La televisión más nutritiva
Que sí. Que ya sabemos que los programas de cocina tradicionales están muy bien y te enseñan a hacer muchas recetas. ¿Pero qué pasa cuando NO queremos aprender nada? ¿Cuando simplemente necesitamos procrastinar viendo la tele? Tras años en que la parrilla televisiva era un páramo de espacios gastronómicos libres de enseñanzas prácticas, la implantación de la TDT ha traído la explosión de programas inútiles y estrambóticos que tanto necesitábamos. Ésta es la guía definitiva para no perderse en un océano de entretenimiento en el que nadan constructores de tartas imposibles, cocineros-camioneros, niños aspirantes a Ferran Adrià y toda clase de monstruos de la comida.
Canal: Discovery Max. ¿De qué va?Va de meterse en diferentes fábricas y ver cómo se hacen en plan industrial cosas como los Rockets (unos caramelos canadienses en forma de pastillita), el pan de molde, las samosas industriales o los cubitos de hielo. Muestran todo el proceso, desde el momento en el que los ingredientes salen de los sacos/cajas/bolsas en los que llegan a la fábrica hasta que salen, perfectamente empaquetados y listos para consumir. Es estupendo si tienes ese espíritu cotilla que hace que quieras saber de dónde viene TODO, y disfrutas con datos como “por aquí cada día pasan tropecientos mil kilos de azúcar, suficientes para llenar cuatro campos de fútbol". Cuidado, no confundir con La fábrica de comida de Jimmy, un programa que emitían en Canal Cocina en el que un granjero intentaba (y la mayoría de veces hasta lo conseguía) reproducir en su casa platos precocinados o industriales. Potencial para dar hambre: bajo, siendo generoso. Las comidas y bebidas hechas por máquinas y en las que los polvitos forman parte del proceso no me ponen precisamente canino.Potencial para estresarte: bajo también. El ritmo en las fábricas es constante pero nunca se va a nadie correr ni una situación de emergencia, así que transmiten una extraña placidez mecánica. Potencial para crear adicción: alto. Atrapa bastante, pero supongo que tiene aún más gracia si los productos que diseccionan forman parte de tu día a día.¿Versión española? Existe (como programa especial, de momento solo han grabado uno).
Canal:Discovery Max. ¿De qué va? Muestra con todo lujo de detalles la vida en el taller de tartas de fantasía de Buddy Balastro, llamado Carlo´s Bakery. Allí lidian a diario con señores que quieren tartas de Nueva Yorkextremadamente realistas, futuros pendones que aún no saben que lo son que necesitan una tarta rockera o empresas que quieren pasteles en forma de coche... a tamaño real. Además de hacer auténticas virguerías (y sufrir algún que otro desastre que lo hace todo aún más emocionante) el programa trata de las relaciones familiares de los Balastro, una familia italiana bastante peculiar.Potencial para dar hambre: bajo, porque a mí el fondant como que no.Potencial para estresarte: medio, sobre todo cuando se cae una torre de dos metros de tarta a media hora de la entrega. Se sufre.Potencial para crear adicción:medio.¿Versión española?Si Alma Obregón abriera las puertas de su taller seguro que triunfaba.
Canal: Viajar y Discovery Max. ¿De qué va? Un chef calvo, gordezuelo y ex politoxicómano muy simpático, Andrew Zimmern, viaja por el mundo comiendo marranadas. Bueno, vale, no son marranadas, sino productos culturalmente difíciles para el paladar del occidental medio. Zimmer, especializado en shows de comida extrema -rezo porque algún canal empiece a emitir Cenando con la muerte, sobre comidas que te pueden matar- ha probado en el programa 36 roedores, tres murciélagos, 15 serpientes, 88 tipos de insectos, 18 tipos de ojos y 48 órganos reproductores de animales. Pero mis manjares favoritos han sido los fetos de pato en Filipinas, las ratas gigantes en Uganda y la placenta fresca de vaca en EEUU. Potencial para dar hambre: muy baja, a no ser que te gusten los escorpiones caramelizados. Potencial para estresarte: media, por el asco que dan algunos platos. Potencial para crear adicción: alta. Siempre quieres ver más y más bichos raros. ¿Posible versión española? Un recorrido por todas las brutalidades que se comen en la piel de toro, de las criadillas a los sesos.
Canal: Energy. ¿De qué va?De torturar a un pobre chef llamado Robert Irvine y a su equipo poniendo al límite su capacidad para pergeñar comidas para choporrocientos invitados con montones de limitaciones. Ejemplo: una cena para 250 empleados e invitados VIP de Mattel para celebrar el cumpleaños de Barbie, donde hay que preparar 18 platos que puedan caber en bandejitas plateadas de 8x10 centímetros, y en solo ocho horas. Se trata de diseñar el menú, ejecutarlo y servirlo, y por si a alguien le parece fácil, en cada programa hay un par de putaditas del estilo "pues ahora te quitamos el limón" o "Ken tiene envidia, ¿puedes diseñar un plato para él?". ¿Hay que estar mal de la cabeza? Pues hay un spin off llamado Restaurant: Impossible, donde redecoran restaurantes también en condiciones bastante locas.Potencial para dar hambre:bastante alto. Las recetas en general son bastante pintonas, y muchas de ellas se pueden encontrar (en inglés) en la web de Food Network.Potencial para estresarte: muy alto. Dan ganas de salir corriendo solo de pensar que puedes estar en su situación.Potencial para crear adicción: alto. Te puedes tragar 4 capítulos (y media nevera) de una sentada¿Versión española? Me cuesta imaginar a Ferran Adrià aguantando esas condiciones y no mandando a alguien a Cuenca de un soplamocos...
Canal: Energy. ¿De qué va?De todos esos sitios de los que habla la leyenda de la América más vacaburri donde por comerte una cantidad ingente de algo te dan un viaje o una comida gratis (o simplemente te ponen en un podio, como a un marine capaz de comerse 23 puffy tacos para enseñarle a su hijo lo que es la verdadera superación personal). Haciendo honor al título original del programa, 'Man vs. Food',Adam Richman, el presentador (actor secundario y tragón declarado hoy reconvertido ensibarita), intenta en primera persona gran parte de estos retos en una suerte de orgía de carne, lácteos, harina y demás que ríete tú de Supersize Me. Después de cuatro temporadas dejó el programa y perdió unos 25 kilos.Potencial para dar hambre:entre muy alto y nivel náusea, dependiendo de tu estado. Si lo ves antes de comer o en pleno munchie te puedes comer al gato por los pies, en cambio si lo ves con la barriga llena te puede dar un cierto asquillo.Potencial para estresarte: medio. Sólo estresa cuando ves a un hombre enfermo, de color morado y a punto de vomitar por haber ingerido 768.654 costillas de cerdo.Potencial para crear adicción: medio. ¿Versión española? He visto escenas en algún buffet de hotel que os harían llorar, así que por supuesto.
Canal: Energy. ¿De qué va?De enseñarnos que la buena comida puede estar donde menos te lo esperas. Con el actor James Cunningham como maestro de ceremonias, el programa se pasea por Estados Unidos buscando los camiones de comida callejera más apetecibles. Y doy fe de que los encuentra: pizza en horno de leña, unos burritos que hacen saltar las lágrimas al verlos, bocadillos italianos, comida cubana o zumos orgánicos ultravitamínicos, no hay delicia que no se pueda cocinar en un camión. Si queréis probarlo en casa pero os pilla un poco lejos, aquí podéis encontrar (en inglés) las recetas que los cocineros comparten amablemente con el programa. Potencial para dar hambre: Extremo. Este programa produce más saliva que una tonelada de limones y un efecto Carpanta total.Potencial para estresarte:Muy bajo, aunque de vez en cuando veo mucha gente metida en un camioncito me da agobio.Potencial para crear adicción:Alto, además de por lo bonita que se ve la comida (y los trucos que aprendes con las recetas que descubren en cada camión) los clientes siempre están de buen humor, como si la comida tuviera un aderezo especial.¿Versión española? Creo que la ruta sería corta, solo se me ocurren El Perrito Cervecero de Koldo Royo y A_Tixola, del que ya os hablé en un post anterior.
Canal: Divinity. ¿De qué va? Si eres de los que padecen resacones los domingos por la mañana por beber más que Charlie Sheen y Massiel juntos, Divinity, el canal favorito de los intelectuales, tiene la solución para ti: un maravilloso maratón del azúcar de seis horas de duración. Sí, has leído bien: 6 HORAS. A las 9.00 abre los paquetes de fondant el chef repostero (y arquitecto en el armario) Duff Goldman con Dulces e increíbles. A las 10.40 sigue Charlie y la fábrica de pasteles, una especie de reality sobre los quehaceres de una pastelería surafricana. Recoge el testigo a las 11.45 Planet Cake, otro reality sobre la reina de las malenis australianas y pastelera de celebridades Paris Cutler. En caso de que no te hayan tenido que ingresar en algún hospital por hiperglucemia para esa hora, a las 12.35 puedes ver Sugar Stars, sobre las tribulaciones de una señora canadiense bastante pija (Elle Daftarian) que tiene un negocio de pasteles y recibe encargos gilipollescos de gente como Jordan Knight, de los New Kids on The Block. Y de postre entre los postres, de las 13.30 a las 15.00, Supertartas de boda, que es mi preferido porque junta dos de las cosas que más aborrezco en este mundo: la repostería cursi y las bodas. Potencial para dar hambre: nulo. A la quinta tarta tu hipotálamo deja de funcionar. Potencial para estresarte: No te estresa, te mata. Potencial para crear adicción: baja. Es como los tripis, que son tan fuertes que no te apetece repetir hasta mucho tiempo después. ¿Versión española? Una webcam conectada 24 horas al Happy Day.
Canal: TVE. ¿De qué va? Antes de que disfrutemos con el martirio de nuevos concursantes adultos en la segunda entrega de Masterchef, Televisión Española nos regalará una edición con críos que promete batir todos los récords de decir "qué moooonoooo" entre la audiencia. Está claro que el factor ternura jugará a su favor, y a nada que los elegidos en el cásting sean un poco espontáneos, despertarán la simpatía de los espectadores. En contra: los niños en la tele pueden acabar resultando cargantes, y ni los jueces ni los tuiteros podrán ser demasiado crueles con los platos, con lo que se perderá parte de la diversión. Emisión: antes de que acabe 2013.
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