Menú semanal de El Comidista (19 a 25 de octubre)

Esta receta es de Albert Adrià, pero no hace falta tener su apellido para cocinarla. La clave del plato está en tostar en el horno los puerros para darle un toque ahumado.

El yogur ablanda la carne del pollo y además facilita que el sabor y aroma de las especias se fundan en ella: si lo dice Harold McGee, hay que probarlo cuanto antes.

Si te quieres sentir menos culpable, puedes sustituir el yogur griego con queso batido desnatado; si no, dale un golpe final de nata montada o de crema fresca.

Esta receta nos acerca a esos chowder populares en Norteamérica, cuya característica principal es el uso por lo general de beicon, algún lácteo como nata y un espesante que puede ser harina o, canónicamente, crackers.

El secreto para triunfar con esta lasaña consiste en usar espinacas frescas, soltarse con las pasas y, sobre todo, que la bechamel sea ligerita.

El kiwi está de temporada y es una de las frutas con mayor concentración de vitamina C. Ideal para hacerle frente al frío.

Los rabanitos son un aperitivo o picoteo delicioso, sano y económico, con un punto de crujiente muy adictivo y de los que se comen como pipas.

Rellenamos unos boniatos asados con judías pintas cocidas, pico de gallo, aguacate y la propia carne del boniato, con un toque final de salsa de yogur que aporta cremosidad y sabor al conjunto.

El licor saca lo mejor de esta fruta de temporada, y el yogur aromatizado con vainilla fresca hace que el conjunto se venga arriba. Viene con truco para pelar la granada rápidamente de regalo.

Esta crema se puede comer tal cual como primer plato, pero se le puede dar un poco más de enjundia y convertirla en una cena ligerita si se acompaña con una tostada –o dos– de pan de centeno gratinada con vuestro queso favorito.

Aunque mueras por dar unos buenos bocados, es recomendable dejar este bonito en escabeche reposar antes de darte el festín: los sabores se asientan y la textura mejora

Esta fruta es rica en pectinas y fibra, además de estar buenísima, así que aprovecha las que trae la nueva temporada.

Aunque parezca que esta ensalada otoñal lleva mucho tiempo, gracias al microondas y una variedad de lentejas de cocción corta podemos tenerla lista en poco más de 20 minutos.

Unos dados de patata cocida salteada y un puré cremoso de boniato son la base de un juego de texturas en el que también participan la cebolla y el pimiento. Todos ganan (pulpo incluido).

El caqui pone la dulzura, el yogur la cremosidad y el cacao el sabor a chocolate: después de un primer intento fallido, esta combinación se reivindica como un postre o desayuno cremoso, riquísimo y muy fácil.

Tiernos por dentro y crujientes por fuera, especiados y sabrosos: esta versión vegana de los bocaditos de pollo no tiene nada que envidiar a la que lleva carne (y legalmente pueden llamarse así).

Están jugosas, están buenas, están de temporada y se pueden comer solas o combinadas. No hay fallo.

Un corte tan humilde como la carrillera puede dar mejores resultados que un carísimo solomillo. Eso sí, hay que tener paciencia para cocinarlo.

Un clásico dulce de la cocina tradicional francesa que se hace en un periquete y con solo cinco ingredientes. Parece mentira, pero está al alcance de cualquiera, oh, là, là!

Basado en la serie Once Upon A Time, es una de las propuestas del libro Cócteles fuera de serie, de Mariló Garcia.

Pincha en el enlace y descárgate la plantilla de menú semanal de El Comidista. Podrás organizarte los desayunos, almuerzos, meriendas y cenas de toda la semana.