Vasos de tarta de queso y mandarina

El jetapostrismo va a llegar. / EL COMIDISTA
¿Qué hacemos las personas que no somos demasiado entusiastas de los postres, cuando damos una comida en casa y nos da el ataque mortal de pereza repostera? Tres cosas: bajar a la pastelería más cercana, encajar el marrón de traerlo a alguno de los invitados o preparar un jetapostre. Jetapostres son esos inventos que uno se monta para salir del paso, y que deben cumplir tres condiciones esenciales: no requerir absolutamente ninguna destreza repostera, contar con un tiempo de preparación lo más cercano posible a los 5 minutos y parecer que te los has currado.
El jetapostre más básico sería un yogur con frutas con un poquito de mermelada por encima, presentado en un vasito cuqui. Los jetapostres más pensados tiran de materias primas ya elaboradas, como las galletas, los bizcochitos y las mermeladas, para evitar tener que hacer masas, encender hornos o prender fogones, y tratan de emular con toda la desvergüenza del mundo otros postres de éxito que sí exigen trabajo.
El de hoy pertenece a esta última categoría: recuerda a la clásica tarta de queso, pero está diseñada para personas más vagas que la Supervaga de Chico y Chica. La clave de su éxito es la combinación de sabores dulces con el punto salado del queso cremoso y del feta, más el añadido ácido de la mandarina. No empapuza, no empalaga, se hace en dos patadas y queda bonito, lo que lo convierte en un firme candidato a aparecer en las mesas navideñas de los que no quieran romperse el espinazo trabajando en la cocina.
Dificultad: Para sinvergüenzas.
Ingredientes
Para 4 personas
- 300 g de queso crema (tipo Philadelphia)
- 100 g de queso feta
- 100 ml de nata líquida
- 2 mandarinas
- 1 lima o 1 limón
- 4 galletas (yo usé las de anacardo y miel de Oxfam Intermón)
- 2 cucharadas de miel o de sirope de agave
- 2 cucharadas mermelada de naranja o de albaricoque
- Mantequilla (opcional)
Instrucciones
Nota
La Defensora del Cocinero de El Comidista recomienda modificar los ingredientes en esta receta para que no resulte excesivamente salada: eliminar el queso feta y doblar la cantidad de nata líquida (200 ml), y añadir una cucharada de azúcar glas.
En el paso 3 también aconseja "batir unos cinco minutos con la batidora de varillas o en un robot de repostería el queso cremoso y la nata (que deben estar muy fríos) y la ralladura, hasta obtener una crema homogénea y esponjosa. Incorporar el azúcar glass y mezclar a mano con movimientos suaves".