Menú semanal de El Comidista (19 a 25 de agosto)

Los higos están en plena temporada. Simula que eres un gran chef juntándolos con dos ingredientes salados que harán brillar su dulzor con el mínimo esfuerzo.

El saborcillo entre tostado y ligeramente amargo, combinado con el de otros ingredientes, saca de la vulgaridad a la ternera más sosa.

El helado hecho a base de plátano está la mar de bueno y es muy fácil de preparar. Puedes combinarlo con cacao, como en esta receta, o con otras frutas congeladas.

Aunque tal cual está muy buena, un poco de salmón ahumado, unas anchoas picadas o unos tacos de queso feta le darán un poco más de enjundia.

Estamos en verano. Hace calor. ¿Por qué no tomar los espaguetis fríos como si fueran una ensalada? En esta vídeorreceta les ponemos tomate. Y sí, también chorizo.

Están jugosas, están buenas, están de temporada y se pueden comer solas o combinadas. No hay fallo.

Unas tortitas de origen suizo algo aligeradas gracias a la mezcla de patata y zanahoria. En lugar de freírlas en manteca, las hacemos a la sartén con un poco de aceite: todo el sabor, menos empapuce.

Una versión más ligera y rápida de las espinacas a la sevillana que además funciona perfectamente como plato único al ponerle un poco de huevo duro.

Un homenaje al Ferrero Rocher hecho con chocolate de verdad y frutos secos, acompañado de una salsa de queso dulce.

Una versión fresca y crujiente de este clásico, con un par de consejos para conseguir en casa un yogur concentrado y darle el toque del ouzo.

Esta ensalada es sorprendentemente fresca y ligera, alegre al paladar y a pesar de ser bastante patatera no empapuza lo más mínimo.

Son suaves, tiernos, jugosos y muy aromáticos cuando están en su punto óptimo. Si te aburres de comerlos solos siempre puedes hacer clic en el enlace y probar alguna de las recetas.

¿Por qué no utilizar la vainilla en platos salados? Atrévete con este plato, cierra los ojos y siéntete en una playa paradisíaca de Tahití.

Una ensalada fresca, vegetariana, ligera y verde como los mismísimos Alpes suizos, la cáscara de una sandía o la rana Gustavo.

Hace calor para encender el horno pero se puede hacer una excepción si se trata de un bizcocho como este: jugoso, sano y con enjundia.

La versión tradicional lleva berenjena, pero también puede prepararse con calabacín. Y elegir si lo fríes o lo cocinas a la plancha, o qué queso le pones.

Debe tener una mancha amarillenta en la zona que ha estado en contacto con la tierra, y al darle golpecitos con los dedos se debe "sentir hueca".

Tan deliciosas como las del mejor buey y bastante más sanas y baratas. El único misterio que tienen es el de no pasarse con el triturado de las legumbres.

Hablemos claro: pocos postres superan a un flan bien hecho, con su maravillosa textura y su perfecto equilibrio de lácteos, huevo y azúcar.

Cuando decimos bien hecha es eso mismo: una bebida que, si se trata bien, es fabulosa. El coctelero Marc Álvarez te enseña cómo hacerla.