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Carta de amor a Daisy, la vaca que da leche hipoalergénica


¿Tú también me amas? / AFP.
¿Tú también me amas? / AFP.
Mikel López Iturriaga

Querida Daisy,

Como la mayoría de los miembros de mi especie, supe de ti ayer por la prensa. No tenía la menor idea de que existíais ni tú ni tus padres, los científicos del instituto neozelandés AgResearch que te crearon modificándote genéticamente. Tampoco sabía que eras una vaca prodigiosa capaz de producir una leche baja en beta-lactoglobulina (BLG), una proteína que al parecer causa alergia a cientos de miles de niños humanos. Tu historia me ha conmovido tanto que me he decidido a escribirte a través de mi blog, algo que, no creas, sólo hago con personalidades de alto nivel como Mariano Rajoy, presidente del Gobierno español, o Juan Roig, dueño de una cadena de supermercados muy importante de aquí llamada Mercadona.

Espero no confundir el amor con la compasión, Daisy, pero creo que estoy por ti. Tu capacidad de sacrificio me ha llegado muy dentro. Eres una Frankenvaca creada para que ese 2 o 3% de humanos que sufren alergia a la leche puedan beberla, pero la clonación se ha cobrado su precio. Por si no te habías dado cuenta, te diré que careces de un instrumento muy útil para espantarse las moscas que poseen las otras de tu especie: la cola. Y que para que des leche dos años antes de lo normal en una rumiante como tú te han hormonado más que a La Veneno.

No es que te quiera sacar defectos. Me gustas mucho, y te quedan fenomenal el número 14 en una oreja y el 6719 en la otra. Pero por el cariño que te he cogido en las escasas horas de nuestra relación, debo ser sincero e informarte de que tu existencia puede resultar absurda. Tu leche, sí, tiene un 96% menos de BLG. Pero al decrecer esta proteína, ha subido hasta la estratosfera otra, la caseína. Me dirás, como proclaman tus creadores a los cuatro vientos y replican los medios sin pensárselo dos veces, que la caseína es buenísima para la salud y muy nutritiva. Pues lo siento, pero resulta que muchos humanos son también alérgicos a ella. De hecho, es la proteína que más alergias lácticas causa, según los investigadores del Jaffe Food Allergy Institute de Nueva York.

Es decir, que tu leche puede dar los mismos o más problemas que la de una vaca convencional. Y eso suponiendo que un producto lácteo proveniente de un animal con los genes tocados llegue a ser apto para el consumo. Espero que esto que te estoy contando no te hunda en la depresión. Interprétalo como una llamada a cuestionarte el sentido de tu existencia. Te invito a que culpes de todo a la estupidez de los humanos, empeñados en fabricar variaciones extrañas de los alimentos en vez de hacer lo más simple cuando algo les sienta mal: dejar de tomarlo y comer otras cosas.

Por favor, no pienses que tengo nada contra los animales mutantes ni contra los seres producidos en laboratorios. Todo lo contrario: me encanta la ciencia-ficción. No soy ludista y me parece fenomenal la investigación y los avances tecnológicos, siempre que sus resultados puedan ayudar de verdad a las personas. Y no desconfíes de mí, que tampoco soy un animalista como los que han protestado contra ti porque en el proceso de tu invención se "mataron" cientos de embriones de vaca. Bastante tenemos con los antiabortistas radicales como para que encima surjan movimientos pro-vida de los terneros.

Quiero acabar mi carta, Daisy, con unas palabras de cariño y de ánimo. Intenta mirarlo por el lado bueno. Piensa que Justin Bieber, que potó el otro día en el escenario "por haber tomado leche", quizá sea ultraalérgico a la caseína, por lo que de tus ubres podría salir el antídoto que liberara por fin a la humanidad de ese veneno de 18 años con tupé. Ten fuerza, la misma que has demostrado sobrellevando con tanta dignidad el nombrecito que te han puesto tus padres, que será muy bonito pero a mi me suena más a pata que a vaca.

Tuyo por siempre,

Mikel.

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Sobre la firma

Mikel López Iturriaga
Director de El Comidista, web gastronómica en la que publica artículos, recetas y vídeos desde 2010. Ha trabajado como periodista en EL PAÍS, Ya.com o ADN y colaborado en programas de radio como 'Hoy por hoy' (Cadena Ser), 'Las tardes de RNE' y 'Gente despierta'. En televisión presentó programas como El Comidista TV (laSexta) o Banana split (La 2).

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