Once productos para un aperitivo veraniego perfecto
Hoy recomendamos patatas chips, mejillones, conservas de pescado a la brasa, patés de aceitunas, queso, gildas y todo lo necesario para preparar un aperitivo fastuoso. La bebida la pones tú.
Para los fotógrafos y cámaras, la hora mágica son los minutos que pasan entre que se pone el sol y cae la noche, unos instantes en los que la luz indirecta hace que las sombras sean suaves y todo se vea más bonito. Al resto de los mortales, esas palabras nos hacen pensar en el momento en el que se sacan las aceitunas, las conservas de pescado, las chips, las banderillas, algo de queso o embutido y el vermut, la caña, el mosto o el bitter: el momento del aperitivo.
Puede servir para abrir el hambre y, si te pasas, también para terminar con ella. También corres el riesgo de acabar en un juerga en toda regla si optas por el vermut torero (ese que se sabe cuando empieza, pero no cuando termina). Escojas la versión que escojas, los productos que te recomendamos el equipo de El Comidista -y algunos invitados de categoría- harán que tu aperitivo sea una hora todavía más mágica. Pon a enfriar tu bebida favorita y date una vuelta por nuestro surtido de latas, pataturrias, quesos y untables.
Conservas de pescado a la brasa de Güeyu Mar
Mi petición vermutera pilló a David Monaguillo, el artífice de los guisos más porno que verás en Instagram -si tienes mucha suerte, también en el mundo real- en el peor de los escenarios posibles: una gasolinera, camino de Valencia, comiéndose un bocata de algo que aún no sabe bien qué era. “No sabes lo que pagaría ahora por una latita de las conservas braseadas de Güeyu Mar. Sardinas, navajas y berberechos: un producto fuera de serie, y un aceite con un regustito a humo, para perder la cabeza”. Esperamos que las ganas no le hicieran enfilar por error hacia Ribadesella, y que pronto pueda resarcirse del recuerdo de esa estación de servicio a base de brasa, aceite y frutos del mar de limitada y exquisita producción. Precio: Sobre 29 euros los berberechos, unos 12 las sardinas y unos 15 las navajas.
Nuestro crítico más dicharachero, Jordi Luque, no concibe un aperitivo sin salsa Espinaler. “Ya sea para aliñar patatas fritas, aceitunas o cualquier conserva al natural: su sabor ligeramente ácido y a pimentón es perfecto para despertar el apetito y va bien tanto con una cerveza fría tanto como con un vermú”, asegura. “Encuentro un gran placer al rebañar con los dedos las migas de patatas fritas remojadas con la salsa al fondo del bol. Soy un gorrino, quizás”. Seguramente, pero, ¿hay mejor manera de disfrutar el aperitivo que haciendo un poco el guarrete? Si la hay, no nos consta. Precio: Unos 2€ el botellín de 92 ml, unos 5,50 el botellón de 750. A la venta en supermercados, tiendas online y pequeños comercios.
Patatas Bonilla a la Vista (y más)
Las chips son las reinas del aperitivo, el picoteo y la celebración en general, por eso les dedicamos un post entero hace un tiempo. Pero Jorge Guitián, gastrónomo y 50% del combo Guitián Mayer, no puede dejar de reivindicar este bocado en una versión que además le queda cerca de casa. “En Galicia, de entrada, eres de Bonilla a la Vista -de A Coruña, las más populares seguramente-”, que son las que podemos probar el resto de los mortales gracias a una impecable distribución nacional. Si vives o tienes pensado pasar por la zona, apunta también “Patatotas (Lugo), que son un poco como el Atlético de Madrid de las chips gallegas. Pero luego hay zonas con marcas propias; por ejemplo, en A Limia, en el sureste ourensano, mandan las Patatas Jalys o las Patatas Guays. Y en Vigo todavía queda alguna freiduría, como la Churrería Casablanca, en la calle Cuba, que lleva desde 1965 viviendo de freir churros, cortezas de cerdo y casi 300 kg de patatas al días”, nos cuenta Jorge al borde del delirio crujiente. Precio de las patatas Bonilla (en las otras consultar puntos de venta): las bolsas de 50 g cuestan 1 € y la lata de medio kilo sale a 17 (entre medio hay muchos otros formatos).
Mejillones en salsa gallega Cuca y en escabeche de Seleqtia
Es uno de los tres pilares del aperitivo favorito de nuestra Defensora del Cocinero, Marta Miranda, y nos cuenta sus buenas razones para que le den pampurrias solo pensar en abrir una lata. “No he encontrado ninguno de venta en supermercado que supere a estos, con una salsa un poco picante espesa y riquísima que llama mucho a untar pan”, asegura mientras le brillan los ojos, pensando en el destino que le daría a la puntita de una barra (aunque también le gustan sobre unas patatas fritas artesanas Felixia “muy crujientes, pequeñas, rizadas en la fritura y con un punto de sal correcto”). Precio: Unos 2,6€ la lata de 96 g, a la venta en supermercados.
Jordi Luque también quiere compartir otro indispensable de su alacena aperitivil: los mejillones en escabeche. “Me parece un hit del mediodía. De los que he probado, y reconozco que no son muchos, me satisfacen plenamente los que comercializa Seleqtia. Ya, ya sé que son de marca blanca y queda muy poco gourmet pero tienen un calibre generoso y un escabeche muy en su punto”. Buen precio y mejor sabor, ¿hay algo más gourmet que eso? Precio: 3,49€ la lata de 111 g.
El jefe de todo esto, Mikel López Iturriaga, sabe que la mejor gilda es la preparada al momento, seleccionando los ingredientes, yendo a pescar la anchoa y esperando cien años a que el olivo que has plantado produzca aceitunas. “Pero hay veces que vas con prisa, y lo que te pide el cuerpo es abrir un bote y zamparte una. Para esas ocasiones, Zubelzu”, afirma categórico. “No conozco mejor gilda envasada, elaborada con anchoas y aceitunas más que dignas y auténticas piparras de Ibarra, tiernas, levemente picantes, con Eusko Label y ocho apellidos vascos. Las hacen también en versiones modernas, con boquerón, huevo de codorniz o queso de oveja; aunque también son excelentes, yo en esto me dejo de vanguardismos y me tiro de cabeza al original”. Precio: 4,95€ el bote de seis gildas en El Corte Inglés. Si quieres comprarlos de 16 en 16, en su tienda online salen algo más baratas.
Olivada dulce de Delicious and Sons
Si no la has probado nunca, es posible que “olivada dulce” te suene a oxímoron, pero en cuanto le untas el primer palito-crudité-regañá-lo que sea, caes rendido a sus pies para siempre. Está elaborada con aceitunas negras de Aragón y aceite de oliva virgen extra, un poco de miel y zumo de naranja y limón que le dan un toque afrutado riquísimo. En casa vuela como picoteo, pero también le hemos dado en bocatas de queso fresco, aliño para ensaladas -sobre todo de tomate- y platos de pescado. La misma marca elabora una versión picante de esta misma olivada con la que también nos hacen los ojos chiribitas, y su paté de tomate seco y el de setas con trufa tampoco les van a la zaga. Precio: 4,99 € el tarro de 180 g.
Crema de queso de Valdeón Garganta del Cares
Jorge Guitián apuesta en esta ocasión por un producto menos tópico, y un clásico en casa de sus padres: una crema para untar que se elabora a partir del queso azul de Valdeón, de leche de vaca y cabra. “Creo que mi familia la descubrió cuando mis tíos, aficionados a la montaña, empezaron a ir a la zona de Riaño y volvían con algún tarro de recuerdo”, aventura nuestro experto. “Estoy casi seguro de que si voy hoy a casa de mis padres y abro la nevera habrá allí, en el estante de la puerta, un tarro”. ¿Cómo la toman? Untada en algún tipo de pan crujiente, cracker o en unas galletas mariñeiras de Daveiga (las de algas son un vicio muy serio). Precio: 3,50€ el tarro de 200 g.
Ventresca de bonito del norte Ortiz
A Marta Miranda los aperitivos le gustan del mar y del norte, por eso en su mesa ideal no puede faltar una lata de ventresca de bonito Ortiz. “Es muy tierna y suave, se deshace en láminas y es una delicia”, nos cuenta (mientras intuimos que algo del pan que sobre de mojar la salsa de los mejillones de antes también puede acabar limpiando el plato de esta conserva). Si quieres sacarlo del aperitivo y convertirlo en una comida con enjundia, pónselo a una ensalada de atún con aceitunas o una tostada con pimientos asados y un par de anchoas. Precio: alrededor de 8 € en supermercados y tiendas online.
Ostras en vinagreta de albariño de Ou Submarino
Descubrí estas ostras en una edición de All Those Market -las vendían unas chicas encantadoras, que también elaboran patés deliciosos como el de berberecho con castaña o los de nécora, camarón y centollo-, y desde entonces se han convertido en ese detalle que no puede faltar en una mesa donde haya algo que celebrar. Porque las ostras crudas están muy buenas -si te gustan-, pero en conserva también son un escándalo, vale la pena probar esta conserva artesanal en la que la vinagreta funciona como un escabeche muy delicado que empapa un marisco suave y de buen tamaño. Una delicia que no es barata, pero tampoco prohibitiva. Precio: unos 9€ la lata de 5-6 ostras.
Queso de Hinojosa El abuelo calderero
Seguimos torturando a David Monaguillo en su periplo viajero, esta vez haciéndole pensar en uno de sus quesos de pasta prensada favoritos. “Solo me faltaría una cuñita de Queso de Hinojosa El abuelo calderero, con dos años de maduración y elaborada con leche cruda de ovejas que pastan en pleno parque natural Arribes del Duero”, nos cuenta casi al borde de las lágrimas. Si te van los quesos con cuerpo y sabor, pruébalo y no te arrepentirás. Precio: A partir de 8,50€ la cuña de 600 g.
¿Qué producto no puede faltar en tu aperitivo ideal? Cuéntanoslo en los comentarios y alégranos -aún más- el vermut.
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