El paraíso de las pastelerías clásicas
Huesca es una primera potencia de la repostería: pocas provincias conservan tantas y tan buenas pastelerías históricas. Sus especialidades van del ruso a la trenza, pasando por el pastel Biarritz o el jaqués.
Paraíso de golosos e infierno de diabéticos, Huesca es una de las provincias con mayor nivel de España en gastronomía dulce. Dos datos avalan esta afirmación: la cantidad de pastelerías históricas que sobreviven sin bajar el nivel desde hace décadas y la singularidad de sus elaboraciones más emblemáticas. Del ruso de Ascaso a los lacitos o el pastel jaqués de Echeto, pasando por la trenza de Almudévar de La Tolosana, las castañas de mazapán de Vilas, el pastel Biarritz de Albás o el pastillo de la panadería Sesé, la colección de delicias únicas que pruebas por allí te deja con la boca abierta y la glucosa elevada.
Partiendo de los legendarios Ultramarinos La Confianza y con la asesoría del maestro pastelero Raúl Bernal, hemos hecho una ruta por estos templos del hojaldre, las cremas, las yemas y las natas. Si quieres gozarla, no tienes más que darle al play en el vídeo de arriba.
Sobre la firma
![Mikel López Iturriaga](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F3470c759-08b5-4fb1-9a28-776ee8a6f36b.png?auth=3884ae04209c0ffa28cb7cb42989b5a01238266b3f1f47edbc6c5360d4a69db9&width=100&height=100&smart=true)