Cranachan: el postre escocés en vasito de frambuesas y nata
El ‘cranachan’ se compone de tres elementos principales: una nata montada con whisky y miel, aireada y cremosa; un puré de frambuesas bien intenso, y copos de avena tostados para darle crujiente
Aunque estamos acostumbrados a tener frutos del bosque durante todo el año, lo cierto es que, como todas las frutas, tienen temporada. En concreto, la de las frambuesas es de julio a octubre, cuando hace calorcito, y es la oportunidad perfecta para comer frambuesas llenas de sabor, con la acidez y dulzor justos, bien firmes.
Uno de los postres que más realzan esta maravillosa fruta es el cranachan, un clásico de Escocia, uno de esos postres en formato vasito que son tan cómodos de preparar, porque son mono-ración, se pueden hacer con antelación, son súper fáciles y, sobre todo, quedan monísimos. El cranachan se compone de tres elementos principales: una nata montada con whisky y miel, aireada y cremosa; un puré de frambuesas bien intenso, y copos de avena tostados para darle crujiente y un extra de sabor en cada bocado. Tuve el gusto de descubrirlo en Serious Eats y no me pude resistir a hacerlo, la receta que os traigo hoy es una versión un poco modificada de la suya.
Un par de notas: el queso mascarpone es opcional, pero muy recomendable. No está ahí para dar sabor a la nata, sino para estabilizarla: cuando se enfría, el mascarpone es prácticamente sólido, lo que va a hacer que la nata quede más densa y aguante más tiempo montada, sin perder volumen. En cuanto a los copos de avena: asegúrate de tostarlos profundamente, porque así es como van a brillar, en contraste con la acidez de las frambuesas y el dulzor de la nata.
Tiempo: 90 minutos
Dificultad: Montar la nata sin cansarte
Ingredientes
Para 6-8 raciones
- 500 ml de nata para montar
- 50 g de copos de avena machacados (o copos finos)
- 350 g de frambuesas
- 5 ml de zumo de limón
- 30 g de mantequilla
- 2 pizcas de sal
- Una pizca de azúcar blanco
- 30 g de queso mascarpone (opcional)
- 40 ml de whisky escocés
- 30 ml de miel, y un poco más para decorar
- Hojas de menta para decorar (opcional)
Instrucciones
Sumergir los copos de avena en la nata y dejarlos humedecerse 20 minutos.
Mientras, machacar 250 gramos de las frambuesas con una cuchara, y mezclarlas con el zumo de limón. Reservarlas en la nevera.
Colar los copos de avena, exprimiéndolos bien, reservando la nata en un bol. Transferir los copos humedecidos a una sartén junto a la mantequilla, y tostarlos sobre fuego medio-alto de 10 a 15 minutos, removiendo frecuentemente, hasta que estén profundamente dorados. Cuando estén listos, pasarlos a una bandeja, mezclarlos con una pizca de sal y otra de azúcar blanco, y dejarlos enfriar completamente.
En el bol con la nata para montar, añadir el queso mascarpone, el whisky, la miel y una pizca de sal. Montar la mezcla con unas varillas manuales o eléctricas, hasta que forme picos que mantengan la forma.
Para montar los vasitos: añadir una primera capa de nata montada, seguida de dos cucharadas del puré de frambuesas y una del muesli. Finalizar con una segunda capa de nata, tres frambuesas, más muesli y un poco de miel. Opcionalmente, decorar con unas hojas de menta. Refrigerar al menos una hora antes de consumirlo.
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