Menú semanal de El Comidista (3 a 9 de agosto)

Se puede tomar fría o caliente, es ligera, se prepara en un momento. ¿Qué más puedes pedirle a una sopa de tomate especiada?

Ternera, jamón, salvia, mantequilla y vino dulce son los protagonistas de un plato tradicional italiano que se convirtió en tendencia gracias al padre de la cocina italiana moderna, Pellegrino Artusi.

Si tienes en casa ingredientes tan sencillos como plátano, aguacate, leche de coco, frutos secos crudos y otras frutas frescas o deshidratadas, prepárate: estás a un paso de ser el rey del verano.

El salmorejo clásico es una de las delicias de nuestra gastronomía, pero hay otras maneras de prepararlo con toques más contemporáneos. Por ejemplo, poniéndole remolacha cocida y jengibre, y luego queso azul y eneldo.

Convertir esta hortaliza en una salsa cremosa que hará que hasta los más berenjenófobos se la coman con ganas y sin preguntar es muy fácil, y no hay que usar el horno. El limón y el parmesano rematan la jugada.

El melón es tu amigo durante el verano y se supone que, si huele, pesa y la base cede un poco al apretarla, estará bueno. Pero no es una ciencia exacta.

Muchas frutas, sobre todo las dulzonas, combinan bien con el queso feta, que por su parte es perfecto para ensaladas por su sabor salado y su facilidad para el desmigado. Los higos no son la excepción, como demuestra esta receta que es una bocanada de aire fresco para el paladar.

El cuscús funciona muy bien en cualquier estación de año, ya sea en una ensalada o para acompañar el estofado más salvajemente gorrino. Esta es más bien de las primeras, porque apenas lleva grasa, pero rebosa de verduras y sabor.

Uno de esos platos reconfortantes y con regusto sentimental es la tarta de manzana. Como aquí en El Comidista no podemos competir con la tarta de manzana que hacía tu abuela Maripuri o la que comiste en tal o cual restaurante 20 años atrás, proponemos una interpretación no nueva, pero sí menos vista por estos lares.

Se trata de una ensalada pepónide de altísimo poder hidratante para combatir el calorazo, y tiradísima de hacer.

El verano es el mejor momento para este pescado azul, rico en calcio y en grasas insaturadas. Disfrútalo al máximo en una receta fácil y fresca con sardinas marinadas acompañadas de ajoblanco.

Debe tener una mancha amarillenta en la zona que ha estado en contacto con la tierra, y al darle golpecitos con los dedos se debe "sentir hueca".

Un clásico del tapeo gaditano que también puedes preparar en casa: solo necesias una buena patata, algo de cebolla, perejil y un sencillísimo aliño. Las playas aún no podemos acercártelas, pero estamos en ello.

Es un básico de la cocina vasca y sabe a gloria si se hace bien. Ésta es nuestra versión de un plato tan emblemático que tuvo el honor de aparecer en la sintonía del mítico programa 'Con las manos en la masa'.

Una vez llegado el fin de semana, toca divertirse. La receta es más simple que una alpargata, y lo único que hay que cuidar es que es que el jarabe de la cocción no espese demasiado. Eso, y usar un vino potable, así que deja el Don Simón para el kalimotxo de las próximas fiestas del pueblo.

La versión tradicional de este plato italiano lleva berenjena, pero también puede prepararse con calabacín. Y elegir si lo fríes o lo cocinas a la plancha, o le pones quesos de sabor más o menos intenso.

Están jugosas, están buenas, están de temporada y se pueden comer solas o combinadas. No hay fallo.

Las sobras de un pollo asado dan para platos algo más veraniegos que las croquetas y los canelones. En este bocadillo se vienen arriba con un yogur cremoso, fruta y frutos secos.

Otro de los alimentos que acompañan a la perfección al melón para hacer una macedonia de frutas es el pistacho. Este fruto seco le da un toque crujiente y salado que funciona a las mil maravillas con el dulzor del resto de ingredientes.

El mojito es un cóctel perfecto para un día de verano. Es dulce y ácido y, sobre todo, refrescante. Por eso te explicamos cómo hacer un buen mojito.