas.

El mensaje de Basmah busca llegar a altas instancias internacionales incluyendo los identificadores en Twitter de Barack Obama, Bernie Sanders, Kamala Harris, el Elíseo, el ministro francés Jean-Yves LeDrian, Human Rights Watch, Amnistía Internacional, así como de varios medios de comunicación internacionales. El tuit que lo difunde en árabe se dirige también al ministro de Exteriores, Faisal Bin Farhan, y al viceministro de Defensa, Khalid Bin Salmán (hijo del rey y hermano del heredero), a las agencias de seguridad y a varios medios saudíes.

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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