Menú semanal de El Comidista (30 de enero al 5 de feb.)

Fácil, sana y llena de sabor. Olvida los mezclum de lechugas y prueba a incorporar otras verduras como borraja, apio, hinojo o acelga.

¿Existe algún ser humano (normal) al que no le gusten las croquetas? No, y por eso revelamos en rigurosa exclusiva sus normas básicas.

Un pastel suave y esponjoso como el algodón que te hará ser infiel a tu tarta de queso de cabecera. Manga a la vez que zen.

Engordamos un fondo vegetal triturando setas, verduras y un fruto seco con resultados erótico festivos y una textura muy parecida al caldo de ramen.

Ternera, jamón, salvia, mantequilla y vino dulce son los protagonistas de un plato tradicional que lo petó en Italia (y fuera de ella). 

Es un alimento tan maravilloso que casi podría suplir a todas las demás frutas: jugosa, dulce, nada empalagosa, cargada de toneladas de vitamina C.

Puede ser una delicia, y puede ser la sopa más sosainas del mundo: todo depende de cómo la hagas. Aquí tienes todas las pautas.

Gracias al pimentón de la Vera y a unas butifarras o longanizas, le damos un giro local y rápido a un plato húngaro y lento. 

Un homenaje al Ferrero Rocher hecho con chocolate de verdad y frutos secos, acompañado de una salsa de queso dulce. 

Como entrante o para limpiar un poco el paladar entre el primer o el segundo plato, las verduras crudas y su frescura se agradecen.

Volvemos a preparar una receta de película, esta vez concentrados en el despiporre culinario que ofrece la película de Ang Lee. 

Pobre pomelo, relegado desde los años ochenta a la categoría de desayuno de dieta por su punto amargo y su ligereza. ¿Lo has probado asado?

La boloñesa es una de las salsas italianas más degradadas. Cuando pruebes la deliciosa receta original, no pararás de prepararla. 

Boniato, calabaza, setas, quinoa y arroz son la base de unas albóndigas veganas tiernas como los mofletes de un bebé. 

Los buñuelos de viento se pueden comer sin rellenar, tan sólo espolvoreados con azúcar y canela. O repletos de nata montada o crema pastelera.

Es la madre de todas las sopas: calienta, reconforta y asegura el final más feliz para cualquier resto de hogaza.

No hay nada peor que ir de chef moderno en una comida familiar ni nada más entrañable que tirar de clásicos incontestables, como este rape.

Los miembros más humildes de la familia de los bivalvos vuelven a protagonizar una receta sencilla y a la vez exótica. 

El "all i oli" de manzana es un invento sencillísimo de preparar que consigue rebajar el nivel de aceitazo sin renunciar a la melosidad de la salsa.

Los típicos suelen ser los malos, los abrevaderos de matarratas que suceden al menú del día o el que tiene tu cuñado, pero tenemos otras propuestas.