Menú semanal de El Comidista (23 a 29 de marzo)

Los guisantes y los espárragos están en su fecha ideal. Siempre puedes tirar de sus variantes congelados y en conserva, aunque el resultado pierde un poco, claro.

El secreto de lo buenísimo que está el pollo frito coreano es que se fríe dos veces. Tal cual. La segunda vez pasa por la sartén menos tiempo y con el aceite aún más caliente.

Gracias a la madre naturaleza, los limones siguen en plena temporada. Si has comprado varios y no sabes qué hacer con ellos, añádelos a la receta de la clásica panna cotta.

El hummus original es con garbanzos, sí, pero esta receta admite muchas variaciones. Una de ellas es incluirle remolacha, que le aporta frescura y una textura más sedosa al hummus.

A falta de una, este post te enseña a elaborar tres salsas que combinan genial con unos espárragos verdes: lactonesa de albahaca y lima, vinagreta de huevo y mostaza y pesto rojo.

Vale: el olor de las mandarinas no se quita fácil de los dedos, pero es un mal menor comparado con su jugosidad.

Una de las cosas buenas de esta crema, además de su sabor, es que puedes tomarla caliente, fría o a temperatura ambiente. Además no tiene complejidad alguna para hacerla en casa.

Las alcachofas están de temporada, y eso es siempre una gran noticia. En este plato acompañan a los huevos fritos y al jamón: imposible mejorarlo.

Es sopa, pero es postre. ¿Qué cosas tiene la vida, verdad? Es un postre sencillísimo de hacer y que te da dos opciones: o compras el bizcocho o lo haces en casa.

La kale lo peta desde hace tiempo, aunque hay gente que la única kale que conocen es la borroka. Aquí te mostramos una receta fácil y rápida para sacarle provecho a esta col.

Este tartar lleva una crema de aguacate, cuscús y caballa marinada con menta, aceite de oliva y zumo de de lima. Y lo más complicado es hacer el cuscús, así que imagínate.

El kiwi está de temporada y es una de las frutas con mayor concentración de vitamina C. Ideal para hacerle frente al frío.

Una forma original de comer el pescado es haciendo una brandada como esta. La receta incluye la versión original: con ajo y un poco de leche para suavizar.

La salsa verde: ese aliño más vasco que la ikurriña, sencilla de hacer y que queda ideal en un porrón de platos. En este caso acompaña a un kilo de mejillones frescos.

Para aquellos quisquillosos/as que digan que el membrillo no está de temporada: en la receta pone dulce de membrillo, que eso lo puedes comprar ya hecho en cualquier súper.

Este plato utiliza bacaladillas, pero también queda genial si le pones caballa, brótola o boga. La clave realmente está en el aliño de aceite, limón, ajo y perejil.

Sentimos decirte que las naranjas no curan los resfriados, pero siguen estando bien ricas.

La margarita puede ser la pizza más fácil y resultona de hacer. Pero si además cuidas los ingredientes y optas por poner queso burrata y una salsa de tomate al vino tinto, el resultado es un espectáculo.

Esta receta es la unión en santo postre del bizcocho, la crema de queso ricota y el chocolate. ¿Qué es lo que puede fallar? Ya os lo adelanto yo: nada.

Si compraste un vino poniendo todas tus esperanzas –y ahorros– en él y luego resultó ser una decepción, puedes hacer tinto de verano o glögg. Esta última es una bebida caliente típica de Suecia a base de vino especiado.