Aló Comidista: "¿Existen dulces sanos para comer cuando tienes antojo?"
Vuelve el consultorio con preguntas sobre azúcares saludables, médicos que recomiendan beber alcohol, khaleesis de las cucarachas en restaurantes y adolescentes obsesionados por los flujos.
Aló, Comidista vuelve puntual a su cita con la vida. En este consultorio vale todo: dudas culinarias, enigmas gastronómicos, problemas psicológicos, cuestiones metafísicas y dramas de la vida contemporánea. Sólo tenéis que enviarme un mail a elcomidista[arroba]gmail.com. Responderé a vuestras chorradas preocupaciones el primer jueves de cada mes, salvo festivos, puentes, enfermedad grave o fallecimiento.
Gonzalo: Hoy he ido a un supermercado con antojo de dulce. Me he ido a los bollos envasados y me he escandalizado, había más trans en esa estantería del supermercado que en los alrededores del Camp Nou. Como ese supermercado tiene sección de panadería me acerqué hasta allí. Había muffins de chocolate, macarons, tartas de queso o empanadas de manzana de lo más apetecible, y claro, como no estaba envasado no tenía etiqueta. Mi pregunta es: ¿estos productos no están obligados a llevarla? ¿Podemos saber de alguna manera qué lleva el pan de la panadería que no esté envasado o los bollos? Si estas opciones de panaderías son igual de peligrosas, ¿qué opciones saludables tengo si necesito dulce y no me apetece fruta o chocolate con un 70% de cacao?
Querido Gonzalo, dejando a un lado tu chiste levemente transfóbico y casposillo del principio, me maravilla que huyas de la bollería empaquetada para lanzarte en brazos de la que no lo está. ¿En serio crees que por muchas menos grasas trans que tengan, los muffins, tartas y macarons de panadería o pastelería van a ser saludables? Esto es como pensar que la Nocilla “sin aceite de palma” es buena para tu cuerpo, obviando el 56% de azúcar que lleva. Tú verás lo que haces, pero cuidadín con esos “antojos de dulce” no vayas a acabar como una vacaburra diabética.
Respecto a las etiquetas, los alimentos no envasados no están obligados a llevar etiqueta, tal como se explica en esta web del Ministerio de Sanidad. Los establecimientos sí deben informar obligatoriamente del nombre del alimento, cantidad de ingredientes y grado alcohólico en bebidas con graduación superior al 1,2%. En cuanto a las opciones dulces saludables fuera de la fruta y el chocolate negro, en el supermercado encuentro pocas más cosas aparte de las frutas secas no azucaradas (dátiles, orejones, ciruelas o pasas) combinadas con frutos secos, o los batidos de fruta entera triturada sin zumo ni azúcar consumidos siempre con moderación. En el mundo de los postres hechos en casa, puedes acudir a este artículo de repostería casera con mucha fruta y poco azúcar.
Recuerda que los productos ultraprocesados “0% azúcares” o “sin azúcares añadidos” (bollería, lácteos, galletas, etcétera), siguen siendo ultraprocesados nada sanos por mucho que les hayan puesto edulcorantes en vez de sacarosa (el azúcar convencional). Y para evitar esos "antojos de dulce", quizá deberías pensar en reducir poco a poco el azúcar añadido en tu dieta. Una vez desenganchado, probablemente estos arrebatos se producirán con menor frecuencia. Aquí tienes una buena infografía con 12 pasos concretos para reducir el consumo de azúcar sin sufrir.
Rplquej: ¿Por qué en algunos artículos (pocos, he encontrado dos) se prohíben los comentarios? Imagino que es casualidad que los dos restaurantes mencionados en esos artículos sean propiedad de ultraderechistas. ¿Son amigos tuyos? ¿Del dueño de EL PAÍS? En cualquiera de los casos, muestra o bien que tienes unas tendencias políticas ligeramente fascistas (lo dudaría por tus preferencias sexuales, aunque vete tú a saber), o bien que tu integridad y ética están a la altura de tus zapatos.
Querido Rplquej, gracias por escribir, hacía tiempo que no me encontraba con un lector tan inteligente como tú. Es lógico que yo, fiel amigo de los ultraderechistas, publique en la web que dirijo artículos que dejen a la altura del betún a restaurantes de ultraderechistas, como el de Casa Pepe o el de Casa Zaragoza. También es lógico que, como facha convencido, decida cerrar los comentarios para que no se sigan escribiendo comentarios racistas, sexistas o filofascistas. De hecho, creo que me voy a unir a Arévalo y a Ortega Cano en los actos de apoyo a Vox, y quizá incluso funde una organización homosexual de apoyo a este partido que se llame Maricones por España. Habiendo sido un rojo toda la vida, creo que sería mi evolución natural.
CMA: Vengo de una familia en la que no tenemos obsesión por ningún alimento, comemos un poco de todo y sólo abusamos en fechas señaladas. Vamos, que tomamos leche de vaca. Mi madre ahora toma leche fresca, yo que soy más pobre y vaga la tomo desnatada y de la marca que puedo. Sin embargo, me atormentan desde hace un tiempo todos esos mensajes sobre lo mala que es la leche para las personas adultas. Mi quebradero de cabeza es que si no puedo tomar leche, ¿qué pasa con el resto de lácteos? Sin leche podría vivir, malamente -como diría Rosalía-, pero sin queso prefiero no hacerlo.
Querida CMA, que no tomes leche fresca por pobre me inspira sentimientos solidarios. Que no lo hagas por vaga me da ganas de lanzarte una maldición y que los aguacates te salgan negros hasta el final de tus días, por pusilánime y por zángana. Aparte del económico, no sé qué motivo puede tener un ser humano para preferir la leche desnatada o cualquier otra de brik a la leche fresca. Bueno sí, que le guste el agua de color blanco más que la leche de verdad.
Respondiendo a tu pregunta, puedes consumir leche y queso en cantidades moderadas sin miedo a perjudicar tu salud, y mucho menos a morir intoxicada: Juan Revenga recomienda un máximo de una ración al día, y Aitor Sánchez de Mi Dieta Cojea, de dos, dando preferencia a los fermentados (yogures) y los no desnatados. Pero también te digo que no necesitas lácteos en tu dieta para nada, por mucho que la industria que los produce nos dé la tabarra con que nos hace falta su calcio (que podemos obtener de muchos otros alimentos como los frutos secos, las legumbres, el brócoli, las espinacas o las sardinas).
Xose: A mi madre le acaba de prohibir el médico la sal en las comidas por problemas de salud. ¿Existe algún potenciador de sabor de sabor que de más o menos el pego y no contenga sal? Igual de paso lo uso yo también y me desprendo de un par de arrobas.
Querido Xose, permíteme decirte antes de nada que por mucho que prescindas de la sal no vas a adelgazar si sigues comiendo mal. Pero en fin, como tu salud me interesa mucho menos que la de tu madre, que bastante desgracia ha tenido con un hijo como tú, te diré que el secreto está en las especias, las hierbas aromáticas y los ácidos como el vinagre o el limón. Todos esos elementos dan alegría Macarena a tus comidas cuando retiras la sal, y -aunque cueste- poco a poco puedes ir acostumbrándote a comer sin ella.
“Reducir la sal tiene mucho sentido, y es fundamental si hay alguna patología: la OMS no recomienda un consumo diario de más de 5 gramos, y generalmente se supera con creces”, explica la nutricionista Azahara Nieto. “Cocinas como la árabe y la hindú se caracterizan por ser muy sabrosas, y su gracia no es la sal, son los condimentos. También podemos usar vinagres diferentes, como el de vino o manzana. Otro truco es marinar carnes, pescados o tofu para darles más sabor. Se sumergen en aceite de oliva virgen extra, limón y de nuevo especias o hierbas aromáticas que más nos gusten al menos durante 24 horas, y se deja reposar en el frigo".
"También se pueden utilizar salsas sanas, como un tomate frito hecho en casa, usando orégano en vez de sal y reduciendo la acidez con zanahoria, calabaza o incluso una pizca de bicarbonato. La salsa de mostaza de Dijon para carnes es otra opción chula. O aliños de salsa agria o yogurt para ensaladas o verduras al horno, o incluso un pesto para pastas y verduras. La salsa de soja no es buena opción porque incluso las bajas en sal llevan bastante”.
Laura: ¿Conocéis alguna marca de mole que se pueda comprar en España? Sé que lleva unos 60 ingredientes diferentes y me parece excesivo prepararla. Por cierto suelo hacer recetas de El Comidista porque tienen la peculiaridad de que SIEMPRE salen.
Querida Laura, no sé si la Defensora del Cocinero de El Comidista estará muy de acuerdo con eso de que nuestras recetas SIEMPRE salen. Pero te agradezco que me dores la píldora, y por ello te voy a contestar educadamente sin mis habituales salidas de tono de bruja rancia y amargada. A mí también me parece un trabajón preparar mole, y por eso la última vez que estuve en México -esto lo digo para que veáis cuánto viajo- me hice con un par de arrobas.
Como no tengo ni la menor idea de marcas disponibles en España, te dejo con nuestro experto en pan y mexicano de pro Tonatiuh Cortés. “Yo suelo comprar una marca que se llama Rogelio Bueno, está bastante bien y se puede conseguir muchos supermercados de España. No obstante, ya es posible comprar por internet marcas menos industrializadas que ofrecen productos muy buenos”.
En su momento, Tonatiuh me dio algunos consejos para preparar mole que te cedo gentilmente, como el de triturar tomate con un poco de cebolla y ajo y sofreírlos en aceite de oliva, para luego mezclarlos con el mole y diluirlo todo en caldo de pollo. “Es importante tenerlo hirviendo a fuego lento durante al menos 30 minutos, para que sea menos indigesto. Hay que ir añadiendo caldo para que no quede muy espeso. Una vez pasada la media hora, corregir de sal. También se puede añadir un poco de azúcar para contrarrestar la acidez, y chocolate amargo para hacerlo resaltar”.
Juan: Recientemente me hice unos análisis de sangre y, cuando me dieron los resultados, descubrí con sorpresa que tenía el colesterol alto. La doctora me imprimió las recomendaciones dietéticas que te adjunto. Dejando a un lado los tradicionales tópicos de que la yema de huevo o la leche entera son peores que Satanás, ¡afirma que puedo tomar sin ningún remordimiento pasta, mermelada, miel, fruta en almíbar y dos vasos de vino o cerveza! ¿Es posible que el departamento de Salud madrileño no actualice sus recomendaciones desde 1982?
Querido Juan, por lo poco que sé como periodista especializado en comida, te confirmo que esa tabla se ha quedado más vieja que las gelatinas de frutas y los discos de Phil Collins, y no sólo por incluir productos tan habituales en la dieta en 2018 como las gallinejas, las criadillas o -fantasía- el Cointreau. El gran hit es que una médico diga que está bien tomar vino o cerveza a diario, cuando las bebidas alcohólicas nunca son saludables, ni en cantidades grandes ni pequeñas. ¿Seguro que no te recibió fumándose un cigarrito y tomándose un carajillo? Porque es lo único que le faltaba.
“Sobre cuándo ha sido la última vez que se actualizó esa doctora no tengo ni idea, pero el tipo de respuesta que te han dado son mucho más frecuentes de lo que piensas en cualquier comunidad autónoma", asegura el dietista-nutricionista Juan Revenga. "Lo peor del asunto es la ausencia de remordimientos que al parecer ocasiona a estos profesionales sanitarios hacer este tipo de recomendaciones anacrónicas, vetustas, casi decimonónicas”.
“Te sugiero tres procederes”, continúa Revenga. “El primero que le eches un vistazo a este magnífico documental (Colesterol: el gran engaño) que resume de manera estupenda cuál es el conocimiento que se tiene hoy en día sobre el asunto y en qué medida se debería obrar... además de mostrarnos como nos la han colado bien colada con este tema. El segundo que te asomes al blog de Luis Jiménez para contextualizar eso de tener el colesterol alto a partir de un caso real; y ya de paso que te pases por el mío para echar un ojo a la etiqueta 'colesterol', donde hallarás información actualizada que te puede resultar útil. Hasta aquí todos los consejos eran gratis, pero el tercero no lo es. Y no lo es porque el sistema sanitario público no cuenta con dietistas nutricionistas para estos menesteres, así que lo que te voy a recomendar es que vayas a visitar a un/a buen/a dietista-nutricionista para revisar tus hábitos de vida, en especial los referentes a las cuestiones dietéticas”.
Soriano: En nuestra cruzada por una alimentación más sana, hemos decidido sustituir las patatas fritas por chips hechos con harina de garbanzos, lentejas, quinoa, etcétera siempre ecológico. La mayoría están muy buenos pero claro, son caros. ¿Realmente es más sano? ¿O estamos ante otro timo alimentario?
Querido Soriano, habría que ver la composición de esos chips, pero me atrevería a decir que muchos no son precisamente saludables. Suelen llevar bastante sal y estar fritos en aceites vegetales refinados, así que por muy ecológicos que sean y mucha quinoa que les pongan, entran de lleno en la categoría de snacks ultraprocesados. Si realmente estáis en una “cruzada” por alimentaros mejor, te recomiendo que eches un ojo a este vídeo de picoteos libres de culpa.
Soraya: Os escribo porque el otro día me ocurrió una fatalidad que me ha hecho perder las ganas de comer, de vivir y de todo. Estaba con unos amigos en uno de mis restaurantes preferidos de Madrid, un tailandés. Me trajeron un curry rojo de verduras que había pedido y al removerlo... el terror. Una cucaracha gigante, que pensarás que exagero pero tuve que cerciorarme de que no era una gamba, así que imagina el tamaño de las antenas. Se lo dije al camarero que era tailandés y al que se le pusieron los ojos occidentales por un momento cuando vio al especimen.
Como debo de ser como la madre de dragones pero de cucarachas y tengo un imán que ya me ha pasado cuatro veces (cucales en un flan, cucales en una sopa de miso, cucales en un ramen y ahora cucales en un curry), mi pregunta es si crees que todos los restaurantes están infestados de cucarachas sólo que no solemos verlas, si hasta se cuelan en el sitio más limpio las muy cerdas, o si efectivamente cuando haga yo una llamada a las cucarachas tendré un ejército con el que conquistar el mundo.
Querida Soraya, gracias por tu mail, me ha alegrado el día imaginarte como una khaleesi de las cucarachas, lanzando a tus hordas contra cualquier Meereen que se poga por delante. Probablemente seas la persona del mundo occidental que más veces se ha encontrado con estos animales en platos, y te felicito por ello. Respondo a tus preguntas: no, no creo que todos los restaurantes estén infestados de cucharachas. Sí, sí creo que una cucaracha se puede colar hasta en el sitio más limpio: si vives en determinados barrios de Barcelona, por ejemplo, ya puedes tener la cocina tan limpia que podrías comer en tu propio fregadero que en algún momento asomarán por ahí. Pero también creo que si tienes el restaurante más sucio que la bayeta de un burger, habrá más posibilidades de invasión de plagas.
Rui: He visto tu vídeo y he leído tu texto sobre churros. Muchas gracias. Pero yo como portugués que vive en España, no puedo dejar pasar la apropiación indebida que haces del origen del churro. El churro no es "uno de los inventos más geniales de la cocina española", tiene una difusión ibérica. Hay dos teorías principales sobre el origen del churro, una cuenta que los crearon pastores españoles para sustituir el pan fresco. La otra cuenta que es en verdad una variación de los youtiao chinos (muy parecidos), y que habría sido importado por portugueses en el siglo XVI, y de allí para España. Lo que es cierto es que son muy populares por toda la península ibérica.
Querido Rui, tienes razón en que calificar el churro de “invento español” fue un poco aventurado por mi parte. Probablemente debí decir “denominación inventada en el último tercio del siglo XIX por los españoles, más concretamente por los madrileños, para algo que ya existía desde muchos siglos atrás aquí y en otras partes del mundo”, pero chico, me pudieron las prisas.
Lo que no te compro tanto son las teorías del origen de este frito, que carecen de base histórica. Dentro Ana Vega Biscayenne, periodista e investigadora del churro: “La palabra es modernísima (último tercio del XIX) pero no así la receta. Antes de llamarse churros fueron cohombros (sinónimo de “pepinos”), tejeringos, buñuelos de jeringa o simplemente, fruta de sartén. De esta última manera se denominan en el manuscrito culinario Vergel de señores (siglo XV), donde aparecen diversos tipos de fritos dulces elaborados con harina y agua y, entre ellos, unos hechos con un dispensador. Parecido a una churrera primitiva, este artilugio permitía echar hilos de masa directamente en el aceite caliente. ¿Y? Pues que esto ocurrió antes de que los portugueses llegaran a la China. Por favor, queridos lectores, ni os creáis todo lo que viene en internet, ¡ni sigáis propagando el cuento de los pastores de ovejas churras!”.
Aurelia: Hola Javier, te escribo contándote un sucedido. El otro día en un restaurante peruano muy recomendado por TripAdvisor, empezando a comer un rico ají de gallina en compañía de mi hija, al remover el ají con el arroz blanco apareció ella. Cuki estaba muerta pero parecía dormida, era del tamaño de una almendra y yo dije aggggggg. Mi hija, a la que le da pena todo el mundo, no me dejó ni hacer fotos ni pedir el libro de reclamaciones, basándose en que son inmigrantes y que su vida es muy dura. Preguntas: ¿es mi hija una tarada? ¿Debería haber pedido el libro de reclamaciones? ¿Me fio de TripAdvisor? ¿Son guarros los restaurantes que tienen cucarachas?
Querida Arantxa, gracias por tu bonito microrrelato, que viene a completar el Mes de la Cucaracha en Aló Comidista. Respuestas: sí, tu hija es una tarada, porque ya me dirás tú qué tienen que ver los problemas de los inmigrantes con servir ajís con insectos invitados. Sí, deberías haber pedido el libro de reclamaciones. No, no debes fiarte de TripAdvisor, porque en el mundo no escasean los imbéciles sin criterio. Y no, los restaurantes que sirven platos con cucarachas no son un modelo de limpieza.
Gloria: Pongamos un pan de molde que de sabor está bastante decente en dos variedades: blanco e integral. El blanco no lleva azúcar añadido y el integral sí. ¿Qué es mejor? ¿Las ventajas del pan integral aunque tenga azúcar añadido o las posibles pegas del refinado si no lleva?
Querida Gloria, gracias por este “más difícil todavía” nutricional al que me enfrentas. Si no me había explotado la cabeza con las anteriores preguntas, tranquila que con la tuya van a tener que recoger trocitos hasta en Kazajistán. Para darte una respuesta contundente habría que ver las composiciones de ambos panes, pero yo apostaría por el integral con azúcar añadido. ¿Por qué? Porque tratándose de un pan, no creo que lo lleve en mucha cantidad, a no ser que se trate de una magdalena gigante disfrazada. Dicho esto, la monserga de siempre: mejor pan integral de panadería sin azúcares ni mejorantes que pan envasado de supermercado.
Nerea: Trabajo en una cafetería y desde que tenemos leche de soja hemos notado que cuando la calentamos y la echamos al café descafeinado éste suele cortarse. Al principio no nos fijamos si era por ser descafeinado o no, pensábamos que tal vez era la temperatura o que fuese un brik abierto de un día para otro pero desde hace un par de semanas hemos visto que sólo nos pasa con el café descafeinado ¿Tiene alguna explicación concreta? ¿Tenemos demasiado tiempo libre entre café y café que ya intentamos buscar cualquier entretenimiento?
Querida Nerea, yo te habría mandado a la López Ibor o directamente a que te hicieran un exorcismo. Pero por suerte hay personas buenas y amables como Beatriz Robles, tecnóloga de los alimentos, que están más dispuestas a ayudarte. “Estas lectoras están poniendo en práctica el método científico (observación de un fenómeno, planteamiento de hipótesis, diseño de investigación con control…), así que enhorabuena. La explicación se encuentra en la acidez del café, que puede provocar la coagulación de las proteínas”.
“Vamos por pasos”, prosigue. “La solubilidad de las proteínas depende, entre otras cosas, del pH del medio en el que estén. Cada proteína tiene un pH concreto, denominado punto isoeléctrico (PI), en el que ésta precipita (coagula). Este fenómeno es el responsable de que acidificando la leche podamos obtener yogur. La proteína de soja y la caseína de la leche tienen puntos isoeléctricos diferentes: el de la soja está en torno a 4,0 y el de la caseína de la leche es 4,7, así que su comportamiento frente a diferentes pH también será diferente”.
“Ahora vamos a por el café. El pH del café está en torno a 5,0, lo que quiere decir que es ácido (pH<7 ácido, pH>7 es básico y pH=7 es neutro), pero depende de varios factores: el grado de tostado (a mayor tostado, menor acidez), del proceso de descafeinado (puede eliminar compuestos que bajan el pH) y de la variedad de café. El café descafeinado más habitual es el de variedad Robusta, que es más ácido (su pH es inferior)”.
“Por lo tanto, lo que puede estar pasando es que la variedad de café descafeinado que usan sea más ácida que la del café convencional y tenga un pH igual al punto isoeléctrico de las proteínas de soja, lo que hace que coagulen. Podrían probar a cambiar de café descafeinado: un ligero cambio en el pH hará que se aleje del punto isoeléctrico de las proteínas de soja y evitará la coagulación”.
Víctor: estare loquito pero alguna reseta con flujos del cuerpo?? vagina, leche de hombre, de mujer madre??? jjjjjjjjjjjjjj algun batido rico? cueso la leche hasta arriba o lo que ponga para elimianr virus? tiene que ser saludable
Querido Víctor, comprendo que los 13 años no son una edad fácil, pero mi consejo es que dejes de escribir gilipolleces a consultorios gilipollescos como éste y dediques tu tiempo a cosas más útiles. Y deja de masturbarte como un bonobo y ponte a estudiar, que llamo a tu madre.
Boli: Holita, equipa: (no soy de les inclusives; es que me encanta feminizar). Tengo un discusiona tremenda con mis compis de ofi. Advertencia para poneros en situación: ellos son los típicos de tartera de plástico del Cretácico con restos de pizza del finde. Uno descubrió hace un mes qué es el apio. Y yo soy el típico fudi de Malasaña que ha hecho cursos hasta de recetas de brócoli (o brécol como prefiero decir yo). Resulta que yo nunca refrigero la tartera por las mañanas. Es decir, la saco del frigo de mi casa a las 7h30 y se queda a temperatura ambiente en la oficina hasta las 14h, momento en que caliento en el micro unos 2 minutos. La ofi estará a unos 20-25 grados y evidentemente no la dejo en la ventana a la solana. Y esto lo hago con potajes, estofados, cremas, etc. Los yogures tampoco pasan por el frigo esas horas. Mis compis dicen que las bacterias crecerán exponencialmente pero yo creo que son pocas horas para que sea peligroso. Y además nunca noto sabores raros cuando trago O_O Apreciaré muchísimo vuestra opiniona. Gracitas y besitos de colores.
Querido Boli, si Víctor tenía 13 años, por cómo hablas tú debes de tener una edad mental de 15. Pero bueno, ahí estás, trabajando en una oficina, para que luego digan que España no es inclusiva. Yendo a lo tuyo: en mi ignorancia supina, yo no veía un gran drama de seguridad alimentaria con tus tápers, pero el tecnólogo de alimentos Mario Sánchez afirma que seis horas y media a 20-25 grados es "más que suficiente para un apocalipsis zombie-bacteriano". Así que ya sabes: el táper, a la nevera.
Óscar: ¿Cuál es el mejor método para conservar verduras (tipo espinaca, acelga, repollo, etc.) cuando ya están hervidas? ¿En frigorífico, congelador, con agua, sin agua...? ¿Es recomendable o mejor descartarlas?
Querido Óscar, te daré un método que me enseñaron en la Escuela Hofmann y que funciona bastante bien: escurrir muy bien las verduras y meterlas dentro un táper con tres o cuatro capas de papel de cocina debajo y un par encima. Después al frigo, pero no para que duerman allí el sueño de los justos, sino para comértelas en menos de 48 horas. La congelación es buena idea si las verduras están sólo escaldadas, pero si las has cocido del todo se quedan un poco chuchurrías tras pasar por el frío siberiano (aunque te las puedes comer perfectamente, y no lo notarás apenas si haces una crema o un puré con ellas, por ejemplo).
Sonia:
Querida Sonia, ¿qué es esto? ¿Por qué me mandas esta foto de fistro panadero sin ningún texto? ¿Es una advertencia? ¿Una amenaza? Tengo miedo.
Marta: Tengo la piel ultrasensible a mi alimentación: cualquier cosa que no sea baja en grasas me afecta en manera de granizada a la cara (encima a la cara, ¿sabes?, no podía ser el pie) y se me enrojece durante días. ¿Recomiendas algo para poner en el pan que no sea pavo y queso fresco? Porque me va a dar una depresión si sigo comiendo solo pavo y queso fresco.
Querida Marta, no sé en qué momento has confundido el Aló Comidista con la consulta del dermatólogo. Deberías ir al médico en vez de escribirme, que digo yo que su opinión será más autorizada que la mía. Lo más que puedo contarte es que hay bastantes cosas con poca grasa que puedes poner encima de un pan además de pavo o queso fresco, desde hummus hasta tortilla pasando por pechuga a la plancha, tomate, calabacín, berenjena asada, pescado desmigado con limón y todo lo que te dé de sí tu microscópica sesera.
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